¿Cuántas vidas han salvado las vacunas en Asturias?

L.O.

ASTURIAS

Las muertes registradas y los ingresos hospitalarios caen en picado respecto a las olas previas incluso aunque se tripliquen los contagios

07 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En Asturias, la sexta ola de la pandemia, el auge de contagios en el tránsito al año nuevo ha registrado un número inédito de positivos diarios, con récords que se baten en apenas unas jornadas, por encima de los 2.000 casos cada 24 horas, y a la fatiga de dos años de restricciones y unos servicios sanitarios cercados se une el desánimo de buena parte de la población por el panorama tras haber logrado vacunarse la práctica mayoría de los susceptibles de recibir sus dosis. Y, sin embargo, su efecto es muy real porque aunque las hospitalizaciones e ingresos en UCI ha crecido no lo ha hecho, ni mucho menos, en la medida en la que se han disparado los contagios. Y tampoco tienen comparación las cifras de fallecidos en olas antes de la vacuna y las que se han dado después.

El peor momento de la pandemia en Asturias, a diferencia de las grandes metrópolis, no tuvo lugar con el estallido del covid-19 en la primavera de 2020 sino con la llegada del otoño, los meses de octubre y noviembre fueron demoledores para el Principado, poniendo contras las cuerdas a sus servicios sanitarios (fue cuando se tuvo que habilitar el hospital de campaña del recinto ferial de Gijón) y multiplicando por tres las cifras de fallecidos. 

Las tablas de valores recogidas en el Observatorio de Salud de Asturias espantan cuando se llega a noviembre de 2020 y los fallecidos empiezan a contarse por decenas, 25 el día 4, 23 el día 6, 27 fallecidos el día 15, 30 el día 23. En esos momentos la incidencia acumulada a 7 días (los casos por cada 100.000 habitantes) se consideraba catastrófica por llegar a 353 el 15 de noviembre. En la actualidad, a fecha de hoy, en los primeros días de enero, la IA7 de Asturias es de 1.323 pero la pasada jornada se registró un único fallecido. La diferencia entre tener vacunas o no es de 24 muertes por jornada.

Noviembre de 2020 fue el peor pico de fallecidos de la pandemia en Asturias, una segunda ola que se encadenó casi con la tercera (al menos en los servicios sanitarios no se vivió ningún valle). A las fiestas de navidad y fin de año anteriores, justo cuando comenzaba la primerísima primera fase de la campaña de vacunación, centrada en las residencias en personal sanitario. En diciembre de 2020 se registraron 297 muertes debidas al covid en Asturias. En diciembre de 2021 fueron 73. Se trata de una diferencia importante.

¿Puede ponerse un número exacto a las vidas asturianas que han salvado las vacunas? Sería demasiado atrevido y poco riguroso fijar una cifra exacta porque influyen varios factores como las dolencias previas, la edad de los pacientes (la edad promedio de los fallecidos en Asturias es 83 años) o incluso su forma física (en las unidades de cuidados intensivos se ha destacado que las personas con obesidad tienen mayores problemas respiratorios cuando contraen la dolencia), pero no es aventurado decir que son centenares.

El último informe de mortalidad por covid publicado en Asturias, con fecha del pasado 27 de diciembre, analiza en una gráfica el descenso de las fallecimientos en los diferentes hitos de la campaña de vacunación. El primero al comenzar la administración en residencias, y el segundo, que marca una caída acelerada, cuando empieza la vacunación por grupos de edad. Desde el comienzo de la campaña, con las diferentes tipos de vacunas, se recalcó que el fármaco no protege totalmente de los contagios, pero sí de forma considerable, y tampoco ofrece una invulnerabilidad absoluta frente a la posibilidad de tener que ser hospitalizado, pero la reduce de forma muy importante, y también hace que para la mayoría de las personas el cuadro clínico sea más leve.

En este sentido y en el análisis de la evolución temporal el informe señala que «en el mes de agosto y ya en septiembre se comienza a reducir la intensidad de fallecimientos siendo muy pequeño especialmente en residencias. La mayoría de las personas que fallece en este momento son personas no vacunadas por rechazo, personas que no acudieron a la vacunación, personas que no quisieron darse la segunda dosis. En aquellas personas que fallecen están vacunadas completamente se observa que la mayoría de ellas tiene un problema de base que le genera inmunodepresión o esta es adquirida por tratamientos específicos (cáncer, trasplante…)».

Sin vacunas, con un tercio de los contagios que se registran en el presente, la ocupación de las UCI en la segunda ola llegó a superar el 50% y en la tercera, justo al inicio de la vacunación, el 40%. En el intervalo ahora entre diciembre y enero se ha llegado al 17% de ocupación de camas de cuidados intensivos, con más de 2.000 contagios al día.