Historia de un edificio que nació como hospicio y que la Universidad ya planteó en tres ocasiones anteriores cambiar de ubicación
05 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.En los años cincuenta del siglo pasado, Asturias era una potencia minera, pero no tenía escuela universitaria de ingenieros del ramo. Solo existía la de Madrid, que acaparaba la producción de titulados. De modo que el Ministerio de Educación se planteó la creación de esa institución en Oviedo, para entusiasmo de las autoridades asturianas.
Tanto la diputación como el ayuntamiento se apresuraron a facilitar las cosas. La primera cedió un edificio que ya estaba en marcha y que había nacido como ampliación de la primitiva función del Reconquista, servir como hogar infantil. Los niños pasaron a un segundo plano y nacía, a cambio, un vivero de ingenieros.
Por tanto, hubo que adaptar el inmueble que estaba adosado a la fachada posterior del edificio histórico (hoy Hotel de la Reconquista), con el fin de albergar los aularios y laboratorios, según un proyecto de Francisco Navarro Borrás y Francisco Navarro Roncal que también cofinanció el ayuntamiento.
La orden de crear la Escuela Superior de Ingenieros de Minas fue publicada en octubre de 1959, hace casi 63 años. Al principio, no obstante, la actividad dependía administrativamente de Madrid, pero, pese a la oposición de la propia escuela madrileña, pronto adquiriría autonomía.
Con los años, la decadencia de la minería alcanzó también a la afluencia de estudiantes para esa titulación. A finales de la década de 1990 se llegó a plantear no solo el traslado, sino incluso el derribo del edificio. Con la excusa de dejar exenta la fachada posterior del valioso edificio histórico del hospicio -y de paso dar un jugoso pelotazo para la Universidad-, se pretendía construir un bloque de viviendas separado por un callejón del muro del Reconquista y alineado con la calle Independencia, y llevar al campus del Cristo la escuela.
Pero la férrea oposición de los ingenieros, de una parte de la sociedad ovetense y, finalmente, la negativa del Principado a autorizar la operación, impidieron que esta cuajara. Se daba la circunstancia de que el alcalde entonces era Gabino de Lorenzo, ingeniero de Minas, quien tampoco quería ni oír hablar de ello.
Ya bajo el mandato del rector Vázquez, a partir de 2002, también se quiso llevar la ingeniería de Minas al recién creado Campus de Mieres. De nuevo, un intento que fue frustrado por el Principado.
Con el rector Gotor llegó el tercer intento. Corrían los años de la aplicación del Plan Bolonia, una reordenación de titulaciones de ámbito europeo. Había que adaptarse a los tiempos y entonces, en 2009, es cuando se produce una nueva propuesta de trasladar la titulación. De nuevo la oposición de los ingenieros y de las administraciones echaron atrás ese plan.
Hasta ahora, cuando el actual rector ha vuelto a plantear el traslado y la, sin duda, necesaria reordenación de todos los espacios universitarios. Para un plan tan ambicioso, al que se opone abiertamente el alcalde de Oviedo, deberá contar con un apoyo firme del Gobierno regional.