Así es la cirugía robótica que llega a la sanidad pública de Asturias: «Es la puerta al futuro»

Elena G. Bandera
Elena G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Los jefes de Cirugía General y de Urología del HUCA detallan las ventajas de esta técnica poco invasiva que acorta la estancia hospitalaria del paciente al reducir las complicaciones postoperatorias

19 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es una tecnología impactante. Es el futuro», asegura el jefe de Cirugía General del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), José Granero, sobre la cirugía robótica que llegará a la sanidad pública asturiana el año que viene con la compra de los dos equipos anunciados en los presupuestos de la Consejería de Salud para ser incorporados al centro hospitalario de Oviedo y al Hospital Universitario de Cabueñes en Gijón. Una tecnología que permitirá una precisión máxima en cirugías complejas, que supondrá recuperaciones postoperatorias más rápidas para los pacientes y que aportará valor a ambos hospitales, que por fin verán resuelta una de sus aspiraciones para no perder el tren de la medicina de precisión que además está avanzando a pasos agigantados en los últimos años.

De hecho, esta técnica robótica ya aparecía la década pasada y no ha dejado de evolucionar desde entonces con modelos cada vez más innovadores que permiten abarcar un mayor número de especialidades quirúrgicas. El jefe de Urología del HUCA, Jesús María Fernández, explica que su especialidad, dada la alta incidencia del cáncer de próstata, ha sido la más beneficiada por esta técnica por los resultados funcionales que permite conseguir.

Granero añade que los robots quirúrgicos también tienen en la cirugía general y del aparato digestivo otro de sus campos de actuación fundamentales. En Estados Unidos, pone como ejemplo, el número de intervenciones digestivas es ya muy superior al de las de urología. «El campo se amplía y en los últimos años los modelos han mejorado de una forma espectacular. Se están renovando continuamente, como ocurre de un año para otro con las televisiones o los coches», asegura Granero. «En mi especialidad, cirugía general y digestivo, al principio tenía cuatro indicaciones muy específicas, pero ahora dentro de nuestro campo de actuación podemos empezar por el esófago, el estómago, el hígado, el páncreas, el colon, el recto e incluso la cirugía de mama. Todo nuestro campo de actuación tiene ya cabida y, de hecho, en el momento en el que tengamos el equipo vamos a empezar poco a poco a ir abriéndonos a todos esos campos para ir usándolo en todas las secciones que tenemos en el servicio de cirugía», añade.

Los beneficios para el paciente: volver a casa antes

Los dos especialistas señalan que las ventajas de esta técnica benefician a pacientes, cirujanos y al propio centro hospitalario. «En el paciente va a haber menos sangrado, menos infecciones y se va a ir a casa antes. Permite la vuelta a su vida normal antes de tiempo», resume Fernández. 

Granero apunta que al mejorar la precisión, se evitan complicaciones quirúrgicas. «Las incisiones son más pequeñas y eso genera menos dolor, mejora la recuperación y permite por lo tanto una incorporación a su vida más rápida», señala, explicando que al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, el consumo de sangre es menor y la inmunidad se mantiene más estable con lo que la posibilidad de complicaciones postoperatorias es mucho menor también.

Precisión y menos fatiga para el cirujano

Para los cirujanos, ver resuelta la reivindicación de que los dos principales hospitales de Asturias por fin cuenten con esta tecnología, es todo un revulsivo. «Va a mejorar la propia habilidad, va a permitir cirugías más avanzadas, va a acortar los tiempos quirúrgicos y la fatiga del propio cirujano», enumera Fernández. Una primera gran ventaja para los profesionales es la precisión que permitirá, como dice el jefe de Urología de HUCA, mejorar su habilidad. «El robot no opera solo, traduce en tiempo real los movimientos del cirujano y la ventaja de esta tecnología es que mejora mucho la precisión», apunta Granero, que recuerda que esta tecnología elimina el temblor natural de la mano del cirujano, sobre todo si la intervención quirúrgica se prolonga durante horas, ya que se opera sentado manejando una consola mientras el robot aplica la fuerza y la precisión necesarias para los movimientos.

«Es bueno para el cirujano porque nos quita tensión al darnos más armas. Nos permite estar relajados en las cirugías largas ya que estás apoyado en una consola y tienes una postura normal, como si estuvieras sentado frente a la mesa de tu ordenador», explica el jefe de Cirugía General del HUCA, que no pasa por alto que en esas cirugías que duran seis, siete u ocho horas muchas veces se acaban adoptando posturas extrañas y a la fatiga mental se añade la fatiga física. La visión tridimensional del interior del paciente es otra ventaja fundamental. «Recuperamos las tres dimensiones que teníamos en una cirugía abierta y que habíamos perdido en la laparoscopia. Es como una inmersión. En mi especialidad es como si estuvieras metido dentro del abdomen», valora Granero.

El valor de la tecnología para el hospital

Y, en tercer lugar, tener un robot quirúrgico aporta valor al hospital, en un momento además en el que buena parte de los servicios de salud de otras comunidades autónomas ya disponen de ellos. «Aporta valor porque lo importante en un hospital hoy en día también es la tecnología. Tecnológicamente tiene que ser muy avanzado», asegura Granero, que no pasa por alto que los nuevos profesionales, a la hora de formarse, valoran si un centro hospitalario tiene esta tecnología: «El futuro es este, es la puerta al futuro, y también nos permite vender nuestro hospital».

Fernández coincide en que la cirugía robótica es una forma de reputación que atrae a residentes, especialistas y sociedades científicas. «Además podemos organizar cursos de nuevas técnicas que se pueden desarrollar porque el sistema robótico al que aspiramos tiene unas consolas dobles que permiten simular y poder aprender con un tutor. Aparte de las ventajas para el paciente y el cirujano, son muchas las posibilidades de difundir conocimiento, publicar los resultados…»

¿Cuándo podría estar en funcionamiento?

El proceso de compra tiene sus tiempos administrativos, pero los dos equipos podrían estar incorporados a los hospitales asturianos en el primer semestre de 2022. En el momento en el que se instalen, y tras un periodo de formación para los profesionales, entrarán en funcionamiento. «En uno o dos meses estaríamos en disposición de poder a trabajar con él. Nosotros ya nos movemos en un mundo en el que, aunque no lo tengamos, estamos yendo a sitios a ver cómo lo manejan y estamos intentando ya tenerlo todo preparado para que, en el momento en el que dispongamos de él, empezar a trabajar», explica Granero, que recuerda que siempre dice que en la cirugía, durante muchos años, no pasaba casi nada. «Los cambios eran muy pocos y, sin embargo, en los últimos años, han sido vertiginosos. La robótica es el triunfo de la cirugía mínimamente invasiva».

Además, indica que en muy poco tiempo se estará en disposición de integrar todas las informaciones sobre un paciente, desde una endoscopia hasta un escáner o radiografías, en una misma plataforma para mejorar la precisión y la eficacia del robot quirúrgico. «De que aquí a cinco años los quirófanos no tendrán nada que ver con los actuales», asegura Granero, que explica que el proceso de formación para manejar un robot quirúrgico esta completamente estandarizado y tutorizado.