Infidelidades, celos y sicarios: el mediático caso Ardines llega a su fase final

L.F. REDACCIÓN

ASTURIAS

Banquillo de los acusados por el crimen de Javier Ardines
Banquillo de los acusados por el crimen de Javier Ardines Eloy Alonso

La Guardia Civil da la muerte del concejal por resuelta, la Fiscalía mantiene la petición de penas y la defensa asegura que no hay pruebas concluyentes. El jurado popular comienza a deliberar el lunes

28 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El juicio más mediático de los últimos años en Asturias entra en su fase final. La muerte del concejal de IU de Llanes Javier Ardines el 16 de agosto de 2018 en la parroquia llanisca de Belmonte de Pría generó una alta expectación desde el primero momento y ese interés ha crecido con el paso de los días. Durante el mes de noviembre, 40 testigos han declarado en la Audiencia Provincial de Oviedo para dar su versión de un suceso marcado por los celos, las infidelidades y el papel de los supuestos sicarios. La Fiscalía mantiene la petición de 25 años de cárcel para cada uno de los acusados, las defensas niegan la existencia de pruebas concluyentes y la Guardia Civil defiende que se trata de «un caso resuelto». Una vez escuchadas a todas las partes, el jurado popular comenzará el lunes a deliberar.

En el banquillo se sientan cuatro hombres. Uno de ellos, Pedro L. N. Su mujer, según el ministerio fiscal, mantenía una relación con el fallecido. Está acusado de ser el inductor de la muerte de Ardines. El motivo, según la Fiscalía, los celos, ya que conocía la relación entre el concejal y su mujer. Junto a él, están acusados Jesus M., como presunto intermediario, y Maamar K. y D. Benatia, los supuestos sicarios. Todos han negado los hechos y las defensas sostienen que no hay pruebas concluyentes.

Versión policial

En el juzgado, el jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón que estuvo al mando de la investigación explicó que su trabajo fue «muy de detalle, de analizar muchos datos, muchos teléfonos y muchas imágenes» y que, una vez analizadas las pruebas, para ellos se trata de «un caso resuelto». Además, defendió que no hubo ningún tipo de presión a los acusados, uno de los puntos en los que la defensa basó su estrategia.

Entre las principales pruebas por las que se les acusa, los agentes señalan que el teléfono móvil del presunto sicario Maamar K. estaba conectado el 16 de agosto de 2018 en Belmonte de Pría (Llanes) «a 200 ó 250 metros» del lugar donde se halló el cadáver del concejal. La otra es el espray gigante de pimienta incautado en la vivienda de Maamar K., en Bilbao, tras su detención en febrero de 2019, y cuyo análisis determinó que su composición mayoritaria era coincidente con la que se halló en una de las vallas utilizadas para la emboscada que sufrió el concejal.

La declaración de cuatro mujeres

Durante el juicio, también ha sido relevante el papel de cuatro mujeres. La esposa de Ardines aseguró, respecto a Pedro L.N., que los dos matrimonios «salíamos juntos. Teníamos una relación de amistad, de parentesco y de salir mucho». Por su parte, la hija del concejal afirmó que Pedro L.N. «estaba destrozado» tras descubrir la infidelidad.

La mujer del supuesto inductor sostuvo que «a día de hoy, no creo que (Pedro L.N.) matara a Ardines», mientras que uno de los puntos más morbosos del juicio fue la declaración de una mujer con la que Ardines mantuvo relaciones sexuales el día antes de su muerte. Fue a puerta cerrada para preservar su intimidad.

Los forenses

Lo que está claro, según el testimonio de los forenses, es que Ardines falleció por un shock causado por una hemorragia intracraneal tras ser golpeado con intensidad en la cabeza con un objeto contundente y después estrangulado. Eso sí, aseguraron que no pueden precisar cuántas personas causaron su muerte.

Escuchadas todas las partes, ahora llega el turno del jurado popular. Las cuatro mujeres y los cinco hombres recibirán el lunes por parte del Magistrado del Tribunal el objeto del veredicto y a partir de ahí iniciarán su deliberación.