La última reunión entre patronal y Gobierno se cerró con las posturas alejadas. Ovidio de la Roza no cree que haya problemas de abastecimiento durante las jornadas de protesta
11 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La comunicación sigue abierta pero las posturas se mantienen alejadas. La última reunión entre la patronal de los transportistas y el Gobierno de Pedro Sánchez se cerró sin grandes avances y los profesionales mantienen las tres jornadas convocadas de paro los días 20, 21 y 22 de diciembre. En Asturias, más de 2.000 camioneros están llamados a secundar una protesta que amenaza el reparto en Navidad. A pesar de ello, Ovidio de la Roza, presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) y de Asetra (la unión de empresarios de Asturias) considera que los negocios han tenido tiempo para preparase y no cree que haya desabastecimiento.
«Ahora el Gobierno tiene toda la prisa que no tuvo en los últimos años», afirma De la Roza, quien explica que el Ejecutivo presentó en la última reunión, celebrada el viernes, un documento «de buenas intenciones». «Es algo más avanzado que lo que habían presentado hasta ahora pero no responde, ni mucho menos, a nuestras reivindicaciones», precisa. Por tanto, el paro anunciado siguen en marcha, aunque está previsto que las partes sigan intercambiando documentación y que el diálogo siga abierto. «Insisten en que tienen buena voluntad, eso se presupone, pero estamos cansados de promesas», asevera.
Posibles consecuencias del paro
La CTM tiene un lema que dice «Si para el transporte, para todo». Con esta premisa en cuenta, y si se tiene en cuenta que las fechas de la protesta son la víspera de Navidad, el riesgo de desabastecimiento de ciertos productos parece evidente. A pesar de ello, De la Roza sostiene que «hemos anunciado el paro con mucho tiempo y las empresas y las fábricas están abasteciéndose a tope estos días para evitar problemas». Está claro que la protesta «distorsionará» los estocajes y el día a día, reconoce el presidente de la patronal, quien defiende que «pretendemos que sea lo menos molesto posible, pero son la administración y algunos clientes los que nos han llevado a esta situación, con unas condiciones de trabajo insostenibles y una rentabilidad mínima, ya que en estos momentos estamos trabajando por debajo de costes».
Las quejas de los transportistas
De todas las reivindicaciones que tienen sobre la mesa del Gobierno, una de las más importantes es que obligue a las grandes plataformas logísticas a cumplir la ley de modo que los transportistas no tengan que cargar y descargar la mercancía.
Los profesionales también exigen al Ejecutivo que obligue a las compañías que contratan los servicios de los transportistas a incluir cláusulas en los contratos para actualizar las tarifas en función de los precios de los carburantes de automoción.
Las otras dos exigencias son la no implantación de Euroviñeta y la construcción de áreas de descanso seguras para los profesionales.