La geometría variable abre la puerta al tercer presupuesto de Barbón

La Voz

ASTURIAS

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón Paco Paredes

En el pleno se votarán las enmiendas a la totalidad que han presentado PP, Foro y Vox

23 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Si todo sale como está previsto, Adrián Barbón romperá una maldición que llenaba de prórrogas las pasadas legislaturas de Asturias y encadenará tres ejercicios aprobando los presupuestos de la comunidad jugando con la geometría variable, una que le ha llevado este diciembre a apoyarse en Ciudadanos y despertando recelos en Izquierda Unida.

El pleno de la Junta General del Principado iniciará este miércoles la fase final de la tramitación del proyecto de presupuestos autonómicos para 2022 con el debate y votación de las enmiendas de totalidad presentadas por PP, Vox y Foro lo que permitirá al Gobierno, previsiblemente, sacar adelante sus cuentas por tercer año consecutivo, aunque perdiendo apoyos respecto a 2021.

El pasado año solo populares y Vox pidieron la devolución de las cuentas al Ejecutivo, aunque esta última formación optó por abstenerse en la votación definitiva para aprobarlas, y el presupuesto, marcado por la necesidad de hacer frente a la pandemia, salió adelante con el mayor respaldo parlamentario de la historia al apoyarlo cinco grupos: PSOE, Ciudadanos, Podemos, IU y Foro; según citó Efe.

De cara a este ejercicio, el Gobierno planteó un proyecto presupuestario de 5.354 millones, un 2,2 % más elevado que el de 2021 gracias a los 123 millones de fondos europeos incorporados a unas cuentas que el Ejecutivo pretende que sean las de la recuperación económica tras la pandemia y que reintroducen el cheque-bebé con una ayuda de mil euros por hijo.

El presupuesto destina el 65 % de su cuantía global a gasto social con 3.525 millones, 113 más que este año y 624 por encima de los que se dedicaban a esta partida en 2017 e incluye fondos en inversiones productivas por 624,8 millones, un 25 por ciento más en buena parte procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE.

La principal novedad de las cuentas pasa por la recuperación en Asturias de las ayudas directas a la natalidad, implantadas por el Gobierno de Vicente Álvarez Areces y que se suprimieron durante el mandato de Javier Fernández, que se concretarán en mil euros por hijo o adopción con cargo a una partida en la que se prevé alcanzar un gasto de 4,6 millones a lo largo del próximo año pero que se restringe a hogares en los que la renta familiar no supere los 45.000 euros.

Además, contempla nuevas ventajas tributarias para contribuir también a luchar contra el despoblamiento en las zonas rurales y de las que se podrán beneficiar unos 17.000 contribuyentes al introducirse un tipo reducido del 6 por ciento por la adquisición de vivienda habitual en zonas rurales en riesgo de despoblación, medida que tendrá un coste de 3 millones para las arcas del Principado.

Tras un primer contacto con todos los grupos parlamentarios, salvo con Vox, el Gobierno aprobó su proyecto y lo remitió a la Junta General del Principado ya en unas fechas que, a juicio de Foro, cercenaban la posibilidad negociadora de los grupos parlamentarios e incumplían los plazos fijados en el Estatuto de Autonomía, un aspecto este último que Vox estudia llevar al Tribunal Constitucional.

De esta forma, el apoyo del diputado y secretario general de Foro, Adrián Pumares, cuyo voto es decisivo de cara a la reforma estatutaria para incluir la cooficialidad del asturiano, se aleja del respaldo del año pasado tras constatar que el balance del acuerdo de 2021 «no puede ser más decepcionante» al no ver cumplido ninguno de los compromisos alcanzados y optar el Gobierno por una línea continuista que renuncia a reformas estructurales y a rebajas fiscales.

En la misma línea se sitúa el PP, principal partido de la oposición y que ha registrado dos enmiendas de totalidad -una de devolución y otra para reorientar 108 millones reduciendo el gasto corriente- al considerar que se trata de unas cuentas «irreales» y elaboradas sobre premisas falsas al basarse en un cuadro macroeconómico de crecimiento del PIB alejado de las previsiones reales.

«Quienes las apoyen deberán explicarlo muy bien y que tiren de memoria para saber en qué quedaron los acuerdos del años pasado. Como dice el proverbio árabe: si me engañas la primera vez es culpa tuya, la segunda será culpa mía», advirtió la presidenta del PP, Teresa Mallada, en alusión a Ciudadanos, cuyo grupo parlamentario ha renunciado a la enmienda de totalidad o a apoyar otras.

De esta forma, y dado que al menos IU tampoco apoyará las peticiones de devolver el texto al Gobierno de PP, Foro y Vox, el presupuesto tiene garantizado pasar el trámite del pleno de mañana para que, una semana después, se apruebe definitivamente tras debatirse las enmiendas parciales.

Mientras Podemos, inmerso en una crisis interna derivada de su polémico proceso de primarias, apenas ha participado en el proceso negociador pero tampoco ha registrado enmienda de totalidad (Sofía Castañón descartó hacerlo tras vencer en las elecciones internas), tanto Ciudadanos como IU defienden su influencia en las cuentas, en el primer caso al considerar que ha obtenido avances en materia fiscal y en el segundo que ha logrado evitar una rebaja de impuestos.