Empresas asturianas plantean paralizar su actividad y piden la puesta en marcha de nuevos Ertes

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Central térmica
Central térmica PACO RODRÍGUEZ

La crisis energética golpea a la economía asturiana. Los sindicatos piden que los efectos de la invasión de Ucrania no afecte al poder adquisitivo de los trabajadores

09 mar 2022 . Actualizado a las 18:12 h.

Los efectos de la invasión de Ucrania ya se dejan sentir en la economía asturiana solo dos semanas después del inicio del conflicto bélico. La patronal asturiana ha pedido medidas extraordinarias y urgentes para frenar la emergencia energética ya que «la energía está llevando al límite a las empresas asturianas». La Fade asegura que un número importante de empresas se están planteando paralizar su actividad y exhorta a las administraciones públicas a tener previstas todas las posibilidades que ofrece la legislación vigente ante situaciones extraordinarias: desde los Ertes hasta los nuevos mecanismos de flexibilidad y estabilización del empleo.

Según la patronal, se trata de subidas que pueden alcanzar hasta un 800% anual, que comprometen la continuidad de buen número de empresas y de autónomos y que afectan a la competitividad de todos ellos. De hecho, a la Fade ya le constan no pocos casos de empresas que se están planteando paralizar su actividad. Además, la Federación Asturiana de Empresarios demanda la adopción de medidas extraordinarias y urgentes, entre las que considera prioritaria una reducción, en general, de las cargas fiscales y, particularmente, en los tributos fijados porcentualmente sobre el coste de la energía.

«El Estado está experimentando cuantiosos incrementos de recaudación extraordinarios, atípicos y no justificados de los que, en una situación tan crítica como la actual, la empresa debería verse exonerada, al menos en esos diferenciales vinculados a acontecimientos extraordinarios», señala la patronal asturiana.

Fade demanda asimismo una urgente revisión del sistema marginalista de fijación de precios de la electricidad y aboga por medidas que supongan reducir nuestra dependencia energética, por lo que se suma a la petición del Gobierno de Asturias de poner en marcha la regasificadora de Gijón de forma inmediata.

La visión de los sindicatos

Por su parte, los secretarios generales de CCOO y UGT, José Manuel Zapico y Javier Fernández Lanero, respectivamente, han reclamado que las consecuencias económicas que genere la invasión Rusa a Ucrania no afecte al poder adquisitivo de los trabajadores.

Lanero ha destacado que los efectos ya se están viendo en la inflación y los precios de los combustibles. Por eso, ha reclamado, que al igual que pasó con la pandemia de coronavirus, se ponga en marcha una estrategia a nivel europeo para afrontar estos problemas y que no afecte a la competitividad.

«No podemos pretender que la clase trabajadora pague las crisis económicas, sanitarias y bélicas, siempre hay una disculpa para que no se puedan subir los salarios por unas crisis que no ha generado la clase trabajadora», ha señalado Lanero, que ha reclamado garantizar el poder adquisitivo de las personas. «Lo peor que nos podía pasar es que no hubiera consumo», ha sentenciado.

Por su parte, Zapico ha reclamado al Estado «meter mano en el oligopolio eléctrico» para no «pagar pavo a precio de caviar» y que «la calefacción sea un artículo de lujo». Del mismo modo, ha insistido en la necesidad de defender la industria y la energía para mantener la soberanía nacional.

También ha recordado la necesidad de «proteger a las personas» en un momento en que «los precios han subido el doble que los salarios». Una situación que hace que aumente la pobreza y, con ella, la extrema derecha, que ha recordado que sigue las mismas políticas que Putin. Por eso, ha reclamado tomar el camino contrario al que tomó el PP con la crisis del 2008 y seguir el que, a su juicio, tomó el gobierno actual durante la pandemia.