El balance de la Aemet sobre la primavera refleja que fue la décima más cálida desde 1961
21 jun 2022 . Actualizado a las 13:55 h.Tras una primavera muy cálida y seca en Asturias, en los meses del verano que comienza hoy se espera más de lo mismo. Así, según el balance presentado hoy por el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Asturias, Ángel J. Gómez Peláez, «esperamos que el escenario cálido sea el más probable, con un 60% de probabilidad, mientras que el normal (30%) y el frío (10%) tienen menor probabilidad». Y, en cuanto a las precipitaciones que la Aemet espera para este verano en la comunidad, de nuevo el escenario seco es el más probable (50%) frente al 30% del normal y del 20% del húmedo.
En el oriente asturiano, la probabilidad de que sea un verano cálido es aún mayor con un 70% de probabilidad. Hasta septiembre, además, hay una gran probabilidad de que la temperatura media se encuentre en los terciles cálido y seco en toda España, teniendo como referencia el periodo comprendido entre 1981 y 2010.
En cuanto a las previsiones para los próximos días, este miércoles se esperan cielos cubiertos que al final del día disminuyen a nubosos, con lluvias y chubascos débiles generalizados desde el principio en el litoral, que se extenderán al resto desde por la mañana, sin descartar que puedan ser localmente más fuertes y acompañados de tormenta. Las temperaturas no tendrán cambios significativos y el viento soplará flojo variable tendiendo a viento del norte flojo durante las horas centrales.
El jueves seguirá siendo un día nuboso o cubierto, con probables lluvias y chubascos débiles generalizados, sin descartar que sean localmente más fuertes a partir del mediodía y persistentes en la mitad este. Las temperaturas ya irán en ascenso ligero, salvo las mínimas del interior, que experimentarán pocos cambios, y el viento se mantendrá flojo variable rolando por la tarde en la costa a viento flojo del oeste.
El viernes, 24 de junio, los cielos seguirán nubosos o cubiertos, sin descartar lluvias y chubascos débiles más probables y localmente más fuertes en el tercio oriental, y las temperaturas seguirán en ascenso ligero. El viento también se mantiene flojo variable al principio, con predominio de la componente oeste durante el día y con intervalos más fuertes en la costa, que rolará al final a viento flojo del sur.
En la semana del 27 al 3 de julio se espera que la temperatura media sea ligeramente menor que la normal para la época del año al igual que la precipitación acumulada; del 4 al 17 de julio, los valores serán los normales para la época.
Por otro lado, el año hidrológico en Asturias, el periodo que va del 1 octubre al 15 de junio, se ha saldado con una precipitación acumulada inferior a la normal en un 11% y de la que, además, el 40% se registró en los últimos diez días de noviembre y los diez primeros de diciembre. El resultado de este periodo refleja un déficit de precipitación en el Occidente asturiano, Cordillera Cantábrica y gran parte del Oriente mientras que se produjo un superávit en la zona Centro, según informa Efe.
El informe sobre la pasada primavera meteorológica -del 1 de marzo al 31 de mayo- refleja que la estación fue muy cálida y seca en el Principado, especialmente durante el mes de mayo, mientras que el mes de marzo fue húmedo y el de abril normal en temperaturas y precipitaciones. De esta forma, la primavera ha sido la décima más cálida en Asturias y la decimoctava más seca del periodo 1961-2022 y resultó más soleada de lo normal en el aeropuerto mientras que en Oviedo la insolación fue normal.
Las cifras más extremas registradas en ese periodo fueron de 81,6 litros por metros cuadrado en Ibias el 22 de mayo mientras que la temperatura mínima se registró el 5 de marzo en Pajares-Valgrande, con -6,8 º, y la máxima fue de 30,2 º en Mieres el 17 de mayo y la mayor racha de viento tuvo lugar el 8 de abril en Cabo Busto (115 kilómetros por hora).