Delia Losa: «El balance del bipartito es de una atonía total. Oviedo debe recuperar la vitalidad»

Delia Losa es una persona de consenso. En un momento en el que las negociaciones entre las dos corrientes internas dentro de la Agrupación Socialista de Oviedo (AMSO) estaban enquistadas, el nombre de la actual Delegada del Gobierno en Asturias contó con el beneplácito de todos los implicados. Bajo su batuta, los socialistas ovetenses han creado una ejecutiva con la que pretenden «recuperar la vitalidad» y conseguir de nuevo la alcaldía. Para ello, queda un largo camino en el que uno de los puntos más esperados será la elección en primarias del candidato. Losa se niega a dar pistas sobre sus intenciones de futuro, ni confirma ni desmiente sus intenciones, y asegura que no quiere aprovechar su cargo actual para tomar ventaja. «Tenemos una cantera de gente muy válida para liderar la candidatura y cuando llegue ese momento, veremos», asevera.

-¿Cómo surgió la idea de liderar la AMSO, por iniciativa propia o por petición de la FSA?

-Fue una comunión de las dos voluntades. Yo soy militante de la AMSO desde hace 35 años. Surgió la idea de formar una candidatura ante la posibilidad de que no hubiera acuerdo entre las personas que querían presentarse. Se me planteó esa opción no solo por parte de la FSA, sino también de los dos candidatos. Yo acepté, un poco emocionada, por pensar que se puedan acordar de una tercera persona como elemento de unión de los dos grupos. Afronto el reto con toda la ilusión porque es mi agrupación.

-¿Le costó decidirse a dar el paso?

-No me costó. Cuando tienes una militancia convencida, de tantos años, esto lo asumes como algo natural. Tanto estar como no estar. El único cargo político que he ocupado en estos 35 años es el de la Delegación de Gobierno. Antes, como mucho, fui vocal en alguna ejecutiva.

-Usted ha sido la candidata de consenso entre dos candidaturas que no se ponían de acuerdo. ¿Qué diferenciaba a las dos alternativas?

-Cada uno de ellos tenía una idea muy definida de cómo gestionar la agrupación. Las dos consideraban que su idea era la mejor y cada uno defendía su posición. Pero realmente las diferencias no son profundas, profunda es la convicción de todas las partes en los valores del partido. Son diferencias de estilo, de matiz, y eso se puede limar.

 -¿Tiene mucho trabajo por delante para unir a la organización o se ha encontrado a un partido cohesionado a pesar de las dos corrientes?

-Lo único que hay son diferencias de matiz. Nos reunimos los representantes de las dos partes y no hubo divergencias importantes. Todo lo contrario. No tuve que hacer ningún esfuerzo para que todos nos sentáramos y ya en la primera reunión vi que son personas que se aprecian y que tienen ilusión.

-¿Cuáles son sus principales restos en el nuevo cargo? ¿Qué tiene que cambiar en la AMSO?

-Estamos haciendo un trabajo de prospección. Primero tenemos que organizar y planificar cómo abordar con la ciudadanía los problemas del concejo. Queremos contar con los sectores más dinámicos, que nos expliquen qué necesitan y qué proyectos les parecen más atractivos para que Oviedo salga de la atonía en la que está. Cada secretaría, que tenemos muchas, está elaborando ese trabajo y, una vez esté, el siguiente paso es dinamizarnos, impulsarnos y abrirnos a la calle. Con los dos años de pandemia se produjo un cierre obligado pero ahora hay que superar eso y empezar a salir a contactar con todo el mundo.

-El objetivo es recuperar la alcaldía. ¿Cómo se consigue?

-Ilusionando a la ciudadanía con proyectos que respondan a su necesidades para que nos voten.

-¿Qué balance hace de los tres años de Canteli como alcalde?

-El balance es de una atonía total. De de vez en cuando hay un chispazo pero no hay dinamismo en la ciudad. Eso debe ser a diario, no cuatro o cinco eventos al año. Eso sí que está bien, pero el dinamismo debe ser general en los barrios, en los pueblos. Debemos recuperar la vitalidad.

Ahora acaban de dar a conocer que Oviedo es una de las ciudades con mejor calidad de vida Europa, el alcalde ha salido a sacar pecho, pero lo que dice es que se trata de una conclusión del periodo 2015-2019. Me parece bien que se nos reconozca, ya que no lo hacen directamente, que se reconozca que la gestión no fue tan mala como dicen.

«Debemos reintegrar a los pueblos en el concepto Oviedo porque parece que son de otro concejo»

-¿Son los pueblos y los barrios los grandes olvidados del concejo?

- Oviedo es algo más que el centro. Hay muchos pueblos con mucha entidad y mucha personalidad y el ayuntamiento no se acuerda de ellos para nada. Pienso, por ejemplo, en Trubia, una localidad con una personalidad desbordante y un tejido asociativo importante que tenía un proyecto para un polideportivo y quedó en un cajón. También están los problemas de comunicación con los autobuses, como pasa en Latores, debido a que la planificación que hacen de las líneas no responde a las necesidades de los vecinos. Debemos reintegrar a los pueblos en el concepto Oviedo porque parece que son pueblos de otro concejo.

-En las elecciones municipales resulta clave acertar con el candidato. ¿Cuándo comenzará ese proceso?

