«Fabiolo», el tren que quiso revolucionar en Asturias en el hidrógeno verde

Juan M. Arribas

ASTURIAS

25 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El hidrógeno verde es una de las alternativas de renovables en las que Asturias se ha implicado más dentro de los planes de la UE; varios planes y proyectos en diversos ámbitos y además con una apuesta alrededor de la gran industria en Arcelor. El peso de la descarbonización es muy fuerte en la economía de la comunidad y eso plantea oportunidades de empleo; pero también es un proceso incipiente en el que hay caminos sin salida y fracasos.

De uno con Asturias de escenario se habló en el encuentro «Desarrollo Sostenible y Oportunidades de los Territorios» por parte de la consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría, quien auguró que que el proceso de transición energética y descarbonización puede llevar a la creación en España de hasta 350.000 nuevos puestos de trabajo en la próxima década. Sin embargo, en el mismo foro el presidente de Renfe, Isaías Taboas, recordó que hace once años FEVE presentó en Asturias el primer tren tranvía de hidrógeno, el «Fabiolo», que no llegó a implantarse. Se trató de una apuesta «que llegó en un momento cuando la sociedad no estaba aún dispuesta a aceptar esa tecnología», pero en cambio ahora Renfe trabaja en varios proyectos de hidrógeno, porque «la sociedad está madura».

Fabiolo fue más tranvía que tren, lanzado como proyecto en el año 2011 inicialmente con la idea de permitir el tránsito en concejos del oriente; pero finalmente nunca salió de Pravia donde se construyó y la pila nunca fue capaz de alimentar la energía. «El Tranvía H2-Serie 3400 tiene capacidad para transportar a unos 20 o 30 viajeros a una velocidad de 15-20 km/h. Sus principales componentes son 4 motores, 2 pilas de combustible de 12 kw cada una, baterías de ion-litio, supercondensadores y un rack de 12 botellas de hidrógeno», describían.  El coste total del proyecto rondó el millón de euros de los que una cuarta parte fue aportada por las arcas asturianas. 

Con todo, y el paso de una década, la tecnología para producir baterías capaces de almacenar la energía del hidrógeno verde han evolucionado y son viables. Es una energía que no contamina, se basa en romper los átomos de agua con electricidad pero, por el momento cara y con muchas carencias tecnológicas aún, en ello quiere mediar en la medida de los recursos disponibles, la UE.

Tanto Santamaría como Taboas han valorado el papel que pueden jugar los fondos europeos Next Generation en el proceso de transición energética, ya que permitirán abordar proyectos que de otra forma serían inviables. De hecho, el presidente de Renfe ha puesto de relieve que al gestor ferroviario «se le supone sostenible», dado que el 90 % de los trayectos se realizan ya con energía eléctrica. Y ese porcentaje debe seguir ampliándose, para reducir cada vez lo que no es eléctrico; un servicio como el AVLO, ha enfatizado, es equivalente a sacar de la carretera 20.000 coches.