Mallada: «En Galicia se oficializó una realidad que existía en la calle, en Asturias quiere imponerse»

L.O.

ASTURIAS

El presidente de la Xunta de Galicia y futuro líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), junto a la presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada (d), durante el acto de la formación celebrado este jueves en el Teatro Campoamor de Oviedo
El presidente de la Xunta de Galicia y futuro líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), junto a la presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada (d), durante el acto de la formación celebrado este jueves en el Teatro Campoamor de Oviedo J. L. Cereijido

La presidenta del PP regional afea a Barbón que equipare la «oficialidad amable» con el «bilingüismo cordial»

05 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En su consagración como nuevo líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo remarcó en el cónclave celebrado en Sevilla esta fin de semana un modelo de oposición renovado, más conciliador y en el que llegó a reivindicar un «bilingüismo cordial» como ejemplo de la convivencia de dos idiomas que se ha mantenido en la comunidad gallega. Estuvo al quite de forma rápida el presidente asturiano, Adrián Barbón, que consideró la expresión un «sinónimo» de su «oficialidad amable» en el Principado. Pero la analogía fue negada de forma tajante por la presidenta del PP regional, Teresa Mallada, quien afirmó que «en Galicia se oficializó una realidad que existía en la calle, en Asturias el Gobierno socialista quiere recorrer el camino contrario, imponiendo una realidad que no existe».

Mallada exigió al presidente asturiano que «no interprete al presidente Feijoo» y añadió que la realidad asturiana no es comparable a la gallega sino «opuesta. Nada que sea impuesto es cordial».

El debate sobre la oficialidad del asturiano ha quedo aplazado sin fecha para ser retomado en el calendario después de la fallida negociación para la imprescindible reforma del Estatuto de Autonomía. Esa modificación requiere una mayoría reforzada de tres quintos de la cámara autonómica, es decir 27 diputados. Sumaban 26 los de PSOE, Podemos e Izquierda Unida y pudo haber sido clave el voto del portavoz de Foro, Adrián Pumares, que marcó una línea roja al ligar su posición a una rebaja de impuestos que no fue aceptada por los grupos de la izquierda. En todo caso, y antes de la negociación, los socialistas remarcaron que querían tomar como modelo de redacción del artículo que reconociera la oficialidad del asturiano precisamente el de la comunidad vecina de Galicia y que es el que ha reivindicado Feijoo este fin de semana.

Balance del congreso

En todo caso, Mallada destacó que «la presidencia de Alberto Núñez Feijoo será sin duda muy beneficiosa para Asturias porque conoce de primera mano los principales retos a los que nos enfrentamos al ser comunes con Galicia: demografía, industria o medio rural» y añadió que «es un político que enfrenta los problemas de cara, con una dilatada y exitosa experiencia de gestión».

En la reorganización de la cúpula dirigente del partido después del derrocamiento del anterior presidente, Pablo Casado, aparecen dos nombres asturiano aunque no en puestos de primera fila: Pablo González, diputado en la Junta General, y Mario Arias, concejal en Oviedo, se integrarán en el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva, respectivamente.

Y este sentido indicó que «Agradecemos que haya mantenido la representación del PP de Asturias en los órganos de dirección del partido y su confianza en la Dirección autonómica. Sin duda, se abre una etapa de ilusión».

Mallada recalcó que Feijoo «apuesta por los equipos y por fortalecer las estructuras territoriales del partido respetando las diferentes sensibilidades de cada comunidad autónoma» y también afirmó que el nuevo presidente del partido «nos ha pedido que sigamos trabajando con seriedad y responsabilidad para servir de la mejor manera posible a los españoles y a los asturianos y ese es el compromiso del Partido Popular de Asturias».

Este lunes, según recogió Efe, Mallada mantuvo un encuentro con el consejero de Hacienda del Gobierno de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, para conocer sus políticas. «Hablamos sobre políticas concretas, sobre tendencias de los sectores económicos, sobre efectos directos de las rebajas fiscales, sobre todo el dinero que permanece en manos de los ciudadanos si se optimiza el gasto público».

Para la dirigente popular, su prioridad era contrastar sus propuestas «y trabajar para revertir el daño que las políticas económicas del PSOE están haciendo a familias y empresas».

A juicio de Mallada, «se puede gobernar de otra manera y así lo demuestran los gobiernos del PP en otras comunidades autónomas como Madrid donde existe un clima favorable a la creación de empleo y la generación de riqueza en paralelo a una rebaja de la presión fiscal».