El factor plantilla
Eso, para empezar. Pero, además, se ha comprometido a reincorporar a un número de trabajadores de la actual plantilla de Barreras, que va desde un mínimo de 5 en la fase inicial, a un máximo de 40 , a medida que lo vaya requiriendo la carga de trabajo que se vaya generando en el astillero.
El plan industrial de Armón es también fuerte. El astillero que dirige Laudelino Alperi tiene actualmente firmados 14 buques, de los que entre 6 y 8 unidades desviaría a Barreras. Fuentes conocedoras de las ofertas, explican que el grupo propiedad de Laudelino Alperi, siempre ha centrado su interés en la adquisición de parte del astillero, concretamente de las instalaciones próximas a la lámina de agua, de ahí que la suma que ha puesto sobre la mesa sea más baja. Estas fuentes no descartan un posterior acuerdo para la adquisición de las citadas instalaciones, una vez que Gondán se adjudique la unidad productiva, en el caso de que esto ocurra finalmente.
Por el contrario, Armón se habría negado desde el primer momento a admitir la imposición de un número concreto de trabajadores procedente de Barreras, un punto en el que se seguiría mostrando inflexible.
Marina Meridional, la empresa de José Alberto Barreras, dueño del actual Vulcano, es la mejor en materia social, ya que se compromete a asumir un mínimo de 60 de los actuales trabajadores de Barreras (la mitad de la plantilla). También es la más ofensiva económicamente, al estar dispuesto a poner sobre la mesa 16 millones de euros por Barreras. Sin embargo, el proyecto del heredero de la familia Barreras flaquea en garantías de carga de trabajo, ya que el plan industrial que ha presentado contempla cartas de intenciones firmadas por varios armadores que estarían dispuestos a construir buques en Barreras, pero ningún contrato firmado.
En una reunión mantenida ayer con la Consellería de Industria, los responsables de la consultora Kroll aseguraron que la decisión de la oferta ganadora no está tomada todavía al cien por cien.
Según lo trasladado por los gestores de Barreras, la consultora está terminando de configurar ofertas, tras las mejoras presentadas esta semana, y a partir de ahí tomará una decisión para trasladarla al juzgado, aunque no necesariamente antes del 31 de diciembre. Fuentes de la Xunta explicaron que el mensaje dado a Kroll, una vez más, es que la prioridad debe ser la carga de trabajo. Ese será el requisito imprescindible para que el nuevo dueño del astillero reciba el apoyo de la administración gallega, en forma de un crédito participativo, tal y como consta en el cuaderno de venta de Barreras.
Los trabajadores se movilizan ante la certeza de despidos Hijos de J. Barreras tiene en nómina a 120 trabajadores, Actualmente, la práctica totalidad están acogidos a un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE). Pero una vez que se cierre la venta del astillero, no más tarde de la primera quincena de enero, buena parte del personal recibirá la carta de despido. Al menos así será según consta en lo que ha trascendido de las distintas ofertas presentadas.
La preocupación es grande, y ayer los representantes de CC. OO., CIG y UGT en el astillero así se lo hicieron saber a la Xunta en una reunión telemática , en la que los responsable del Igape se comprometieron a pedir a Kroll que antes de presentar la propuesta definitiva de venta al juzgado se la traslade a los trabajadores. UGT, tras resaltar la actitud «responsable» de los empleados «evitando la conflictividad», ha reclamado que la opción de futuro elegida para Barreras «garantice el mantenimiento de los puestos de trabajo actuales».
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