Todos los secretos de la Cruz de la Victoria

La Voz

ASTURIAS

Raquel Alonso Álvarez destaca que es el símbolo transversal de Asturias en la conferencia «Cuando los objetos se hacen poderosos cambiando de significado» para conmemorar los 1.300 años de la batalla de Covadonga

30 jun 2022 . Actualizado a las 09:33 h.

La profesora e investigadora del Departamento de Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Oviedo Raquel Alonso Álvarez ha destacado este miércoles el carácter «absolutamente transversal» de la Cruz de la Victoria como símbolo de Asturias, a pesar, ha dicho, del intento de apropiación del franquismo.

Pese a la famosa foto del dictador Francisco Franco sosteniendo la Cruz de la Victoria para entrar en la Catedral de San Salvador de Oviedo, «como si fuera un nuevo Príncipe Pelayo», la profesora ha destacado que es un elemento que ha conseguido mantenerse con validez para muy diferentes grupos.

Alonso Álvarez ha pronunciado una conferencia en el Centro Valey de Piedras blancas con el título de «Cuando los objetos se hacen poderosos cambiando de significado», dentro de las actividades programadas por el Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón para conmemorar los 1.300 años de la batalla de Covadonga, en torno a la Cruz de la Victoria, símbolo representativo de Asturias.

Basta con hacer un rastreo rápido por internet para comprobar, ha indicado la investigadora, que la Cruz de la Victoria «casi se ha convertido en una especie de icono pop, porque se encuentra en tatuajes, adornos para el móvil o joyas».

«No hay absolutamente ningún grupo asturiano por muy laico que sea que cuestione la aparición de la Cruz en la bandera, lo cual debería de indicarnos la transversalidad de ese símbolo y la capacidad que tiene de aglutinar a diferentes sectores», ha subrayado la ponente.

Origen y leyenda

La investigadora, responsable del grupo «Texto e Imagen» de la Universidad de Oviedo, ha explicado en su ponencia que la Cruz de la Victoria fue donada a la Catedral de San Salvador de Oviedo por el Rey Alfonso III y su esposa, la reina Jimena de Asturias, en el año 908, según consta en la inscripción de la pieza.

Después de la donación no aparece ninguna referencia más hasta el siglo XII que lo hace con una ilustración en la que figura el Rey Pelayo sosteniendo una cruz que se puede identificar como el alma de madera de la Cruz de la Victoria, mientras se encuentra en la batalla de Covadonga contra los musulmanes.

Es la primera vez que aparece en las fuentes y también la primera vez que está asociada a la batalla de Covadonga y a Pelayo, pero después ya aparecen otras referencias históricas y en el XVI «la leyenda ya está claramente establecida y pasa a convertirse en rocosa».

En la inscripción de la pieza figura el dato de que fue realizada en el castillo de Gauzón, en Castrillón, y cuando los arqueólogos encontraron el taller metalúrgico donde con toda probabilidad se hizo la Cruz de la Victoria, «fue uno de los descubrimientos más emocionantes de la historia reciente de Asturias».

«No creo que se haya encontrado en toda Europa un taller en el que sepamos que se realizó una pieza tan importante como ésta y, de hecho, es infrecuentísimo que en la obra de esta naturaleza se indique dónde está hecha», ha declarado la investigadora.

Para Alonso Álvarez, «es casi un milagro» que se pueda producir la coincidencia de que exista la indicación de dónde fue hecha la pieza y que aparezca después el taller metalúrgico cuando se realizan las excavaciones en el yacimiento de la fortaleza, informa Efe.