-No sé exactamente el calendario. Quedan unos meses todavía, pero eso es un mandato que nos impusimos los socialistas. No se designa al candidato a dedo y solo tienen ese privilegio los que ahora detentan una alcaldía. Donde no hay alcalde, el proceso de primarias es obligatorio.

-¿Tiene intención de presentarse a esas primarias?

-Ahora mismo estamos centrados en preparar un programa atractivo para la ciudadanía. Después, tenemos una cantera muy importante de gente muy válida para liderar la candidatura y cuando llegue ese momento, veremos. De la misma manera que ahora había dos opciones, cuando se convoque no sabemos quién puede ser el candidato. Pero sería injusto que yo me aproveche de la situación actual para hacer campaña. Con todo el respeto, debemos ser escrupulosos con los procesos internos que tenemos.

-¿Qué papel juega el exalcalde, Wenceslao López, en la nueva AMSO?

-Es nuestro máximo representante en el grupo socialista. Es una persona muy respetada dentro y fuera del partido y el resultado en las últimas elecciones no fue muy negativo. Es prudente, discreto y muy honrado, como se pudo comprobar con el resultado del juicio injusto de Gascona. Demostró su honradez y lleva muchos años trabajando para el partido. Me parece alguien excepcional y el papel que juega es el de compañero que aporta todo el bagaje que tiene de experiencia.

-En Oviedo hay un puñado de proyectos que pueden cambiar radicalmente la configuración de la ciudad. ¿Qué hay que hacer en La Vega? ¿En qué punto está la negociación con Defensa?

-La Vega va a suponer un cambio paradigmático. Es como un salto de Oviedo a la modernidad y al futuro si se diseña bien y se emplea para lo que debe ser. Debe destinarse a proyectos culturales y relacionados con la sanidad porque está cerca del Huca. Es una zona que a mí me encanta. Me recuerda a las zonas de Nueva York donde se reutilizaron las naves para la sociedad civil.

Tanto el gobierno socialista de Oviedo cuando gobernaba, como el Principado como Gobierno de España trabajaron ya en aquel momento. Luego siguieron, ya sin el PSOE de Oviedo porque fue excluido, y espero que se consigan resultados. Creo que se está avanzando pero es un tema muy complejo. Ninguna administración puede deshacerse, por ley, de su patrimonio sin recibir remuneración. En este caso no solo es patrimonio de Oviedo, al ser del Estado es de todos españoles y eso requiere unas negociaciones. Cuando estaba el PSOE estaba avanzado, luego se paró todo y ahora parece que, gracias al impulso del Principado y Gobierno, sin demérito del equipo municipal, está muy bien encarrilado.

Aquí entra otro tema importante como es el Bulevar de Santuyano. Por no llevar a cabo el proyecto que teníamos en la anterior legislatura, ya se han perdido 4 millones de euros. Es de vital importancia porque cambia el concepto de Oviedo y entronca con la fábrica de armas. Lo que no puede ser es que cada vez que llegue la derecha se dedique a deshacer todo lo que habían hecho los progresistas, así no avanzamos como país. En Oviedo han hecho lo mismo. Llegar y lo primero ha sido quitar los nombres de las calles de personas que habían sido luchadores de la libertad y asesinados en la dictadura.

«Una ronda por el norte es imprescindible para cualquier ciudad del tamaño de Oviedo»

-Otro de los grandes proyectos es la ronda norte, un proyecto con una fuerte oposición por parte de los vecinos de la zona. ¿Es una obra irrenunciable para la AMSO?

-Para la ronda norte había cuatro proyectos presentados. Creo que una ronda por el norte es imprescindible para cualquier ciudad del tamaño de Oviedo. No puede ser que el tráfico del exterior venga a parar a la calle Uría o sus inmediaciones. Ahora saldrá a información pública el estudio de impacto ambiental, y ahí se debe ver minuciosamente cómo afecta al monte Naranco, pero para eso son estos trámites. Pienso que una ronda norte es imprescindible para Oviedo.

-¿Qué hay que hacer en El Cristo?

-En la AMSO creemos que lo que hay que hacer es que las tres administraciones que tienen intereses y propiedades se sienten a negociar, que es algo que no se ha hecho. El ayuntamiento es amigo de vender la piel del oso antes de cazarlo, pero no se puede decir que ya tenemos esto o que vamos a hacer lo otro sabiendo que hay unas vinculaciones de propiedad que tienen un tratamiento legal. No puedes disponer y decir que vas a hacer algo con los inmuebles de la tesorería sin contar con ellos.

-¿Cómo es posible que después de tanto tiempo todavía ni siquiera se hayan sentado a negociar?

-Yo tampoco lo entiendo, pero me parece que lo primero es sentar a las partes.

-En la legislatura del tripartito hubo tensiones internas, especialmente entre PSOE y Somos. ¿Serían en la AMSO partidarios de reeditar un pacto similar al de 2015?

-Los tiempos del bipartidismo, en este momento, son impensables. Necesariamente tienes que pactar. Lógicamente pactas con los que tienes más afinidad y con Somos e IU tenemos más puntos de afinidad que con la derecha. Puede ser la edad o la experiencia, pero me parece que pactar es una forma necesaria para la buena convivencia. Pactar no sería ningún obstáculo ni por mi parte ni por la de la AMSO.

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