El Huerna y suroccidente, carreteras con obstáculos

BEATRIZ BLASCO

ASTURIAS

Un conductor paga en una cabina de peaje
Un conductor paga en una cabina de peaje

La eliminación del peaje de la autopista hacia la meseta y las interminables obras de la conexión del ala occidental serán dos de los retos de los próximos años

05 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las grandes infraestructuras serán (un año más) protagonistas de los titulares durante los próximos doce meses. El tremendo agravio que supuso para Asturias la prórroga del peaje de la autovía del Huerna, aprobada cuando era ministro Francisco Álvarez Cascos bajo el gobierno de Aznar, sigue siendo uno de los motivos de queja ante el Estado. Cascos autorizó hasta el año 2050 el cobro, con lo que condenó a la comunidad a 25 años más de pago.

El Gobierno central va con pies de plomo en este asunto. Por un lado, anuncia bonificaciones, pero descarta realizar un rescate que elimine las casetas de cobro. Los Presupuestos Generales del Estado de 2022 destinan una cantidad, 6,16 millones de euros, a esas bonificaciones para amortiguar el efecto de una de las tarifas más altas de la red de carreteras del Estado. Desde el año 2006 existen bonificaciones del 30 % del peaje de la AP-66 para vehículos pesados y por habitualidad del 50 % para vehículos ligeros recurrentes.

Pero no parece suficiente al gobierno asturiano del PSOE, que pide al Gobierno central de su mismo partido que elimine el coste. Irónicamente, lo mismo que hace el PP regional, tras la arbitrariedad cometida por el gobierno de Aznar. Pero parece que el ministerio se pone de perfil. Seguiremos, por tanto, añadiendo al presupuesto de nuestro viaje por autopista a Madrid el elevado ticket de la AP-66

Por otra parte, también guarda el Gobierno un discreto silencio sobre el sistema que está elaborando para instaurar el pago en las autovías gratuitas, y que podría gravar aún más el viaje de Asturias a Madrid. El sistema, dicen, establecerá correcciones para que los usuarios de comunidades periféricas como es el caso de Asturias no tengan que pagar más por circular por las autovías que otros territorios centrales.

El modelo es complejo, pues partirá de un análisis en el que no solo se tendrá en cuenta la situación geográfica de los territorios, sino también el número de kilómetros de infraestructuras de pago que van a tener. Las tasas o peajes no serán las mismas para todos los ciudadanos.

Otra obra interminable

La continuidad de la autovía A-63, en el suroccidente asturiano, seguirá siendo una asignatura pendiente. Se trataba de dar una salida del Principado hacia León por ese ala, pero la obra planteada es muy cara y compleja. La primera calzada del tramo de esta autovía denominado Oviedo-La Espina entró en servicio en marzo de 2012 tras más de una década desde que se inició el proceso y, aun así, la redacción del proyecto para completar el trazado todavía se demoró otros cuatro años. Va para 23 años desde que se puso por primera vez sobre el papel y aún parece que queda mucho por hacer.

Un argayo producido en las obras en ejecución del tramo Cornellana-Salas obligó a cortar la carretera N-634 en las proximidades de Casazorrina (km. 450), Villazón. Las espectaculares imágenes de la zona evidenciaron la magnitud del problema que tuvo aislados a los vecinos de los concejos afectados. Las protestas se multiplicaron y el Ministerio de Transportes fue habilitando rutas alternativas a medida que avanzaba en los trabajos de desescombro.

Otra de las consecuencias de ese derrumbe fue un nuevo retraso en las obras del tramo. La última información facilitada por el ministerio sobre estos trabajos es del 15 de noviembre y en ella se detalla que la estabilización del talud en las obras de la A-63 y del desvío de la N-634 tiene un presupuesto de 14,5 millones, de los que 3 millones ya se han ejecutado. Además, especifica que el gasto comprometido para la reparación del paso inferior situado en el kilómetro 452 de la N-634 es de 1,15 millones. Inversiones al margen, son obras en las que se sigue trabajando y que tardarán meses, quizá años, en finalizarse.