Clara Grima, matemática: «No sirve de nada calcular la raíz cuadrada a mano»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Clara Grima
Clara Grima Facebook de Clara Grima

La profesora y divulgadora, que ha participado en un diálogo organizado por la Universidad de Oviedo, aboga por «hacer de la educación de las matemáticas un prioridad de estado porque de ellas depende el futuro del país»

30 ene 2022 . Actualizado a las 06:06 h.

La profesora Clara Grima habla de las matemáticas, no sólo con vocación, si no con pasión y con expectativa de lo útiles que pueden ser para mejorar nuestro país. Habla de esa ciencia con entusiasmo en sus charlas y conferencias ante numeroso público o a la hora de atender a La Voz telefónicamente mientras espera en el aeropuerto de Sevilla para coger el vuelo que la traería, precisamente, a Asturias para participar con Luis J. Rodríguez Muñiz en el diálogo organizado por la Universidad de Oviedo ‘Matemáticas para salvar al mundo’.

Para Clara Grima las matemáticas son un poder que pueden dar solución a más problemas que los que aparecen en los libros de texto de los estudiantes y se muestra convencida de que unas matemáticas bien enseñadas pueden llegar a gustar a todo el mundo. «Lo primero que hay que conseguir es cambiar el discurso de que las matemáticas son aburridas, difíciles y que dan miedo. A todo el mundo le gustan las matemáticas, y si dicen que no, es que no saben lo que son», manifiesta la divulgadora, que deja claro de antemano que las matemáticas «no es hacer cuentas para resolver problemas». Es más, la profesora dice abiertamente que «no sirve de nada calcular la raíz cuadrada a mano cuando eso lo hacen estupendamente las calculadoras» o que «no hay que aprender las tablas de multiplicar» sin más. Desde su experiencia señala que «a multiplicar aprenden los niños agrupando por conjuntos y practicando como si fuera un juego».

Para la matemática y profesora que un alumno de infantil le diga que no le gustan las matemáticas o que no se le dan bien es un síntoma de que esa idealización de las matemáticas «viene de la calle», con lo cual insiste en que hay que mejorar la educación de esta materia en todos los niveles formativos pero, sobre todo, durante la etapa de primaria porque «el talento de los niños en ese periodo es la riqueza más robusta de un país». Para ello considera fundamental que se actúe en dos sentidos: por un lado, «bajar la ratio de las aulas, que es una cuestión de echarle dinero» y, por otro, «mejorar la formación en matemáticas de los maestros». En este sentido tiene algo claro, y es que muchos maestros «son muy buenos y tienen una vocación infinita para ser maestros, pero las matemáticas les aterran. Si llegan así al aula, tiran de los mismos métodos que les enseñaron a ellos, que hacían que tuvieran miedo a las matemáticas, no las van a transmitir bien», manifiesta Clara Grima sin ánimo de que sus palabras suenen a crítica.

«Afortunadamente, añade, ya hay un alto porcentaje de profesores que están cambiando la modalidad de enseñar matemáticas», pero insiste en que es muy necesario que desde el estado se invierta más dinero en educación y en formar a maestros de primaria, porque de ellos depende el futuro de un país, además de que las matemáticas se impartan a grupos pequeños de alumnos.

«Cuando muestras como resolver un problema con lógica, cambia el punto de vista de lo que son las matemáticas. Es aplicarlas como si fueras un detective», señala la profesora, a quien le gustaría que «la sociedad diga que las mates son muy chulas» y que se vieran como una obra de arte porque, recuerda, «las matemáticas son ideas y construcciones hechas por los humanos». Es por ello que rechaza que se encasillen las matemáticas exclusivamente dentro del ámbito de las ciencias cuando, apostilla, «no hay nada más humano que las matemáticas». La concepción que traslada Clara Grima es que son «una obra de arte maravillosa» y que «hay un museo que mucha gente no ve, y es la belleza de las matemáticas» cuando estas, además, tienen un lenguaje universal porque se resuelven de forma común en todo el mundo.

Cada vez más empleos requieren elevados conocimientos en matemáticas

Clara Grima insiste en la importancia que tienen las matemáticas para un país porque, precisa, cada vez surge un porcentaje mayor de trabajos con requerimientos matemáticos elevados, una razón más que suficiente, a su entender, «para cuidar el talento matemático desde pequeños». «En el último informe de 2019 sobre el impacto socioeconómico de las matemáticas en España se indicaba que más de un millón de empleos son para personas que tengan conocimientos de matemáticas de alto nivel», indica la divulgadora, que resume la importancia de esta materia en una frase: «las matemáticas interrelacionan todo, son como un grafo».

Pero que las empresas estén buscando trabajadores que tengan un perfil alto de conocimiento de las matemáticas está teniendo una consecuencia evidente que es que «los estudiantes de matemáticas no quieren trabajar de profesores. Las empresas tecnológicas están a la busca de matemáticos y ofrecen trabajos competitivos con buenas condiciones, buen sueldo, sin niños y sin padres», lo que está derivando, según añade, en que «no hay profesores de matemáticas ni de física en la bolsa de trabajo».

Para solventar esto, Clara Grima plantea que se pongan en marcha medidas como la de Reino Unido o Francia, «que destinarán una partida para mejorar la educación de las matemáticas e incentivar a los profesores a que hagan cursos de formación». La profesora se muestra consciente de que puede resultar «algo mercantilista» pero lo justifica en que «se han dado cuenta de que los necesitan». Y es que volviendo a lo que se decía al principio, «es necesario hacer de la educación de matemáticas una prioridad de estado por el futuro del país».