Se produciría justo cuando los asturianos estarán desplazándose para reunirse con la familia
19 dic 2021 . Actualizado a las 18:25 h.Empieza una semana navideña que estará caracterizada por un tiempo inestable. Este fin de semana Asturias ha disfrutado de un tiempo seco y con temperaturas máximas agradables debido a los vientos del este, aunque las noches continúan siendo muy frías, con registros negativos en concejos del Suroccidente. La situación se mantendrá en los primeros días de la semana que entra pero a partir del miércoles empezará a gestarse el auténtico cambio de condiciones meteorológicas. Es importante tener en cuenta que la previsión puede cambiar, aunque los modelos meteorológicos coinciden en la configuración que habría durante la Nochebuena y Navidad.
La protagonista del giro inesperado será una profunda borrasca. De hecho, ahora mismo, la previsión apunta que experimentará un proceso de ciclogénesis explosiva durante su viaje por el Atlántico. En 24 horas, entre el lunes y el martes, la presión mínima central descenderá desde los 993 a los 959 milibares. Es decir, 34 milibares en un solo día.
Aunque lo peor no será su naturaleza explosiva, sino que a finales de la semana que viene el ciclón extratropical se va a situar cerca de la costa gallega y llegará a Asturias. Se producirá justo cuando los asturianos estarán desplazándose para reunirse con la familia. El frente asociado a la borrasca, que todo apunta a que será muy activo, barrerá Asturias con lluvias durante la tarde del viernes y se quedarán también de madrugada. El sábado 25 sería también una jornada complicada, con precipitaciones y fuertes vientos. Una situación que se repetiría el domingo, aunque con menos intensidad.
Parece probable que el frente venga cargado de humedad subtropical, lo cual explicaría la cantidad de agua que ahora mismo están señalando los modelos. La cota de nieve será más alta y las nevadas en Asturias se quedarán en zonas de montaña, alrededor de los 1.110 metros.
Hay que recordar que una borrasca explosiva es, en realidad, como cualquier otra, pero su presión desciende de forma brusca en poco tiempo. Cuando cae más de veinte milibares en 24 horas se considera un ciclón explosivo. Suelen formarse sobre todo en el invierno, cuando la radiación solar disminuye en el hemisferio norte y el aire frío alimenta potentes ciclones.