«La inversión forestal es cada vez más atractiva: la remuneración no será sólo por la madera sino por otros servicios»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Juan Majada, director del Cetemas
Juan Majada, director del Cetemas

Juan Majada, director del Cetemas, aboga por impulsar el uso de la biomasa para la generación de calor y por introducir modelos de gestión que redunden en nuevos aprovechamientos forestales

08 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Pedro Majada Guijo es Doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Oviedo y desde 2009 director del Centro Tecnológico Forestal y de la Madera de Asturias (Cetemas), un centro que si bien comenzó su andadura definiendo sus líneas de trabajo sobre las necesidades de I+D+i explicitadas por el sector público y privado en la cadena de valor monte-industria, ha evolucionado dirigiendo sus líneas de trabajo principalmente en dos ámbitos: ciencias geomáticas y bioproductos. Según explica, este cambio de visión se ha consolidado recientemente con la estrategia de ‘Asturias 2030’, donde se el sector forestal debe jugar un papel clave en las dos grandes transiciones que se están liderando desde Europa: la transición hacia una economía climáticamente neutra y la transición hacia una economía sostenible y digital. En relación con el Decreto de Huella de Carbono asturiano, Majada asegura que «está despertando el interés de todo tipo de promotores», por lo que sentencia que «la inversión forestal es cada vez más atractiva» y que la remuneración «ya no será únicamente por la producción de madera, sino también por otros servicios; en particular la captación de carbono».

-Para ponernos en situación ¿cuál es la situación de los montes y de la industria forestal asturiana? ¿Hay abandono de los montes de la región?

-Aunque hay excepciones, el abandono del medio rural y la falta de cultura forestal profesional condicionan que el porcentaje de gestión sea hoy en día muy baja, incluso en las plantaciones de eucalipto. El abandono es especialmente dañino en las masas de castaño y eucalipto, lo que merma la producción final y eleva el riesgo de sufrir incendios y/o enfermedades y plagas. Ejemplarizante en este sentido, es el resultado tras 10 años de la aplicación de distintos modelos de gestión que aplicamos sobre castañares de monte bajo, donde se puede verificar en actuaciones piloto desarrolladas en varios concejos que la gestión forestal disminuye de una forma drástica la presencia de enfermedades (chancro del castaño) y mejora el volumen y la producción de madera de calidad. Por tanto, incentivar la gestión es fundamental para cubrir el déficit de materia prima de calidad que tiene nuestra industria transformadora. 

-En Asturias predomina el minifundismo ¿hasta qué punto es un hándicap para el sector forestal de la región y para el propio medioambiente?

-El medio rural asturiano está caracterizado por una estructura de propiedad de una gran complejidad fruto de nuestro devenir histórico y del modelo de transmisión de propiedades dentro de la familia, lo que, unido al proceso de abandono de los últimos tiempos, ha propiciado que en gran parte del territorio y sobre todo en las zonas forestales y montes, la delimitación de las parcelas en catastro sea muy deficiente. El abandono del medio ha venido a agravar esta situación ya que en muchas zonas apenas quedan habitantes que conozcan la delimitación de sus propiedades y menos las de sus vecinos. Por tanto, una de las principales limitaciones del sector forestal es la dificultad de gestionar el territorio, con propiedades de pequeña superficie y con grandes costes operaciones de explotación. En este sentido, la Fundación apoya el desarrollo de conocimiento y herramientas que implanta en las empresas para optimizar sus sistemas logísticos de explotación forestal, a través de una mejora de la ergonomía, competitividad y rentabilidad del aprovechamiento sostenible de nuestros recursos forestales. Así mismo, relacionado con el tema del minifundio desarrolla tecnología basada en el uso de sensores remotos para el desarrollo de herramientas que faciliten la clarificación de la propiedad, concentración parcelaria y la gestión agrupada de la misma. 

-¿Son las cooperativas forestales una opción para evitar el abandono de montes y bosques?

-Las cooperativas forestales forman parte de tejido empresarial que trabaja en el medio forestal y juegan un papel importante en la actividad económica de muchas zonas de Asturias, principalmente en el suroccidente de la región. Generalmente su actividad está radicada en el medio rural, en muchas ocasiones en las zonas con mayor nivel de despoblamiento, por lo que juegan un papel muy importante por los servicios que prestan a particulares, empresas y obras del sector público.

-En algunas comunidades, como Galicia, se ha puesto de moda invertir en montes ¿sucede lo mismo en Asturias?

