Sin fanfarrias, la presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, se cobró su primera pieza en la fractura de Ciudadanos con la incorporación a su grupo de los cuatro ediles naranjas que presentaron su dimisión y pasan a engrosar las filas de la formación conservadora. Tampoco se hizo mucho ruido desde la casa naranja aquejada todavía de forma reciente por la renuncia de su exportavoz parlamentaria, Laura Pérez Macho, quien denunció además una posible aquiescencia en el traspaso desde la dirección de Ignacio Cuesta.
Mallada manifestó que en el PP tienen cabida todos aquellos que quieren cambiar Asturias desde un partido«llamado a gobernar», según citó la TPA que informó de que las incorporaciones de los ediles que cambian dejan a Alberto Morán, como vicesecretario de Acción Política; Diego Busto, en la Vicesecretaría de Organización; y Jesús Gálvez, como secretario de Afiliación. La cuarta concejal, Jennifer Castro, no se ha afiliado pero también pasará a formar parte del grupo popular. ¿Son tránsfugas?
Así lo deslizó el presidente del Principado, Adrián Barbón, sin citar el concejo concreto pero señalando en su cuenta de Twitter que «un tránsfuga es aquella persona que, abandonando el partido o coalición por el que concurrió a las elecciones, mantiene el escaño y se pasa a otro partido. Cuando uno se decepciona con el proyecto político del que formaba parte, lo decente es dimitir y dejar su escaño. Los partidos pueden aspirar a sumar personas desencantadas de otros proyectos políticos, es legítimo, pero un partido que se construya sobre tránsfugas, se construye sobre débiles cimientos y lo peor, justifica lo injustificable, lo que lo debilita para el futuro».
Lo cierto es que el acuerdo Antitransfuguismo entre el PP y el PSOE a nivel nacional saltó por los aires precisamente por un salto desde Ciudadanos a los populares, con la fallida moción de censura de Murcia. Tras señalar la comisión de seguimiento del pacto que los cuatro exdiputados de Ciudadanos que tumbaron la moción de censura en Murcia eran tránsfugas, así como al presidente de esta región, el popular Fernando López Miras, al considerar que fue «inductor y beneficiario» de la conducta tránsfuga de estos diputados.
A comienzos de año presentó su renuncia Laura Pérez Macho como diputada de Ciudadanos en la Junta General afirmando que «si no me dejan trabajar, si no me permiten hacer política y parlamentarismo para los asturianos, no voy a seguir cobrando un sueldo» y tras haber denunciado que Francisco Hervías (que fuera secretario de Organización en Ciudadanos y se pasó al PP) había celebrado encuentros con dirigentes naranjas en Asturias tras una visita al parlamento regional de la mano del PP autonómico. Una cita que Mallada no negó.