La estafa de la tarifa de la luz: la dueña de una sidrería de La Arena ha acabado embargada

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Dos hombres se presentaron en el negocio ofreciendo contratos con descuentos en la factura de 300 euros al mes

11 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una banda de estafadores que se hacen pasar por una suministradora de la luz para robar a hosteleros está operando en el Bajo Nalón. Candi Laguna, propietaria de la Sidrería la Deva en La Arena, Soto del Barco, ha sido una de las víctimas de los supuestos estafadores, a quienes entregó más de 3.000 euros desde el 2018.

 El «modus operandi» es el que sigue. Dos hombres, bien vestidos y con conocimientos del tema, se presentaron en su negocio como comerciales de una suministradora eléctrica, ofreciendo un descuento de un 20% aproximado en la factura de la luz de su negocio, unos 300 y 400 euros anuales en la factura.  Los comerciales que le hicieron el contrato comienzan a llamarla diciendo que tienen que cambiar de compañía porque en la que está no pueden cumplir con la oferta que le habían contratado. Le indican que vaya a su banco, anule la última factura y saque un dinero que le recogerán en la propia sidrería y ellos se encargan de hacer el ingreso en la cuenta de la nueva compañía, siempre cantidades que oscilan entre los 250 y 300 euros. «Cuando aparecieron por la sidrería, obviamente, me lo pensé, pero como te enseñan que hay más vecinos que lo tienen terminas aceptando. Lo hacen todo muy rápido, se aprovechan de la prisa», explica Laguna.

 La sorpresa para Candi fue cuando desde el Juzgado de Pravia le comunican que debe dinero, más de 3.000 euros, y que está declarada en rebeldía: «desde el juzgado  me mandan una carta, que parecía un libro, diciendo que me había negado a pagar y que había sido declara en rebeldía». «Cuando me llego la carta, se la mande a mi abogado. El problema vino porque mi abogado no estaba especializado en estos temas, entonces es cuando yo llamo a los comerciales y les explico el problema. Los presuntos comerciales me dicen que no me preocupe que ellos se encargarán de gestionar ese error y que les mande la carta», explica Candi.

El pasado año le llega una notificación de su banco donde se le advierte de que no tiene dinero en la cuenta para abonar la hipoteca de su piso porque está embargada: «Unos abogados me denuncian al Juzgado de Pravia y al declararme en rebeldía, me embargan la cuenta.  Unos cinco mil euros ganados con mi trabajo que me quitaron como si yo fuese la delincuente». 

La hostelera ha interpuesto una denuncia y espera que se les encuentre: «Cuando fui e hice la denuncia me dijeron que no era la primera, que había más gente como yo. Solo quiero que se encuentre a los estafadores, poder demostrar que soy una víctima de esto y poder guardar el dinero que gano con mi trabajo sin miedo a que me lo embarguen».  «Todo es muy raro. Me denuncian y no me justifican nada con facturas o pruebas. Nunca en todo este tiempo he recibió ni un sólo aviso de corte del suministro eléctrico por falta de pago, ¿Cómo me pueden denunciar?», se pregunta indignada Laguna.

 «Lo más molesto de todo es que siguen llamando. Después de la pandemia me cambié de compañía, porque yo quise, y siguen reclamándome ese dinero. Todos los días recibo varias llamadas. Ya da miedo hasta contestar al teléfono», cuenta la hostelera cansada de las llamadas.

Candi Laguna, cuenta su historia para advertir al sector hostelero de lo que está sucediendo. « Yo piqué, pero por lo menos que no caiga más gente, que estén alerta », advirtió.  Y pide que si hay más gente que se encurte en la misma situación «unan fuerzas» para intentar terminar con ello de una vez: «Para llevarlos a juicio yo sola no hago nada. Si más gente que se encuentre en mí misma situación se uniese haríamos más fuerza y ruido».