La «dieta milagro» para vacas que frena el cambio climático

rocío mendoza MADRID / COLPISA

ASTURIAS

ELISEO TRIGO

Un aditivo de laboratorio con sello español reduce hasta un 30% las emisiones de metano del ganado

05 ene 2022 . Actualizado a las 22:27 h.

Las explotaciones ganaderas están en el punto de mira de los objetivos climáticos de la Unión Europea. La causa: las elevadas emisiones de metano procedente de la digestión de los rumiantes (gases, sin más) contribuyen al calentamiento global. Este gas no goza de tanta (mala) fama como el CO2, también de efecto invernadero. Pero reducir su presencia en la atmósfera resulta clave.

Tal y como explica Fernando Valladares, investigador del CSIC experto en cambio climático, aunque el tiempo de residencia del metano en la atmósfera es inferior al del CO2 (12 años frente a más de 120), es mucho más efectivo atrapando la radiación solar y contribuyendo de forma más potente al calentamiento. Se ha calculado que tiene 36 veces más potencial. Junto a ello, prosigue el profesor, «a diferencia del CO2, las concentraciones atmosféricas de metano están aumentando más rápidamente que en cualquier otro momento de las dos últimas décadas y, desde 2014, se acercan a los escenarios de mayor intensidad entre los diferentes gases de efecto invernadero».

Frente a esta realidad, y con unos objetivos muy ambiciosos marcados, los ganaderos desarrollan programas para reducir el impacto medioambiental de su actividad, más allá de limitar el consumo de carne. Muchas de las investigaciones en marcha están encaminadas, sencillamente, a mejorar la digestión del ganado para que no emitan tantos gases nocivos.

Se ha llegado a estudiar la selección genética de los ejemplares de vacuno para detectar cuáles son menos emisores; pero los trabajos que primero han dado resultados han sido los encaminados a «tocar» la dieta de las vacas. El primero en dar resultados efectivos cuenta con participación española y ha sido desarrollado a lo largo de diez años. Se trata de un aditivo de origen sintético (es decir, elaborado en laboratorio) denominado Bovaer que, añadido a la alimentación del ganado, «logra reducir las emisiones de metano en un 30 %». «Este compuesto molecular inhibe la actividad de los microorganismos estomacales responsables de las emisiones del gas en cuestión», afirman desde la institución científica, quienes precisan que no supone ningún riesgo ni para el animal ni para el medioambiente. Es seguro para la salud de unos y de otros.

Bovaer —registrado por la empresa DSM Nutritional Product— va a suponer «una nueva herramienta al sector ganadero para avanzar en sistemas de producción de alimentos más sostenibles», valoran los investigadores. Quizá sea el camino para comer carne y reducir la culpa de los consumidores medioambientalmente comprometidos.