El presunto inductor del crimen de Ardines llevaba meses «trastornado» con la infidelidad de su mujer

La Voz REDACCION

ASTURIAS

Pedro L. N. A., supuesto inductor del asesinato por encargo del concejal de Llanes, Javier Ardines, a su llegada al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Llanes
Pedro L. N. A., supuesto inductor del asesinato por encargo del concejal de Llanes, Javier Ardines, a su llegada al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Llanes José Luis Cereijido

Los investigadores observaron un «reproche constante» de Pedro N. A. hacia su esposa tras descubrir la relación que mantenía con la víctima

08 nov 2021 . Actualizado a las 16:58 h.

«Llevaba meses trastornado por la infidelidad de su mujer. Estaba desesperado y trastornado», ha relatado hoy uno de los investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que se hizo cargo de la investigación del crimen del concejal de IU de Llanes Javier Ardines, al referirse al presunto inductor, Pedro N. A., que sentía «celos y animadversión» hacia la víctima tras descubrir esa relación.

El agente, en esta cuarta sesión del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Oviedo, ha indicado que Pedro N. A. estaba «desesperado» ante la infidelidad que constató tras grabar el 8 de diciembre de 2017 una conversación entre el concejal y su mujer, prima segunda de la esposa de Ardines. El crimen se cometió el 16 de agosto de 2018. Desde la grabación, los investigadores observaron en Pedro N.A. «un trastorno y un reproche constante» hacia su mujer.

El agente ha relatado que para la investigación «todo empieza el 8 de diciembre de 2017», con esa grabación que no deja lugar a dudas de la relación que mantenían víctima y la esposa del presunto inductor, que ese mismo día ya realiza desde su móvil consultas en páginas en las que se venden artículos de vigilancia. En su terminal los agentes también localizaron fotografías del vehículo que usaba su mujer, en el que colocó una baliza de seguimiento.

También ha manifestado que les consta que Pedro N. A. discutió fuertemente con su mujer el 5 de agosto, cuando ella decide volver a Llanes. Es en ese momento cuando el acusado decide enviar a la mujer de Ardines y a su hija la grabación en la que se recoge la relación extra matrimonial del fallecido.

Respecto a lo ocurrido tras el crimen el 16 de agosto, el agente ha indicado que cuando su mujer informa a Pedro Nieva de la muerte de Javier Ardines su primer comentario fue «Pedro qué has hecho». En cuanto al también acusado Jesús M., el agente ha indicado que tras el crimen su «papel de intermediario es de manual». Además, ha calificado de «auténtica emboscada» el ataque a Javier Ardines y ha considerado que los golpes que le propinaron tenían intención de causarle la muerte, informa Europa Press.

Este miembro de la UCO, al igual que han hecho previamente agentes de la Comandancia de Gijón, ha dado el crimen por resuelto y ha apuntado directamente a la autoría de Pedro N.A. como inductor; Djilali B. y Maamar K., como supuestos sicarios, y Jesús M. como intermediario, quienes ahora afrontan una pena individual de 25 años de cárcel.

Víspera del crimen

Según la UCO, ya el 27 de julio de 2018, Pedro N.A. se desplazó con uno de los supuestos sicarios, Djilali B., y el presunto intermediario Jesús M. desde Amorebieta (Vizcaya), donde residía, a la parroquia llanisca de Belmonte de Pría para proporcionarle información sobre la vivienda y los hábitos de Ardines para planificar y ejecutar el crimen.

Otra investigadora ha relatado también que en las diligencias no se incluyó el interrogatorio completo de una mujer que mantuvo relaciones sexuales con Ardines la víspera del crimen y de la que apareció ADN en la escena del crimen, para proteger su intimidad, la de su entorno y de la familia Ardines para no aumentar el daño a la viuda y sus dos hijos.

Los investigadores hallaron sus restos biológicos tanto en las uñas del edil como en una de las vallas, un perfil genético que atribuyeron a una «transferencia» del propio concejal asesinado. El único ADN que se halló fue de Ardines y el de la mujer con la que mantuvo relaciones sexuales la víspera.

Por ello, el abogado defensor del presunto inductor ha cuestionado que la investigación no incluyera en las diligencias todo el interrogatorio a la otra mujer con la que Ardines mantenía relaciones sexuales de manera frecuente, y tampoco se interrogara a su novio.

La agente ha mantenido que no tenían por qué dudar del testimonio de esta mujer, al igual que tampoco dudaron de las dos declaraciones que prestó la esposa del presunto inductor, quien en un primer momento mintió al negar que mantuviera una relación con Ardines y sostener que sólo tenían «conversaciones picantes» por la confianza que ambos tenían.

Fueron la viuda y la hija del concejal los que pusieron a los agentes sobre la pista de Pedro N.A., después de que éste les enviara el audio de la conversación entre su mujer y Ardines que grabó en secreto en diciembre de 2017, recoge Efe.