El repunte hospitalario por covid, una «bomba de relojería» en pleno verano

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

Técnicos sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), trabajan en el interior de la cabina de seguridad del laboratorio de virología de este centro de referencia del Principado
Técnicos sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), trabajan en el interior de la cabina de seguridad del laboratorio de virología de este centro de referencia del Principado J.L. Cereijido

Satse denuncia que se van a suprimir 380 camas pese a que se está generando un progresivo incremento de la presión asistencial en plantillas «saturadas, exhaustas y sobrecargadas»

05 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace una semana Asturias entraba en el nivel medio de riesgo de coronavirus tras haber permanecido apenas un mes en el umbral bajo. El incremento de la incidencia acumulada a 14 días de covid en mayores de 80 años en la última semana es de casi 400 y, según el último balance del Ministerio de Sanidad, ya es de 993 casos por cada 100.000 habitantes. En el caso de los mayores de 60 años, en una semana se pasó de 520 a 811 positivos por cada 100.000 habitantes. En el conjunto de España, la incidencia en mayores es aún mayor (996) que la de Asturias, donde el reflejo del incremento de la incidencia de covid está provocando que los indicadores de presión hospitalaria encaren el verano en pleno ascenso de la curva.

Uno de ellos por encima de la media española: la tasa de ocupación por 100.000 habitantes, que en una semana se ha incrementado en seis puntos y ya pasa del 22% cuando el promedio en el país se mantiene por debajo. En una semana el número de pacientes ingresados en hospitales asturianos ha aumentado en más de medio centenar y, pese a que el número de pacientes en UCI se mantiene estable, en esta última semana se ha percibido un ligero incremento en la tasa de los nuevos ingresos por 100.000 habitantes.

Desde el Sindicato de Enfermería (Satse) advertían este lunes de que «la falta de previsión e incapacidad» de las administraciones sanitarias van a convertir los hospitales españoles en una auténtica «bomba de relojería» este verano al tener previsto cerrar 8.600 camas pese a que el impacto de una nueva ola de covid es cada vez mayor en centros hospitalarios atendidos por profesionales «totalmente saturados, exhaustos y sobrecargados». En Asturias se cerrarán unas 380 camas, según los datos recabados por Satse, que ha advertido también de que el cierre de camas y la suspensión de miles de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas «es algo especialmente grave en estos momentos, cuando la séptima ola de COVID-19 está generando un progresivo incremento de la presión asistencial, tanto en urgencias, plantas y UCI, y las listas de espera en todos los servicios de salud se han disparado a consecuencia de la pandemia».

Protesta en Cabueñes
Protesta en Cabueñes

Precisamente este lunes personal del Hospital de Cabueñes, en Gijón, protagonizaba una protesta convocada por CSI a las puertas del centro ante la «insostenible» situación de «malestar y cansancio» en la plantilla. Según indicaron desde el sindicato, la situación del personal es límite: no hay enfermeras en las bolsas de demandantes de empleo y no se van a poder cubrir los descubiertos que se produzcan por bajas, «aumentadas en los últimos días por incremento de la incidencia covid», ni los permisos legales. Asimismo, dicen que desde la gerencia no les aseguran que puedan dar las vacaciones ya concedidas, «planteándose suspenderlas».

«Para solventar estas incidencias se solicita al personal de enfermería que de manera voluntaria doble turnos o vengan a trabajar en días de descanso», denuncian, indicando también que «nos programan los descansos con las horas de exceso y, en ocasiones, se nos anulan, mediante un whatsApp, pocos días antes, o incluso, el mismo día de la fecha de disfrute». A estas y otras situaciones de «cabreo» en la plantilla del centro, según la CSI, se suma que la dirección haya planteado conformar listados de personas voluntarias para cubrir las incidencias que van surgiendo. Desde el sindicato apuntan que el mayor problema está en enfermería «al no existir personal disponible en bolsa», pero también reseñan la falta de refuerzo en otras categorías. «¿Cómo puede ser posible que sin estar en la situación de mayo del 2021 en la que se contrataron a personas jubiladas para vacunación covid, ahora tengan que volver a recurrir a ellas? La nefasta organización de esta Gerencia ha llegado a límites insospechados, y como siempre, lo pagamos las trabajadoras en primer lugar, pero también los pacientes, al ser atendidos por personal agotado y extenuado», insisten.