Barbón asume el «fracaso» de la reforma a la oficialidad y reta a los partidos en las próximas urnas

La Voz

ASTURIAS

El Presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Adrián Barbón (d) recibe un libro de regalo del diputado de Foro, Adrián Pumares (i)
El Presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Adrián Barbón (d) recibe un libro de regalo del diputado de Foro, Adrián Pumares (i) Eloy Alonso

«Vamos a ver qué prefiere la gente», dice el presidente en el pleno con preguntas de la oposición

09 feb 2022 . Actualizado a las 12:39 h.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha asumido este miércoles que no haber conseguido la mayoría para abordar una reforma del Estatuto de Autonomía que incluyese la oficialidad del asturiano supone un fracaso, pero ha advertido a quienes se sientan frustrados con este proceso fallido, que la presencia de diputados partidarios de su aprobación no ha dejado de crecer y que habrá elecciones en 2023.

«Evidentemente, no conseguir la reforma del Estatuto, claro que es un fracaso colectivo, y asumo la parte de responsabilidad que me toca a mí por no conseguir los 27 votos necesarios», ha señalado el presidente asturiano al responder en el pleno del parlamento asturiano a una pregunta formulada por el portavoz de Vox, Ignacio Blanco.

Según Barbón, quienes vean con pesimismo o frustración lo que ha pasado estos meses con la reforma fallida del Estatuto, deben tener en cuenta que hace doce años sólo había cuatro diputados autonómicos que defendían la oficialidad y que hoy en día son 26, uno menos de los que se precisan para declarar la oficialidad, lo que están a favor.

En los comicios autonómicos del próximo año, ha añadido, los ciudadanos tendrán en sus manos elegir la papeleta entre quienes defienden la oficialidad de la lengua asturiana y entre quienes defienden todo lo contrario, e incluso están en contra de la misma autonomía, en referencia a Vox, o quienes se han inhibido en todo este proceso, como ha sido el caso del PP.

«Vamos a ver qué prefiere la gente», ha señalado el presidente, tras dejar claro que la Federación Socialista Asturiana, pendiente de la celebración de su congreso autonómico, «va a reivindicar siempre con orgullo la identidad de ser asturiano y la necesidad de reforma el Estatuto para adaptarlo a los nuevos tiempos, porque no caduca, pero sí envejece».

Acuerdos con Podemos e IU

No fue un día sólo de discusiones y dos intervenciones abrieron la puerta a sendos acuerdos. Barbón se comprometió a estudiar si tiene viabilidad jurídica la puesta en marcha de Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTES) de carácter autonómico tras la propuesta de Podemos de ponerlos en marcha como medida complementaria a los estatales; y también se mostró partidario de trabajar en el desarrollo legislativo de una Ley de Reto Democrático con reflejo presupuestario, guante lanzado por Izquierda Unida; y así poder dar la vuelta a una tendencia que va a llevar «sin duda» a que Asturias baje del millón de habitantes.

El cruce de reporches fue intenso con el PP al acusar Barbón a su líder, Teresa Mallada, de desconocer la tramitación parlamentaria o de querer engañar a los asturianos con la toma en consideración por parte del Congreso de los Diputados de la proposición de ley de la Junta General para declarar de carácter estratégico a la industria de muy alto consumo eléctrico en España.

Mallada le había preguntado si piensa seguir la actuación del Gobierno central para que el nuevo estatuto especifico de la industria de muy alto consumo de energía eléctrica esté aprobado en el plazo de tres meses, tal y como prevé la disposición adicional de la proposición de ley.

La líder de los populares asturianos ha acusado al Gobierno de Barbón de «conformismo» ante el «fiasco» del estatuto aprobado por el Gobierno central que «dejó vendidas» a las empresas asturianas de muy alto consumo eléctrico y que sólo sirvió para apoyar a las catalanas y a quienes ayudan a los socialistas a mantenerse en el poder.

Mallada, quien ha pedido a Barbón que deje de «dedicarse a lo superfluo» o de «escribir tuits de manera compulsiva», le ha preguntado al presidente del Principado si piensa seguir la actuación del Gobierno central ante «el mandato» del Congreso de los Diputados.

Ante ello, Barbón le ha advertido de que sería «muy grave» que la líder del principal partido de la oposición desconociera la tramitación legislativa, como también lo sería que intentara aprovechar este asunto para «intentar engañar a los asturianos», puesto lo que aprobó la semana pasada la Cámara Baja es la toma en consideración de una proposición de ley para iniciar su tramitación.

Por tanto, ha remarcado Barbón, aún no se ha aprobado ninguna ley y tampoco ningún plazo para la elaboración de un nuevo estatuto para la industria de muy alto consumo eléctrico.

Barbón, quien ha lamentado que Mallada no hable nunca de las buenas noticias como la concentración de la fabricación de los nuevos blindados 8x8 encargados por el Ministerio de Defensa en la fábrica de armas de Trubia, ha remarcado que la industria siempre será una prioridad para su Gobierno.

El debate entre Barbón y Mallada se ha producido después de que el Congreso de los Diputados aprobara la semana pasada por una amplia mayoría la toma en consideración de la proposición de ley de la Junta General para declarar de carácter estratégico a la industria de muy alto consumo eléctrico en España, garantizando su acceso a beneficios administrativos, fiscales y de precios energéticos.

La propuesta salió adelante con 274 votos a favor, ninguno en contra y 67 abstenciones, gracias al apoyo de los grupos Socialista, Popular y de Unidas Podemos.

Tras el resultado favorable, el Congreso comenzará ahora la tramitación de una proposición de ley en la que se considera como industria de muy alto consumo de energía eléctrica aquella que cuenta con una relación de consumo superior a 1,5 kilovatio hora (KWh) por cada euro de valor añadido bruto y una intensidad comercial en su sector superior al 20 %.

La declaración del carácter estratégico llevará aparejado el acceso a los beneficios administrativos, fiscales y a los mecanismos de acceso prioritario y determinación de los precios energéticos que se fijarán en el Estatuto de la Industria de Muy Alto Consumo de Energía Eléctrica.

Además, la proposición dispone que, en el plazo máximo de tres meses desde la posible aprobación de la ley, el Gobierno deberá aprobar un estatuto específico para la industria de muy alto consumo de energía eléctrica; según citó EFE.