El Ridea tiene cinco años para hacerse paritario

Juan M. Arribas

ASTURIAS

F. Sotomonte

29 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Se avecinan cambios importantes en el Real Instituto de Estudios Asturianos, el Ridea, la entidad, encargada de la investigación y conservación, de distintas ramas del saber siempre relacionadas con el Principado afronta una reforma relevante que afecta a su forma de proceder y de organización tal y como se recoge en el proyecto de ley que el Ejecutivo asturiano ha remitido ya a la Junta General para su debate.

Entre otras cuestiones, el texto fija un plazo de cinco años para que el Ridea se vuelva paritario y que entre sus miembros hay tantos hombres como mujeres. En concreto, la norma indica que con el plazo de un lustro desde la publicación de ley cuando se apruebe «la Junta Permanente propondrá al Consejo General la paulatina provisión de nuevas plazas de miembros de número propiciando la paridad entre hombres y mujeres, con estricta exigencia del prestigio, altos méritos y capacidades previstos en el artículo 6º». También destaca que las vacantes que se vayan produciendo tendrán que cubrirse de acuerdo la leyes de igualdad de género de ámbito estatal y autonómico.

En la actualidad, según recoge la web del Ridea, el Consejo General de la entidad tienen un total de 24 miembros de los que los 19 son hombres y, por tanto, cinco son mujeres. Los miembros numerarios con representación son 12, en los que hay también mayoría de hombres pero con más equilibrio, siete varones y cinco mujeres.

El Ridea actual nació en 1946 como Idea (sin la consideración de Real) a iniciativa de la Diputación Provincial de la época y «al amparo del Patronato José María Quadrado» poco después de la constitución del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Según explica la propia entidad su creación «responde a la necesidad y al deseo de contar en Asturias con un organismo público -dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio, aunque sometido, por razones obvias, a la tutela económica de su impulsora, la Diputación-, cuya finalidad fuera la investigación y la conservación del acervo cultural de la región». 

Entre sus miembros más ilustres se cuentan nombres como los de Ramón Menéndez Pidal, Claudio Sánchez Albornoz, Helmut Schlunk, Fritz Krüger, Severo Ochoa, Ramón Pérez de Ayala, Juan Uría Ríu, Emilio Alarcos Llorach, Antonio García Bellido, Ramón Prieto Bances, Evaristo Valle, Víctor Hevia, Antonio Floriano Cumbreño, Constantino Cabal, Manuel Fernández Avello, Melquíades Cabal, José María Patac de las Traviesas, Raúl Arias del Valle, Francisco de Tuero Bertrand, Paulino Vicente o Nicanor Piñole. Pero todos masculinos.