Sudores fríos en Asturias tras el presunto AVE de Extremadura

Juan M. Arribas

ASTURIAS

La inauguración del AVE extremeño
La inauguración del AVE extremeño Jero Morales | EFE

19 jul 2022 . Actualizado a las 21:47 h.

Faltan apenas 10 meses para que el AVE a Madrid entre en servicio tras décadas de debates, obras y retrasos. Estamos en una cuenta atrás histórica y a alguno le están entrando los nervios y sudores fríos. Especialmente tras contemplar el esperpéntico espectáculo del pasado lunes, cuando se inauguró un presunto AVE entre Cáceres y Badajoz. La parte positiva para los extremeños es que se ahorran 51 minutos de viaje. Pero la negativa mete miedo, tanto como el tren de la bruja. El nuevo recorrido tiene 135 kilómetros (no cubre los 189 totales entre ambas localidades) y circula a una media «estratosférica» de 102 kilómetros por hora. Tiene tramos a 53 Km/h que recuerdan a Pajares (construido en el siglo XIX) y como mucho alcanza los 180 kilómetros por hora de velocidad máxima. El tren funciona a diésel:  ni está electrificado ni tiene catenarias ni nueva plataforma de vías, porque una parte circula por el antiguo trazado a velocidad de caracol. Eso sí, tiene wifi y aire acondicionado. Guillermo Fernández Vara lo definió como «un pasito», a la espera de sucesivas mejoras, que espera que vayan llegando. En Extremadura llevan 20 años con la batalla por una buena conexión ferroviaria y aunque en Asturias ya vamos para 40 años desde el germen de la idea, tampoco estamos para dar lecciones a nadie. Hará bien Adrián Barbón y su gobierno en no despistarse ni un segundo en la evolución de las obras y en la circulación en pruebas. Porque para el PSOE, en plena campaña electoral, un nuevo retraso en la inauguración de la Variante de Pajares podía tener efectos desastrosos. ¿Es fiable la ministra Raquel Sánchez? Lo iremos viendo.