Una ventaja para Mallada en las elecciones de Castilla y León

Juan M. Arribas

ASTURIAS

01 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el adelanto electoral en Castilla y León son muchos los actores del PP que, ante todo, se han tomado los comicios como una oportunidad para comprar tiempo pero no todo el mundo se maneja en el shopping con el mismo garbo. Pablo Casado vio en la defenestración de Ciudadanos la posibilidad de marcarse una victoria en pecho ajeno a la espera de que se cumpla legistura nacional pero la participación de José María Aznar en uno de los mítines de la campaña ha servido para dar titulares sobre el cuestionamiento de su liderazgo. Justo ahora que Teodoro García Egea había desplazado el problemático congreso regional de Madrid, el primer pulso orgánico que le está echando Ayuso, postergado al verano.

Pero quie de verdad compra tiempo en todos estos procesos, y con una ventaja de muchos meses ya, es la presidenta del PP asturiano, Teresa Mallada, que no tiene ninguna urgencia, ni tampoco se le plantea premura desde Génova, para fijar fecha al demorado congreso regional asturiano que ni está ni se le espera desde que la lucha de bicefalia interna que agitaba la formación conservadora sellara la tregua con la marcha de Mercedes Fernández al Senado.

Fue Cherines la primera, única, y de momento, la última presidenta del PP de Asturias elegida con el voto de los militantes. Cierto es que con el peculiar sistema interno de doble vuelta entre afiliados y compromisarios, pero tan cierto como que Pablo Casado fue elegido presidente nacional con las mismas reglas. A Mallada desde Madrid se la impuso como presidenta de facto a la espera de ser refrendada en un congreso regional que se ha ido aplazando sistemáticamente por todo tipo de elecciones, gallegas, vascas, madrileñas, por ser la «prioridad», sin llegar a avanzar nunca de la casilla de salida.