-Los efectos del calentamiento global son preocupantes y están causando verdaderos problemas en los bosques de toda Europa, especialmente afectados por problemas de decaimiento o sanitarios que amenazan su correcta renovación. Pero al mismo tiempo, el bosque cultivado se identifica en Europa con nuevas oportunidades de negocio: secuestro de carbono, mejora de la biodiversidad, preservación de los recursos hídricos y uso social. Por ello, la inversión forestal es cada vez más atractiva. En este sentido, los procesos de cambio iniciados para la descarbonización y la transición ecológica en Europa, me permite pensar en escenarios próximos en los que el propietario forestal ya no será remunerado únicamente por la producción de madera, sino también por otros servicios; en particular la captación de carbono, servicios ecosistémicos, la preservación del agua, la conservación del paisaje y el propio uso social de monte. 

-¿Qué medidas habría que impulsar para poner en valor al sector forestal asturiano y que este sea un motor para la economía de la región?

-La producción de madera puede adaptarse a diversos destinos: biomasa, celulosa, madera estructural y de apariencia. Los requerimientos en propiedades (físicas, mecánicas y estéticas) siguen ese orden: la madera de apariencia y la estructural tienen requerimientos en propiedades físicas, mecánicas o estéticas más exigentes que la madera destinada a biomasa o celulosa. Por lo tanto, resulta necesario emplear prácticas silviculturales adecuadas (repoblación con material mejorado genéticamente, resistente a enfermedades y plagas, adaptado a las condiciones de suelo y clima actual y futuro, claras, podas, etc.) que permitan producir materias primas destinado a un uso previamente planificado. Un bosque destinado exclusivamente a la producción de celulosa es absolutamente distinto a uno destinado a madera para carpintería. La manera en la que se gestiona un bosque define su uso final, por lo tanto, a lo largo de su vida un monte debe ser trabajado con ese destino como objetivo. Un monte abandonado de coníferas, sin manejo silvicultural, producirá madera de baja calidad y por lo tanto de bajo valor, además de ser un riesgo sanitario o de incendio por la acumulación de combustible no ordenado. Debemos tener en cuenta que la producción de madera de calidad permite su transformación en productos de mayor valor añadido, por lo que incentivar la gestión es fundamental para que todos los potenciales beneficios de la cadena de valor se moneticen en Asturias. 

-De un tiempo a esta parte se mira a los montes y a los bosques como alternativa para resolver la crisis energética ¿hemos minusvalorado durante mucho tiempo las posibilidades de los recursos forestales?

-El gran potencial de la biomasa en Asturias siempre ha estado encima de la mesa y, sin embargo, en el interior de la región, la menor actividad de gestión forestal, cortas y las difíciles condiciones orográficas condicionan la viabilidad de su uso. El sector empresarial ha apostado en Asturias por el aprovechamiento energético de la biomasa forestal para la generación de electricidad, aunque debido a los márgenes comerciales, la biomasa para este fin energético debe proceder de explotaciones mecanizables y altamente productivas. Sin embargo, en mi opinión, nos sigue faltando impulsar en Asturias el uso de la biomasa para la generación de calor. La utilización de este recurso endógeno, aprovechando y potenciando el uso de biomasa de proximidad puede contribuir a generar empleo en el medio rural, con la ventaja de que los márgenes de explotación y comercialización para la energía térmica son mayores, lo que ampliaría el uso de renovables en el interior de la región. 

El carbono, fuente de ingresos de los montes

-Hay voces que apuntan que el mercado del carbono podría poner en valor montes y terrenos que estaban abandonados en la región ¿cuál es su opinión al respecto?

-El precio del CO2 en el mercado voluntario está creciendo de forma importante, especialmente desde hace dos años. Con los precios actuales es evidente que el carbono puede y debe ser una fuente complementaria de ingresos de los montes. En todo caso es importante dar a conocer que no todas las plantaciones forestales son susceptibles de ser incluidas en el mercado de carbono. Los proyectos deben cumplir unos requisitos de adicionalidad de absorción. Una masa forestal ya establecida, gestionada o no, difícilmente cumplirá los requisitos. Es importante que los promotores interesados analicen los criterios del reciente decreto autonómico y que vean si sus plantaciones actuales o futuras cumplen los citados requisitos. 

-¿Hay que reorientar la gestión en selvicultura hacia esta nueva forma de entender la explotación forestal?

