La Autovía del Cantábrico tiene dos áreas de descanso de Gijón a Baamonde, ninguna en Galicia
27 dic 2021 . Actualizado a las 09:00 h.La autovía del Cantábrico solamente tiene dos áreas de descanso en los más de 200 kilómetros que van de Gijón a Baamonde. Entre la ciudad asturiana y la localidad lucense, que supone el final de la A-8 mientras la prolongación a Santiago de Compostela no pasa de ser un asunto teórico, hay dos lugares en los que los automovilistas pueden hacer una parada antes de entrar en Galicia o después de salir: esos dos espacios están situados en territorio de Asturias.
Si se circula en sentido Galicia, la primera área de descanso se encuentra a la altura del kilómetro 445, situado en la localidad de Ballota (Cudillero). Esa área no está al lado de la transcantábrica, sino junto al trazado de la carretera N-632; no está señalizada en los carteles indicadores de los dos sentidos de circulación y solamente aparece información para el automovilista tras salir de la autovía y llegar a una rotonda.
El área de descanso solo está habilitada en uno de los márgenes de la citada carretera nacional, el izquierdo, y cuenta con bancos y contenedores de basura además de zona de estacionamiento de vehículos.
Más amplia, con sendas zonas de esparcimiento a ambos lados de la calzada, es el área de descanso situada en Figueras (Castropol), al lado del puente de los Santos y a la altura del kilómetro 505 de la transcantábrica. También está mejor indicada, puesto que aparece en la señalización que informa de la salida para Figueras y la playa de Arnao.
Tanto si se circula hacia Asturias como hacia Galicia, el automovilista llega a una rotonda en la que una vía de servicio lo lleva al área de descanso. Cada una de ellas tiene su correspondiente zona de aparcamiento, además de bancos y de contenedores de basura. La situada en el margen izquierdo cuenta además con servicios, aunque no siempre abiertos: el autor de esta información comprobó el pasado día 2 por la tarde que estaban cerrados.
Las dos partes están unidas por un camino peatonal que pasa por debajo del puente de los Santos y conectadas con el viaducto. El trazado del tramo del Camino del Norte que llega a Galicia cerca de la costa pasa por esa zona.
Pocas dotaciones
La falta de áreas de descanso en los casi 90 kilómetros que la autovía del Cantábrico recorre en Galicia se ve además acompañada de la falta de áreas de servicio en casi 200 kilómetros. Si se circula desde Asturias, la última está entre Gijón y Avilés, en Carreño. Hay espacio para esas dotaciones en un municipio del Occidente de Asturias (El Franco), en Barreiros y en Vilalba, pero pocos avances en su construcción. El mes pasado, en una visita al Concello de Vilalba, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, anunció que se había iniciado la redacción del proyecto, que se ejecutaría a la altura del kilómetro 574, cerca de la rotonda de Grandisca, donde hay terreno reservado para ese fin.
En el terreno previsto para área de servicio en El Franco (kilómetro 490), con acceso desde los dos sentidos de circulación de la A-8, hay a veces vehículos estacionados, cuyos ocupantes aprovechan para hacer un alto. La misma situación se daba en el terreno reservado para área de servicio en el municipio de Barreiros (kilómetro 522, cerca de la salida para ese municipio, para Foz y para Burela); sin embargo, ese acceso lleva meses cerrado, al haberse colocado unos conos.
Si al llegar a Baamonde se continúa por la autovía del Noroeste (A-6), en el kilómetro 563 (Coirós) hay área de descanso. Si luego se continúa viaje hacia el sur de Galicia por la autopista del Atlántico (AP-9), las posibilidades aumentan, ya que hay dos áreas separadas por poco más de 40 kilómetros: la primera se encuentra en el kilómetro 18, y la segunda, en el 60.
Contraste
Por otro lado, el hecho de circular por la A-6 y por la AP-9 tras dejar la A-8 ofrece al automovilista más opciones: en la autovía del Noroeste hay áreas de servicio en Guitiriz y en Coirós, mientras que la autopista del Atlántico tiene una a la altura del municipio de Ordes.