Arcelor, con 1.600 trabajadores afectados esta semana por la falta de actividad, está recurriendo a descansos, formaciones y reconocimientos médicos pendientes
22 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Mientras el Gobierno trata de desbloquear el paro de los transportistas, ofreciendo este lunes 500 millones de euros para abaratar el precio del gasóleo profesional con un modelo similar al de Francia, las consecuencias de esta primera semana de huelga siguen afectando a los sectores que han tenido que disminuir o parar su producción por falta de suministros o que pasan dificultades por la imposibilidad de distribuir sus productos.
Desde Arcelor Mittal, en donde las paradas de producción afectarán esta semana a unos 1.600 trabajadores, explican que este lunes se tuvo que adelantar la parada del tren de alambrón que estaba prevista del 24 al 28 de marzo debido al impacto que está suponiendo el paro del transporte, con la previsión de que pueda retomarse la actividad el día 25 de marzo. El próximo jueves, día 24 de marzo, ya ligado a la subida del precio de la electricidad, se mantienen las paradas de la acería de Gijón y del tren de carril, aunque en este último se ha tenido que elaborar un nuevo calendario debido al cambio de ciclo de trabajo, con lo que en vez de retomarse la actividad el día 29 de marzo como en la acería se hará el 4 de abril.
Descansos, reconocimientos médicos y formaciones pendientes
Las paradas en estos tres sectores afectan a unos 900 trabajadores en conjunto, a los que se suman aproximadamente otros 700 empleados de las secciones de laminación en frío y hojalata de las instalaciones de Avilés. El paro del transporte ya había supuesto la semana pasada que se paralizara la actividad en parte de la de laminación frío y este martes se interrumpirá también en el sector de hojalata. Son en total 1.600 los trabajadores afectados y, desde la compañía, explican que para estos periodos cortos se está recurriendo de momento a reconocimientos médicos, formaciones en seguridad y descansos pendientes. También recuerdan que la vigencia del ERTE que se había aplicado en todo el grupo en España finalizó el pasado 31 de diciembre.
Empresas de otros sectores afectados por el paro del transporte, como la construcción o el metal, también están recurriendo a descansos, vacaciones y en algunos casos sí se están planteando expedientes temporales de regulación de empleo. La semana pasada la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y la patronal del metal (Femetal) advertían, tras el cuarto día de paro, que comenzarían a producirse cierres y regulaciones de empleo ante la «asfixia» de prácticamente todos los sectores por la falta de suministros o la imposibilidad de distribuir sus productos. Entonces pedían a la Delegación del Gobierno en Asturias que pusiera todos los medio a su alcance para garantizar el abastecimiento de productos esenciales para no tener que paralizar la actividad y proteger el derecho al trabajo de los transportistas que no secundan el paro.
428 convoyes de camiones escoltados en una semana
En esta primera semana de la huelga, con datos actualizados hasta este lunes, la Delegación del Gobierno ha coordinado la protección a 428 convoyes de camiones tras recibir la solicitud por parte de varias empresas para sortear la acción de los piquetes. Con una media de cuatro o cinco camiones por convoy. Ayer, por ejemplo, la Guardia Civil escoltaba ocho camiones de Química del Nalón hacia su destino en León. En esta primera semana también se ha detenido a seis personas, otras nueve han sido denunciadas y se ha identificado a otras 275.
Sector alimentario
El sector alimentario también se está viendo afectado por el paro indefinido del transporte, convocado por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías, en la que ayer indicaban que no aceptan las ayudas planteadas por el Gobierno porque se han acordado con un comité que no reconocen como representativo.
Desde Central Lechera Asturiana (Capsa Food) explicaban lunes que este fin de semana pasado han salido «algunos convoyes» para mantener a los clientes y se está recogiendo «de momento» la leche de sus ganaderos, aunque las salidas son «mínimas» respecto a lo habitual. Y en la industria cárnica, según advertían también este lunes desde Asincar, a la subida del precio de la energía y, en su caso además, del plástico para los envases y de la materia prima para fabricar alimentos se suma la acumulación de productos fabricados en las cámaras de refrigeración y la situación del transporte del ganado en vivo, «que no puede llegar a las salas de sacrificio y estas a su vez tienen dificultades para servir a salas de despiece e industria chacinera».
