Un autónomo gijonés se libra de una deuda de 60.000 euros gracias a la ley de la segunda oportunidad

L.F. REDACCIÓN

ASTURIAS

Pilar Canicoba

El Juzgado de Primera Instancia número dos de Gijón exonera definitivamente de todos los créditos pendientes

30 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vecino de Gijón, autónomo, tenía una tienda minorista que con el tiempo dejó de ser rentable. Los pagos mensuales comenzaron a superar a los ingresos y, como solución, solicitó préstamos para evitar el cierre y saldar cuentas con las administraciones públicas. Las deudas fueron aumentando hasta llegar a los 60.000 euros, pero ahora un juez le ha exonerado de pagarlas al permitir que se acoja a la ley de segunda oportunidad.

Desde la Asociación de Ayuda al Endeudamiento explican que, aunque su forma de actuar puede parecer lógica, si la facturación del negocio no mejora las consecuencias de pedir estos nuevos préstamos son peores. En el caso del gijonés, con los primeros impagos comenzaron «las amenazas y demandas por parte de proveedores», informan desde la asociación, esto no solo le provocó un problema económico sino también de salud.

Su situación ya era insostenible y en ese momento es cuando contactó con la asociación. Tras analizar su caso y las causas de la insolvencia, le aconsejaron acogerse a la ley de la segunda oportunidad. «Con el inicio de la ley de la segunda oportunidad iba a obtener un beneficio inmediato: un respiro económico, ya que cualquier pago o proceso de embargo quedaba en suspenso hasta que se resolviese el asunto por el juez», explica la letrada Mónica Puente. «Posteriormente, además, se aseguraría uno de los dos posibles fines de este trámite: un acuerdo que le rebajara la deuda total hasta una cuantía mensual asumible o la exoneración del 100% de sus créditos», recalca Puente.

En este caso, «a pesar del esfuerzo del interesado», destacan desde la asociación, la propuesta de acuerdo fue rechazada «por la mayoría de acreedores por encontrarla insuficiente». Desde la asociación matizan que, al contrario de lo que podría parecer, «esto no fue tan mala noticia, ya que, presentada ante notario y quedando en documento público, el deudor obtenía la distinción de deudor de buena fe, lo que le permitía solicitar el perdón del 100% de las deudas». 

Y eso fue lo que hicieron los abogados en los Juzgados de Gijón. Su petición fue aprobada por el Tribunal, concediendo así la exoneración sobre todas las obligaciones y «eliminando las consecuencias de una mala época empresarial». Tras ello, este ciudadano se libera una carga importante que llevaba consigo, y puede comenzar su segunda etapa empresarial sin deudas que la lastren y optando a nueva financiación si su nuevo emprendimiento lo requiriere. 

Requisitos para conseguir la liberación definitiva de las deudas

El primer requisito es sin duda el más importante: debe acreditarse la buena fe del deudor. Para ello, resulta indispensable no tener antecedentes penales económicos y proponer un plan de pagos acorde a sus ingresos a todos los acreedores. Se trata de un último esfuerzo que exige la ley para que estos tengan la opción de cobrar algo. Además, debe tratarse de una deuda que no supere los 5 millones y acreditarse la insolvencia del beneficiado. 

El Juzgado comprobó que el autónomo gijonés cumplía estos estos requerimientos y el pasado 16 de mayo dictó sentencia concediéndole el BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho), lo que ha supuesto dejar a este deudor libre de 60.565,49 euros. Con esta sentencia, los acreedores del concursado -entre ellos BBVA, Carrefour o Wizink- han visto cómo sus créditos han sido cancelados y ya no podrán reclamar ningún pago más ni incluir en ficheros de morosos al ya exdeudor. 

Con este, ya son 6 exoneraciones conseguidas por parte de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento  durante 2022. Son el triple de las conseguidas durante todo el 2021.