¿Es bicéfalo Barbón?

Juan M. Arribas

ASTURIAS

El presidente del Principado, Adrián Barbón, atiende a los medios
El presidente del Principado, Adrián Barbón, atiende a los medios Principado de Asturias

23 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El acercamiento de Adrián Barbón a Ciudadanos, con quien ya pactó los presupuestos del año pasado, está desatando una corriente de tensión entre los socialistas e IU y Podemos. La coalición cree que no se puede pactar la política social con la izquierda y la económica con la derecha: es incompatible. Esa bicefalia de Barbón también merece las críticas de Podemos. Los morados consideran que forma parte de una estrategia deliberada y cuestionan las insistentes afirmaciones del presidente en las que asegura que es «casi imposible» que en 2023 salgan adelante los presupuestos por la cercanía de los comicios.  ¿Y qué piensa Ciudadanos? Tras el desastre andaluz, madrileño y castellanoleonés, los naranjas cree que aún les queda un año por delante en Asturias. Y que van a tratar de alcanzar acuerdos y consensos como los presupuestos. A Barbón, por mucho que niegue, le saldrán las cuentas de 2023, un presupuesto fundamental porque deberían incorporar, con aportaciones complementarias, los cientos de millones de euros procedentes de los fondos de recuperación y de transición justa de la UE

Los reproches de las otras fuerzas de la izquierda a Barbón tienen más derroteros. Lamentan  que Barbón se sitúe ya en campaña mientras exige a los demás partidos que no lo hagan. Reprochan que cierre la legislatura apoyado en la derecha, y en particular en Ciudadanos, para aprobar las leyes pendientes. Y le emplazan a no criminalizar a la izquierda por ser exigente y estar dispuesta a enfrentarse a los grupos de presión y a los intereses financieros. Y extraen como conclusión que para Barbón es más cómodo dirigirse a la derecha, quizá porque están dispuestos a aprobar los presupuestos a cambio de nada o porque cada vez tienen más cosas en común.

El análisis de Ciudadanos es diferente.  Critican abiertamente a la izquierda, y en concreto a IU,  a los que acusan de pretender excluirlos de la vida política y de querer imponer un cordón sanitario. Los naranjas sostienen que tienen un año por delante de contrato con sus electores, aunque tanto el PP como el PSOE están muy atentos a captar futuros votantes. Que en las últimas elecciones en Madrid, Castilla y León y Andalucía se hayan saldado con un único diputado de Cs implica que el nicho de votantes es muy goloso. En todo caso, el objetivo inicial de este año que resta de legislatura es ser un partido influyente y moderador de las políticas de Adrián Barbón. Barbón ha adelantado el debate del estado de la región a la primera quincena de septiembre: comenzará entonces la negociación de su último presupuesto, en medio de una soterrada precampaña electoral que promete ser larga. Como todas.