Fallece Alberto Marcos Vallaure, el primer rector elegido democráticamente

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Alberto Marcos Vallaure
Alberto Marcos Vallaure

Marcos Vallaure fue una figura clave en la modernización de la Universidad de Oviedo

06 jun 2022 . Actualizado a las 18:03 h.

El exrector de la Universidad de Oviedo Alberto Marcos Vallaure ha fallecido en Oviedo a los 78 años. Nacido en Cayés, Llanera, dedicó toda su carrera a la geología y a la Universidad de Oviedo, donde estudió, fue profesor y catedrático, rector y emérito. Una larga carrera de 55 años del que fue primer rector de la Universidad de Oviedo elegido democráticamente. Fue en 1984, con 40 años recién cumplidos y su figura fue clave en la modernización de la institución tal y como hoy la conocemos.

Marcos Vallaure estudió en los Maristas de Oviedo y entró en la facultad de Ciencias Geológicas en 1962, cuando Geología era una sección dentro de la Facultad de Ciencias. Tras licenciarse, fue profesor ayudante (1966-1968), profesor adjunto (1968-1982), profesor agregado (1982-1984) catedrático (1984-2014) y profesor emérito (2015-2017). Su tesis doctoral se tituló Las series del Paleozoico inferior y la estructura herciniana del occidente de Asturias, estuvo dirigida por el profesor Manuel Julivert y se considera un hito en el conocimiento de la geología del noroeste de la Península Ibérica.

En 1984 fue elegido en las primeras elecciones democráticas de un rector en la Universidad de Oviedo tras la ley de 1983. La votación se celebró en el Hotel de la Reconquista de Oviedo y no en un recinto universitario. Tras un largo recuento de un colectivo electoral de más de un millar de personas, Marcos Vallaure se impuso por 24 votos sobre el entonces rector Teodoro López-Cuesta, catedrático de Derecho. López Cuesta llevaba ya nueve años en el cargo y aspiraba a continuar. Se impuso con más diferencia sobre los otros dos candidatos, Modesto Montoto, también catedrático de Geología, que había sido Decano de la Facultad de Ciencias y Matías Mayor, catedrático de Botánica.

Marcos Vallaure perteneció a una generación de alumnos que a finales de los 60 protestaron contra el franquismo y también de profesores que a finales de los años 70 reclamó una reforma profunda de la vieja universidad, burocrática y casi sin investigación, herencia del franquismo. Una Universidad aquejada de graves problemas de personal y en la que los precarios contratos temporales llegaron a representar más del 85% de las plantillas universitarias.  Profesores y amigos de Marcos Vallaure como Francisco Javier Álvarez Pulgar y Fernando Bastida recordaban hace años cómo fue la elaboración de los estatutos en un claustro constituyente de más de 1.000 personas, que se tenían que reunir en el Teatro Filarmónica porque no había ningún recinto en la Universidad con capacidad suficiente. Los nuevos estatutos, los terceros después de los de 1707, fueron aprobados en 1985 y permitieron la modernización de la Universidad de Oviedo. Por cierto que Marcos Vallaure presentó una moción de confianza al claustro tras su aprobación, una cuestión que ganó por mayoría holgada.

Tras cuatro años en el cargo, Alberto Marcos Vallaure abandonó el rectorado con 44 años y volvió a su carrera académica e investigadora. Como profesor se caracterizó por la claridad de sus exposiciones y la cercanía a sus alumnos. Clases amenas, bien ilustradas y de fácil comprensión y seguimiento como pueden atestiguar sus cientos de alumnos.

Alberto Marcos Vallaure, que amplió su formación académica con estancias en varios países europeos, es autor de infinidad de trabajos publicados tanto en España como en el extranjero, que se centraron, sobre todo, en la geología de la península ibérica. El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, ha trasladado en nombre de la comunidad universitaria a sus familiares y amigos el enorme pesar por la pérdida de Marcos Vallaure, al que ha calificado como un universitario «ejemplar» y un rector que ha sido «referencia indiscutible de liderazgo y cercanía».

«Él asumió los cambios trascendentales que tuvo que hacer la universidad asturiana tras la entrada en vigor de la LRU. Su fallecimiento deja un enorme vacío que solo apenas puede llenar el recuerdo de su talla humana y académica», ha subrayado.