300 días en el calendario de Barbón: los retos de la recta final de la legislatura

L.O.

ASTURIAS

F. Sotomonte

La apertura de la Variante de Pajares, el aprovechamiento de los fondos europeos y la geometría variable en el parlamento marcan el año previo a las próximas elecciones

23 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A punto de terminar el mes de mayo comienza la cuenta atrás definitiva de la legislatura autonómica que, si no hay ningún adelanto, se cumpliría en el mismo mes del año próximo. Mayo de 2023 será la nueva llamada a las urnas para los asturianos y Adrián Barbón afronta el último año de un mandato inédito marcado por circunstancias extraordinarias, como la pandemia del covid, que han afectado y mucho a prioridades y presupuestos. A sólo tres escaños de la mayoría absoluta, Barbón ha jugado con la geometría variable en el parlamento, apoyándose las más de las ocasiones en los dos escaños de Izquierda Unida pero también, y no sin roces con la coalición, en el grupo de Ciudadanos.

La reforma del Estatuto, y con ella la de la oficialidad de la lengua asturiana, ha quedado prácticamente (salvo un giro inesperado de posiciones en Foro) aparcada para la próxima legislatura y ese ha sido, de forma confesa, uno de los fracasos admitidos por el presidente. Barbón ha gozado en todo caso de la disgregación de muchos grupos, el propio Foro, Ciudadanos que ha renovado en una cascada de renuncias casi todos sus diputados en la Junta, con un Podemos que afrontó un relevo de liderazgo muy tenso y un PP que sólo al final de la legislatura ha empezado a estabilizar su situación interna acuciado desde fuera por el auge de la extrema derecha.

Quizá por todo ello, fuentes de presidencia indicaron que, en el último año de la legislatura una de las prioridades del presidente es «mantener Asturias a salvo de la política tóxica tan habitual en el debate nacional» poniendo como ejemplo de consenso que no ha habido prórroga presupuestaria en ningún momento en todo el mandato y, año a año, se han ido aprobando las cuentas de la comunidad con distintos acuerdos.

Pero obras son amores. En este 2023 tendrá que abrirse definitivamente, ya ha comenzado la circulación en pruebas de los trenes, la Variante de Pajares, una obra titánica para atravesar la cordillera y que está llamada a cambiar el tráfico de pasajeros, pero sobre todo de mercancías, por tren desde Asturias hacia el resto de la península. Junto a ella, Presidencia indicó que «seguiremos impulsando otras mejoras en las infraestructuras, como el plan de choque de las cercanías ferroviarias, la agilización de las obras de la autovía del suroccidente (A-63) y los planes de integración ferroviaria de Gijón, Langreo y Oviedo» y los 80 millones fijados para mejoras en comunicaciones del suroccidente.

Clave en la recuperación postpandemia y también en el proceso de transición energética, con un profundo impacto en la comunidad, son los fondos procedentes de Europa. En este sentido, desde el Ejecutivo asturiano se recalcó que la ministra de Economía, Nadia Calviño, había marcado a Asturias como la segunda comunidad con mayor grado de ejecución de estos proyectos y se resaltó la relevancia en meses inmediatos de de los Proyectos estratégicos de recuperación y transformación, los perte.

Hay nueve aprobados en sectores tan variados como industria, energía o sector agroalimentario, «algunos de esos perte resultan de especial interés para Asturias porque contribuirán a que supere con éxito el doble desafío de la transición ecológica y digital. En este mismo objetivo resulta clave el comienzo del proyecto de descarbonización de Arcelor y de las iniciativas empresariales vinculadas a la producción, almacenamiento, distribución y consumo del hidrógeno verde, algunas de ellas vinculadas al Mecanismo de transición justa (incluido, en parte, en el programa Next Generation)»; y en este punto son ya 350 millones los recibidos de los 490 que se esperan en Asturias. 

El empleo ofrece una cara agridulce, en los últimos meses tanto en España como en Asturias se están registrando cifras de ocupación que no se daban desde la Gran Recesión de 2008 y, sin embargo, la comunidad arrastra enormes problemas estructurales y de calado para el desempleo de mayores de 50 años o precariedad juvenil. En este punto, el Principado indicó que intensificará los esfuerzos para desarrollar políticas contra el declive demográficos pero «sin soluciones mágicas».

«Contamos con el desbloqueo definitivo de la regasificadora de El Musel, el inicio de actividad del centro logístico de Amazon de Siero y con que avancen las negociaciones para encontrar una alternativa industrial sólida tanto para la antigua planta de Alcoa en San Balandrán como para la factoría de Danone en Salas». Dentro de la propia Administración autonómica, Barbón anunció una reforma de la que se podrían poner las primeras piedras con el objetivo, según dijo, de bajar la tasa de interinidad del 8%.

Otros proyectos clave para la recta final de la legislatura son el inicio de las obras de ampliación del Hospital de Cabueñes en los meses de verano (y que ya fueron demoradas por el alza de precios de materias primas que frenó muchas obras) así como políticas del estado del bienestar entre las que se citó «la mejora progresiva de la atención primaria, la reducción de la lista de espera, la construcción de nuevos equipamientos educativos y el refuerzo de los servicios sociales», con ejemplos como la aplicación del bono joven para ayudas al alquiler o el programa Connect-AS para evitar la exclusión digital de las personas más vulnerables.  

Dentro del ámbito político, desde Presidencia se recalcó que se quiere «recuperar el orgullo y la autoestima de Asturias» frente a «la salmodia del derrotismo y la decadencia propia de la derecha».