-Los modelos selvícolas en vigor para la producción de madera de las distintas especies forestales desarrollados y publicados por el Servicio de Montes están plenamente vigentes, aunque tenemos que introducir modelos de gestión para nuevos aprovechamientos no incluidos en el Plan Forestal de 2001; especialmente del aprovechamiento de la biomasa forestal. Además, resulta prioritario impulsar una diversificación de especies que solvente y garantice a medio plazo los problemas de abastecimiento de materia prima que tiene nuestra industria, debido a los problemas sanitarios y/o adaptación al cambio climático de las especies más productivas; eucalipto globulus y pino radiata. En el borrador del nuevo Plan de Ordenación de los Recursos Forestales de Asturias, entre las especies a introducir se han seleccionado varias especies entre las que se pueden destacar; Pinus taeda, Criptomería, Pseudotsuga menziesii, Sequoia sempervirens, Sequoiadendron giganteum & Metasequoia glyptrostroboides, Larix decidua Mill.  & Híbridos de Larix sp. La idoneidad de estas especies se valorará conjuntamente por el Servicio de Montes y la Fundación Cetemas, mediante proyectos piloto en las distintas zonas de actuación para la distribución actual de las coníferas en Asturias, haciendo especial énfasis de acuerdo con el sector industrial que usa madera de coníferas en Pinus taeda, Pseudotsugas y Sequoias. Además, el Plan hace especial énfasis en incentivar la gestión en nuestras masas de frondosas, especialmente el monte bajo de castaño y en menor medida otras frondosas como roble, masas mixtas, etc.

-¿Puede ser realmente un nicho de negocio para Asturias el mercado del carbono?

-Según recientes artículos publicados en Europa y EEUU, los fondos de inversión ESG (finalidad ambiental, social y de gobierno corporativo) evolucionan a un ritmo sin precedentes y se prevé un crecimiento exponencial los próximos años. Uno de los ejemplos nacionales que tendrá actividad en Asturias, lo constituyen la Fundación Repsol,?Crédit?Agricole?y Portobello Capital, los cuáles han puesto en marcha el?primer Fondo de?inversión ESG (ambiental, social y de gobierno corporativo) en España para apoyar proyectos de repoblaciones forestales a gran escala para proyectos de compensación de?CO?, y que dispondrá de 100 millones de euros para el proyecto Motor Verde de Fundación Repsol y su participada Grupo Sylvestris, que contempla la reforestación de más de 24.000 hectáreas en los próximos cinco años. En Asturias, nos consta que la puesta en marcha del decreto asturiano está despertando interés de todo tipo de promotores, desde el pequeño propietario hasta empresas de distinto tamaño y sectores económicos. Cetemas ha colaborado con el gobierno del Principado en la preparación del Decreto 40/2021, de 29 de julio, por el que se regula la organización y funcionamiento del registro de huella de carbono para la reducción, absorción y compensación de emisiones de gases de efecto invernadero del Principado de Asturias. El principal objetivo de este decreto es desarrollar proyectos de sumideros forestales de carbono en el Principado de Asturias para aumentar la superficie forestal de la región y generar créditos de carbono que puedan ser utilizados para compensar las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) del sector industrial. Quizás el aspecto diferenciador más relevante de nuestro decreto autonómico es que hemos desarrollado una calculadora de CO2 específica que permite estimar con precisión la cantidad de carbono de nuestras especies forestales, hecho que no ocurre con la calculadora nacional que minora el cálculo de una forma importante para especies como el eucalipto y castaño.

-¿Qué modelos de gestión forestal serían los más adecuados en Asturias para mitigar los gases de efecto invernadero?

-El Centro cuenta con una red de parcelas permanentes en cultivos y ecosistemas forestales radicados en distintas zonas de la península ibérica, cuyo objetivo de investigación es facilitar el desarrollo de modelos de crecimiento y producción orientados a calidad de producto (pasta de celulosa, madera sólida, etc.), incluyendo la optimización de costes de explotación y logística, así como de fijación y almacenamiento de carbono. Para ello, sobre distintos sistemas experimentales se combinan inventarios dasométricos clásicos con el uso de nuevas tecnologías, aplicadas tanto a masas naturales como a plantaciones para madera, por ejemplo: Pinus pinaster Aiton, Pinus radiata D. Don y Castanea sativa Mill, para la producción de madera o Eucalyptus sp. para la producción de pasta de celulosa y bioenergía. En Asturias el dispositivo experimental existente se desarrolla en colaboración con el servicio de montes de la Dirección General de Infraestructuras Rurales y Montes, así como con empresas líderes en su cadena de valor, e incluye ensayos de nuevos materiales, materiales mejorados genéticamente, nuevos aprovechamientos, gestión de podas y claras destinados al estudio de la calidad de madera, permitiendo evaluar la gestión forestal intensiva en el crecimiento y producción de las masas, para la obtención de madera de mejor calidad y otros productos no forestales, como por ejemplo la resina.  

