El VII Festival de Cine LGTBI del Centro Niemeyer arranca el sábado con una gala inaugural y la proyección de «La primera muerte de Joana»
13 may 2022 . Actualizado a las 13:57 h.El coordinador del Festival de Cine LGTBI del Centro Niemeyer, Borja Ibaseta, ha considerado este viernes que este tipo de certámenes siempre tendrán sentido por su temática y la calidad de la producción, aun cuando se hayan logrado todos los derechos que hoy son objeto de reivindicación del colectivo.
En declaraciones a Efe, el gestor cultural ha dicho que festivales de cine como el de Avilés -en España hay 17 con esa temática-, ayudan en la creación del universo ético y estético del colectivo LGTBI.
«Eso nos aporta esa capacidad de imaginar historias reales o de ficción sobre nuestra propia identidad, nuestros deseos, nuestros anhelos. Anima a que este tipo de festivales perduren muchos años», ha declarado Ibaseta.
En su opinión, habrá que ver con el tiempo si toda la consecución de derechos implicará la finalización de este tipo de actividades o si, por otro lado, «deriva hacia ese imaginario» que tiene que ver con una identidad.
«Creo que es más lo segundo, creo que tiene que ver con la creación de referentes, con la posibilidad de tener historias accesibles», ha resuelto Ibaseta.
El público podrá comprobar, a partir de mañana, que en la producción cinematográfica está habiendo un cambio, más en las historias que en los personajes.
«Lo que está empezando a surgir es un poco salirnos del drama, del sufrimiento y del dolor, para llegar a historias que nos llevan más un poco a crear un futuro, con otras posibles historias», ha precisado.
Para animar a la producción de cine LGTBI, ha nacido en el seno de este festival Industry Day, con la idea de trasladar al sector asturiano que existe un mercado.
Lo hará con experiencias de éxito como la del director Adrián Silvestre, que estará en el festival con su premiada «Sedimentos».
«Se trata de desmitificar el hecho de que hacer algo así es algo muy reducido, con un ámbito profesional y de exhibición muy limitado», ha explicado el coordinador del certamen.
Este festival se diferencia del resto en el hecho de que los otros 16 son iniciativas que salen desde las asociaciones y desde el voluntariado «y eso cambia un montón las fórmulas de trabajo, los presupuestos e incluso la colaboración de las administraciones públicas».
Detrás del Festival del Niemeyer hay una fundación del ámbito del sector público que apuesta por este tipo de iniciativas, «lo que quiere decir que la administración pública asturiana apuesta por este tipo de contenido y por este tipo de defensa de los derechos humanos y de la celebración de la cultura LGTBI».
Pero en este festival no todo es cine. En Asturias se están dado casos de LGTBIfobia, se están interponiendo algunas denuncias y parecía lógico que se hable de ello y «enfrentarse a esa bestia negra», ha expuesto.
Asturias puso en marcha el pasado año el Observatorio contra la Violencia LGTBIfóbica y el Festival ha entendido que es bueno explicar para qué sirven estos organismos, qué es lo que hacen y cuál es la misión que tienen.
Para ello, la organización ha invitado a los observatorios de tres comunidades autónomas para que compartan su experiencia, su visión sobre cómo se trabaja, «también en el apoyo a las víctimas».
El VII Festival de Cine LGTBI del Centro Niemeyer, que incluye una selección de ocho largometrajes y diez cortos, dará comienzo mañana, sábado, a las 20:00 horas, con una gala inaugural a la que seguirá la proyección de «La primera muerte de Joana», de Cristiane Oliveira