Detectan microplásticos en angulas de ríos asturianos

La Voz REDACCION

ASTURIAS

De izquierda a derecha, los investigadores Eva García Vázquez (Universidad de Oviedo), Almudena Álvarez (Centro de Experimentación Pesquera del Principado de Asturias), Alba Ardura (Universidad de Oviedo) y Daniel Menéndez (Universidad de Oviedo)
De izquierda a derecha, los investigadores Eva García Vázquez (Universidad de Oviedo), Almudena Álvarez (Centro de Experimentación Pesquera del Principado de Asturias), Alba Ardura (Universidad de Oviedo) y Daniel Menéndez (Universidad de Oviedo)

Una investigación de la Universidad de Oviedo concluye que se contaminan tanto en el mar como en los ríos

11 may 2022 . Actualizado a las 13:26 h.

Una investigación liderada por la Universidad de Oviedo ha permitido identificar la presencia de microplásticos en angulas de varios ríos de la costa asturiana. El estudio, realizado en colaboración con el Centro de Experimentación Pesquera del Principado de Asturias y el Acuario de Gijón, acaba de ser publicado en la revista Environmental Pollution, de máximo impacto en su área de conocimiento.

Los autores del trabajo recuerdan que la contaminación por microplásticos se considera actualmente una amenaza global para los organismos marinos y de agua dulce. Sus efectos nocivos dependen de su composición y de las sustancias adheridas a su superficie (metales pesados, bisfenol A, pesticidas…), e incluyen daño físico (rotura de tejidos, obstrucción de cavidades…), alteraciones fisiológicas, toxicidad, daños en el ADN y otros.

En este trabajo, en el que han participado los investigadores del Área de Genética de la Universidad de Oviedo Daniel Menéndez, Alba Ardura y Eva García Vázquez, se han cuantificado microplásticos en anguila europea (Anguilla anguilla) a su llegada a tres ríos de la costa asturiana (Nalón, Bedón y Cabra). Esta especie se reproduce en el Mar de los Sargazos, a menos de 1.000 km de la costa este de Estados Unidos. Las larvas leptocéfalas emprenden un largo viaje, entre uno y dos años y medio, hasta entrar en los ríos europeos, donde se transforman primero en angulas y, posteriormente en anguilas amarillas que permanecen varios años en el río. Una vez alcanzan la madurez sexual, lo abandonan y retornan de nuevo a desovar al Mar de los Sargazos.

Los investigadores señalan que, en este estudio, se analizaron angulas, agua y arena de la desembocadura de cada río, así como agua de mar. «La concentración de partículas de microplásticos por gramo en las muestras de angula fue de entre 2,5 y 2,7 mientras que la concentración fue cien veces menor en arena y mil veces menor en el agua de río», indica Alba Ardura. Algunos de los microplásticos encontrados estaban compuestos de poliéster y acrílicos, sustancias catalogadas como dañinas para la vida acuática por la Agencia Química Europea.

«Es de destacar la presencia de microplásticos incorporados en la musculatura dorsal de varios individuos, indicadora de su procedencia marina. Tanto el agua de río como la marina explican significativamente los perfiles de microplásticos encontrados en las angulas, por lo que se puede concluir que las anguilas que crecen en los ríos asturianos, al menos en los estudiados, se contaminan por microplásticos en ambos ambientes», explica Daniel Menéndez.

Los investigadores recuerdan que la angula es un recurso pesquero de gran importancia económica en Asturias. Sin embargo, por su elevado precio y escasas capturas no es un alimento de alto consumo, por lo que los microplásticos que contiene no representarían en principio un riesgo significativo para la salud humana. Sin embargo, sí que afectarían a la propia especie, lo cual supondría un problema añadido para una especie como esta, catalogada como En Peligro Crítico (CR) por la Unión Internacional para la Protección de la Naturaleza.

Además de la novedad científica, que demuestra por primera vez la incorporación de microplásticos del océano en los ríos a través de esta especie, la importancia de este estudio radica en la necesidad de tener datos sobre la situación actual de la biota de la costa cantábrica frente a este contaminante emergente. A partir de ahí se pueden buscar soluciones de forma consensuada y desde distintos niveles. Algunos ejemplos serían, según los autores del estudio, reducir los focos de emisión de basura como vertederos incontrolados, mejorar los sistemas de retención de microplásticos en las plantas de tratamiento de aguas, promover la educación ambiental y la innovación para la transición a consumo de materiales sin plástico.