-El Decreto de Huella de Carbono asturiano abre vías para que las empresas compensaran sus emisiones de CO2, pero de manera voluntaria ¿es hora de imponer la obligatoriedad a las empresas que contaminan?

-Creo que la imposición por obligación en el mercado voluntario no sería buena para la actividad económica. La futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética establece exigencias respecto a la Huella de Carbono. En particular, contempla criterios relativos a la reducción de emisiones y Huella de Carbono dirigidos específicamente a la lucha contra el cambio climático como consideración en los contratos del sector público. Por tanto, las empresas más comprometidas con las reducciones y la huella serán más competitivas en la consecución de los contratos públicos y además se posicionarán como empresas sostenibles.

Bioeconomía, la alternativa para la sostenibilidad del planeta

-En palabras que pueda entender todo el mundo ¿qué es la bioeconomía?

-Aunque hay muchas definiciones de bioeconomía, podríamos decir que el concepto más amplio es la “transformación del conocimiento de ciencias de la vida en productos nuevos, sostenibles, ecoeficientes y competitivos”, por lo que constituye una alternativa importante para la sostenibilidad del planeta. Se trata de un proceso disruptivo de transformación que supondrá importantes cambios económicos, políticos y sociales a medio-largo plazo. Una aplicación actual de este concepto de bioeconomía, se centra en la transición de la dependencia de combustibles fósiles a una situación donde la agricultura y los bosques cultivados no solo contribuyan a la seguridad alimentaria y suministro de materias primas a sectores industriales tradicionales (madera, el corcho, la resina, la producción de papel), sino también a la producción de biomasa lignocelulósica como materia prima renovable para las bio-refinerías, nuevos modelos de generación y combustibles, así como nuevos usos. 

-¿Hasta qué punto puede la bioeconomía dar nuevas oportunidades a los montes y al sector forestal?

-La UE considera cinco áreas prioritarias en el ámbito del desarrollo y expansión de la economía circular. Se trata de sectores qué por la tipología de sus productos, la especificidad de su cadena de valor, huellas medioambientales, dependencia de materiales, etc., tienen que hacer frente a desafíos específicos en el ámbito de la economía circular: plásticos, residuos alimentarios, materias primas críticas, construcción y demolición, biomasa y bio-productos. Este último sector es en el que estaría centrado el sector forestal y que da un especial sentido al relanzado término de “Bioeconomía”. El desarrollo de tecnologías avanzadas para transformar la biomasa dará lugar a nuevos modelos de negocio que sin lugar a duda dinamizarán y empujarán el sector forestal. Aunque hay en marcha varias iniciativas en Asturias, podemos citar una que ya es pública como ejemplo; la inversión prevista en Navia para poner en marcha una fábrica de viscosa. Las fibras discontinuas de viscosa están hechas de pulpa de madera y tienen propiedades similares a las fibras de algodón y lana. Estas fibras se pueden usar en gran una variedad de aplicaciones como textiles para el hogar, muebles, materiales para vestidos y tejidos, géneros de punto, etc. 

-¿Qué papel ha de jugar o puede jugar CETEMAS en la gestión de los recursos forestales de la región?

-Han pasado 20 años desde la aprobación del Plan Forestal de Asturias en 2001 donde estableció un modelo de referencia, pero las condiciones tanto ambientales como de la propia cadena de valor monte-industria han variado sustancialmente en todos los escenarios de los espacios y recursos forestales en Asturias. Se plantean en la actualidad nuevos riesgos sanitarios que amenazan nuestro modelo forestal, y existen múltiples dificultades, problemas y conflictos que se suscitan en torno al monte asturiano. Por otro lado, los nuevos usos de la biomasa y la evolución hacia modelos de transición ecológica plantean nuevas necesidades, retos y oportunidades de futuro para el sector forestal asturiano. Nuestra misión y compromiso es poner todas las capacidades al servicio del sector público y las empresas, especialmente las pymes para abordar las necesidades, retos y oportunidades.