Los hechos sucedieron en 2017 cuando un hombre trabajaba en una parcela y a causa de la velocidad del viento un árbol cayó sobre una línea de media tensión que provocó un fuego y se propagó con rapidez
11 jul 2022 . Actualizado a las 13:07 h.El Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés ha absuelto a un trabajador y a su empresa por un incendio forestal originado en Villayón, en 2017, al sostener que la causa fue un cambio en la dirección y la velocidad del viento que hizo que el árbol que el operario talaba cayera sobre una línea de media tensión.
Los hechos ocurrieron el 5 de junio de 2017, sobre las 12 del mediodía, cuando el trabajador realizaba labores de tala de pino y eucalipto en una parcela situada en el paraje El Chao-El Corno, en Villayón.
Ese día, se produjo un cambio de la velocidad del viento de 11,27 kilómetros por hora a las 11:40 horas a 13,68 kilómetros a la hora a las 12 horas, así como un cambio de dirección de 208 a 245 grados.
La Fiscalía y la acusación particular solicitaban una pena de nueve meses de cárcel para el operario, defendido por el letrado Pedro Espías, y pedían que la empresa forestal, representada por el despacho Hernando & Asociados, indemnizara al Servicio de Emergencias del Principado con 10.584 euros por los gastos de extinción y en mil euros a Viesgo, mientras que las defensas interesaban la libre absolución.
El juzgado ha tenido en cuenta los informes periciales de la Brigada de Investigación de causas de incendios forestales de Asturias que consideran compatible que durante la tala uno de los árboles cayera sobre el conductor eléctrico y el contacto de alguna de las ramas con el suelo provocara el fuego y un cambio meteorológico hizo que se propagara con rapidez.
La sentencia, contra la que cabe recurso, considera probado que las condiciones meteorológicas, orográficas y de vegetación fueron claves para que el incendio avanzara rápidamente quemando una superficie de 1,54 hectáreas de restos de corta de eucalipto esparcidos por el suelo, así como 0,66 hectáreas de arbolado de eucalipto, con ejemplares aislados de pino y roble, bajo los cuales vegetaba matorral de tojo y helecho, informa Efe.