¿Temor a un apagón?: La fiebre por los hornillos, estufas y linternas llega a Asturias

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Adrián Álvarez, propietario de la ferreteria El Viejo Almacén en Ciudad Naranco, Oviedo
Adrián Álvarez, propietario de la ferreteria El Viejo Almacén en Ciudad Naranco, Oviedo

Las ferreterías de la comunidad autónoma venden en una semana más artículos de este tipo que en todo un año

09 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«También decían que el coronavirus no iba a llegar a España y mira lo que pasó». Este es el razonamiento que están aplicando muchos asturianos para, al igual que ocurre en el resto de España, adquirir todo tipo de artículos que puedan ser útiles en caso de un apagón eléctrico. La fiebre por los hornillos, estufas, linternas y pilas ha llegado al Principado y las ferreterías reconocen que han vendido más utensilios de este tipo la semana pasada que en un año normal. Aunque todavía tienen stock, los proveedores ya les han advertido de que no podrán suministrarles más para esta temporada.

El motivo por el que saltaron las alarmas fue porque el Ministerio de Defensa de Austria publicó una serie de consejos a sus ciudadanos para que hicieran acopio de combustible, velas, baterías, conservas y agua potable para hacer frente a un posible apagón eléctrico a gran escala. «Es un peligro real» llegó a asegurar la ministra de Defensa, la conservadora Klaudia Tanner. A partir de ahí, las redes y las informaciones de los medios de comunicación hicieron el resto. Los clientes comenzaron a demandar unos artículos que ya empiezan a escasear en Asturias.

Adrián Álvarez, propietario de la ferretería El Viejo Almacén, en el barrio de Ciudad Naranco, en Oviedo, explica que los productos que más demandan los clientes son «estufas de gas y queroseno, todo tipo de cocinas portátiles y accesorios como reguladores o gomas. También linternas y pilas». El ritmo de ventas es «exagerado», reconoce Álvarez, que detalla que «si en un mes normal vendemos cuatro hornillos de camping, en dos semanas llevamos 60».

Ante el incremento de la demanda, Álvarez se movió con rapidez «e hicimos un esfuerzo para anticiparnos y conseguir stock». Por este motivo, todavía tienen artículos de este tipo a la venta y no se les han agotado las existencias. A pesar de ello, ya tienen constancia de que «por ejemplo, los fabricantes de estufas de queroseno no tienen más stock y, de las que tienen un precio económico, nos les llegarán más hasta la próxima campaña». «Muchos de estos productos son importados y esto lo complica todo», apunta.

Álvarez afirma que «la mayoría dice que, después de lo que pasó con el covid, lo compran por si acaso, aunque también hay quien reconoce que lo hace por miedo a lo que ve en los medios o en las redes sociales». «Dicen que tienen miedo a no poder iluminar o calentar la casa y a no poder cocinar», añade.

La situación es similar en la inmensa mayoría de los negocios de este tipo en Asturias. Otro ejemplo es el de Alejandro Álvarez, propietario de la ferretería Álvarez Nava, en El Berrón. Al igual que en el caso de Oviedo, Álvarez explica que lo que más está vendiendo son «hornillos de camping gas, cocinas de uno y dos fogones para bombonas de butano, recambios para el hornillo y minibombonas, linternas y focos led que funcionen a pilas». Además, y al tratarse de una zona con pueblos alrededor «también están pidiendo estufas de leña».

«El problema es que la semana pasado empezamos con roturas de stock», afirma Álvarez. «Nos movimos rápido y pudimos reponer. Cuando miramos, a nuestro proveedor le quedaban 200 hornillos y en un momento ya solo pudimos coger 35 y sobre 20 cocinas de gas. Eso sí, hasta febrero ya nos dijeron que no tendrán más», señala.

Las cifras de venta de la Ferretería Álvarez Nava evidencian, como en el caso de El Viejo Almacén, la fiebre que se ha desatado por este tipo de artículos. «En todo un año vendemos 7-8 hornillos y esos se vendieron en un solo día la semana pasada», asegura Álvarez, que apunta que de los 35 que conseguimos, que llegan hoy, 12 ya están vendidos porque tenemos lista de espera». Algo similar ocurre con las cocinas de leña. «El año pasado vendimos cuatro. Son las mismas que la semana pasada y tenemos otros dos pedidas», sentencia.

El tercer ejemplo que demuestra la creciente demanda de estos productos es el de la ferretería Viejo, en el barrio de Vallobín, en Oviedo. Patricia García, la propietaria, coincide en que los artículos que más demandan son «todos los relacionados con el gas: hornillos, reguladores, gomas, bombonas azules tipo camping, pequeñas bombonas de un solo uso…».

En cuanto al ritmo de ventas, detalla que «las cocinitas podíamos vender un par de ellas a la semana por el auge del mundo camper y la semana pasada vendimos más o menos lo que en todo un año». El motivo «que han visto las noticias y quieren estar preparados, ya que los medios y las redes están generando miedo y alarmismo», especifica García.

Al igual que sus compañeros de profesión, García ya está teniendo problemas para conseguir determinados artículos. «Hay algunos que ya es imposible conseguir, de otros todavía hoy nos ha llegado alguno, pero pocas unidades y ya hemos notado la subida en el precio», explica.  

El Gobierno pide calma

A pesar del miedo que se extiende entre parte de la población, el Gobierno central pide calma. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró la semana pasada que el suministro eléctrico en España «está garantizado» y un apagón se puede descartar «de nuestro horizonte de preocupaciones».