Este proyecto piloto contempla una ayuda de 1.000 euros a los participantes para la compra de un equipo portátil y la conexión a internet durante un año
21 ene 2022 . Actualizado a las 16:53 h.Más de 3.000 personas que perciben rentas mínimas en Asturias -bien el salario social autonómico o el ingreso mínimo vital estatal- recibirán a partir del mes de septiembre formación digital dentro de un proyecto pionero en España, diseñado para reducir la brecha tecnológica, que cuenta con una financiación de 7,3 millones de fondos europeos.
Este proyecto piloto, del que beneficiarán unas 5.200 personas, se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y está concebido para impulsar la formación digital de personas en riesgo de pobreza o exclusión social con el fin de proporcionarles las herramientas y los conocimientos necesarios para que puedan acceder a información en internet y realizar también gestiones telemáticas ordinarias.
Esta iniciativa se diseñó tras constatarse durante el estado de alarma las dificultades de la población para efectuar trámites de forma telemática, no solo por falta de equipos, sino también por la carencia de habilidades en aspectos clave como la identificación digital, el uso de dispositivos electrónicos o la comprensión de conceptos básicos para gestionar solicitudes o presentar documentación en línea.
Así, el proyecto, que se desarrollará en los 78 municipios de la región, pretende capacitar a las personas beneficiarias de rentas mínimas y ofrecerles herramientas para abordar estas actuaciones de un modo eficaz y contempla una ayuda de 1.000 euros a los participantes para la compra de un equipo portátil y la conexión a internet durante un año así como subvenciones que faciliten la conciliación y cubran los gastos de transporte para acudir a la formación.
El convenio que permitirá su puesta en marcha ha sido presentado hoy por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y por el presidente del Principado, Adrián Barbón, que ha incidido en que se trata del programa más ambicioso para combatir la exclusión social por falta de formación en las tecnologías digitales que se ha llevado a cabo hasta ahora en Asturias.
El proyecto comenzará en febrero con la selección de participantes, un proceso que se prolongará hasta junio, y se aplicará un itinerario formativo adaptado e individualizado para facilitar la adquisición de habilidades básicas para la inclusión digital e incluirá una red de apoyo y asesoramiento vinculada a los centros de dinamización tecnológica local.
La formación correrá a cargo de educadores e integradores sociales con personal de apoyo seleccionado entre las personas beneficiarias del salario social básico mientras que la empresa Tragsatec se encargará de la formación y de otras labores inherentes a la ejecución del proyecto.
Tras la firma del convenio, Barbón ha incidido en que la desigualdad «comienza en las nuevas tecnologías» que constituyen «uno de los grandes nichos de exclusión» mientras que el ministro ha mostrado su satisfacción por la firma de un acuerdo con una comunidad como Asturias, «un ejemplo y un referente de buen diseño de las rentas mínimas» con su salario social básico desde 2005.
Según Escrivá, el Ingreso Mínimo Vital implantado a nivel estatal no constituye solo una prestación si no un conjunto de políticas que aspiran a que personas en riesgo de exclusión social o de pobreza severa «puedan transitar a una mejor situación» y eso requiere «experimentar» con iniciativas como la que ahora se pondrá en marcha en Asturias.
El resultado de este «novedoso» proyecto, tras algunas iniciativas previas «quizá no suficientemente analizadas», deberá ser analizado después para conocer sus resultados «y presentarlo como ejemplo de buena práctica en España y a nivel internacional», informa Efe.