A juicio por humillar a una compañera en el Ayuntamiento de Langreo por ser mujer

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Ayuntamiento de Langreo
Ayuntamiento de Langreo

Según la Fiscalía, «no fue muy bien recibida por el resto de los empleados, todos varones, que manifestaron que no querían a una mujer allí» y el acusado, en concreto, la menospreciaba con sus comentarios casi a diario

24 may 2022 . Actualizado a las 18:58 h.

Un trabajador del Ayuntamiento de Langreo afronta un año de cárcel por humillar y menospreciar a una compañera por el hecho de ser mujer en la vista oral fijada para mañana, en la que la Fiscalía solicita además una pena de dos meses de prisión para otro empleado municipal por un delito leve de maltrato.

Según las conclusiones provisionales del Ministerio Público, la víctima se incorporó en junio de 2018 a la sección de cementerios municipales del Ayuntamiento de Langreo, donde era la única mujer, y desde el principio su presencia en el departamento «no fue muy bien recibida por el resto de los empleados, todos varones, que manifestaron que no querían a una mujer allí».

No obstante, la relación fue poco a poco mejorando excepto con el acusado que, casi a diario, y cuando su compañera se encontraba presente, afirmaba que «las mujeres son unas putas, solo valen para follar y para fregar» e insistía en que no sabía qué hacía una mujer trabajando allí.

Según la Fiscalía, la víctima contestaba al principio al acusado, pero después dejó de decirle nada pese a que intentó hablar con él sobre el asunto en al menos dos ocasiones mientras que este siguió repitiendo su menosprecio, que se extendió a otra trabajadora del servicio de jardinería de la que, sin conocerla, afirmó: «Mira a esa, otra puta que quería venir a Cementerios, menuda hija de puta».

En diciembre de 2018 el Ayuntamiento de Langreo abrió un expediente disciplinario al acusado después de que el jefe de los Servicios Operativos en funciones informara de que, entre los meses de octubre y noviembre, presuntamente se había propasado con dos compañeras utilizando expresiones vejatorias e insultantes hacía las mujeres.

En sus informes constaba que fue preciso separar a personas y cambiar medios y sistema de trabajo del personal por esta circunstancia por lo que, a través de una resolución de la Alcaldía, se acordó el traslado provisional de los dos acusados y de varios de los empleados municipales del Servicio de Cementerios mientras se investigaban las presuntas irregularidades denunciadas.

Meses después, según relata la Fiscalía, cuando la víctima se encontraba realizando su trabajo en el cementerio de Sama, acompañada por su compañero sentimental, escuchó como una persona se dirigió a otra que asistía a un entierro para llamarla «hija de puta» al ser la responsable de la denuncia que había hecho que sacaran al acusado del servicio de cementerios.

La mujer fue reconocida por un psicólogo que le diagnosticó un trastorno ansioso-depresivo y, en el contexto de esta situación, se encontró en el pasillo de los vestuarios junto a la otra trabajadora vejada con el segundo acusado que, al verlas, dio una patada a la puerta, que obligó a ambas a apartarse para evitar que les golpease, y golpeó con su hombro el de esta última, que previamente se había apartado, sin ocasionarle menoscabo corporal alguno.

La Fiscalía considera que los hechos atribuidos al primer acusado son constitutivos de un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas, en la modalidad de lesión a la dignidad con acciones de menosprecio y descredito, en concurso con otro contra la integridad moral mientras que en el caso del segundo se corresponden con un delito leve de maltrato de obra.

Así, además de las penas de prisión, el Ministerio Público pide para el primer acusado que indemnice a su víctima con 3.000 euros, una multa de diaria de seis euros durante nueve meses y la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de su víctima durante tres años y para el segundo una pena de dos meses de multa también con una cuota diaria de seis euros, informa Efe.