La pareja que cambió Getafe por Villayón: «Venir a vivir a Asturias era nuestro sueño»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Juan Torrejón y Ana Esteban, en Villayón
Juan Torrejón y Ana Esteban, en Villayón

Ana Esteban y Juanjo Torrejón, participantes en el programa «Volver al Pueblo», llegaron a la región con un contrato de trabajo de tres meses: «A la semana ya sabíamos que nos queríamos quedar aquí», aseguran

15 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A veces los sueños se cumplen y el sueño de Ana Esteban y su pareja, Juanjo Torrejón, se ha cumplido por el hecho de haber pasado de vivir en Getafe a vivir en Villayón. «Venir a vivir a Asturias era nuestro sueño», expresa Ana con la satisfacción de estar en un pueblo en el que se han sentido acogidos y en el que se han adaptado a la perfección. Tanto que, aunque su estancia en el Principado iba a ser provisional por tres meses, «a la semana ya sabíamos que nos queríamos quedar aquí», así que añade convencida que «cuando terminemos el contrato de trabajo que tenemos en septiembre, iremos a Madrid para organizar la mudanza y volver».

La historia de cómo Ana y Juanjo han acabado viviendo y trabajando en Villayón tiene una parte de casualidad inesperada. Ana cuenta que todo empezó porque mirando un día desde Getafe casas en Asturias por internet, pinchó en la web del programa ‘Volver al Pueblo’, por lo que seguidamente se les ofreció la posibilidad de hacer una entrevista que esta pareja se animó a aceptar: «vamos a probar, nos dijimos». Lo siguiente fue ir a Boal a mantener un encuentro con la responsable de la Fundación Edes, entidad integrante de la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER) que impulsa el programa ‘Volver al Pueblo’, una plataforma cuyo objetivo es fomentar el asentamiento y la fijación de población en el medio rural a través de un banco de viviendas, tierras, ofertas de trabajo y negocios.

La sorpresa para Ana y Juanjo fue que al poco tiempo de conocer a Verónica ésta les llamara para decirles: «venir para acá que tenéis trabajo», un cambio de Getafe a Villayón que no les llevó tiempo pensar. «Vinimos el 9 de julio y el día 11 ya estábamos trabajando los dos», comenta Ana encantada por la acogida que han tenido en el pueblo. Por la acogida y por la implicación, expresa con agradecimiento la madrileña, y es que relata que lo que más les costó fue encontrar una vivienda al estar la zona en temporada alta de turismo y estar todo alquilado. «Nos costó más encontrar un piso que encontrar trabajo, pero se implicó todo el mundo: la farmacéutica, la gente de la carnicería, el ayuntamiento…», relata Ana mostrando su extrañeza por toda esa amabilidad: «me resultaba extraño. Madrid es una jungla y nadie hace nada por nadie. Aquí estaban ayudando a desconocidos».

«En el trabajo te tratan como a una persona»

Así, aunque Ana y Juanjo venían a Villayón por un periodo inicial de tres meses, confiesan que se han adaptado perfectamente a la zona y que «a la semana ya sabíamos que queríamos quedar aquí», por lo que el futuro que se plantean es volver a Madrid cuando concluyan este contrato de trabajo en septiembre «para hacer la mudanza y volver porque estamos encantados con la gente, con las oportunidades que te dan y porque te tienden una mano amiga». Y va más allá Ana en su explicación: «y en el trabajo te tratan como una persona, no como un número o una estadística». Todo esto Ana lo valora enormemente porque «allí (en referencia a Madrid) no nos damos ni los buenos días».

Para esta madrileña vivir en la zona rural no es algo nuevo porque durante muchos años vivió en un pueblo de Toledo. Los malos tratos de su expareja la hicieron volver al domicilio familiar en Getafe, una época que asegura fue compleja «porque volví sin identidad y con sólo 35 kilos de peso cuando mido un metro setenta». «Cuando me divorcié quería vivir en en paz y ser feliz, pero la ciudad no es mi lugar, no quiero ese estrés de vida y esa vida monótona», manifiesta Ana, que añade que «la ciudad es insalubre».

La oportunidad de volver al pueblo la encontrado, además de con la gente del programa impulsado por COCEDER, con su pareja, al que conoció en el Centro de Igualdad de Getafe y con el que lleva 7 años de relación: «Tenía referencia de Asturias por mi pareja, que ha viajado mucho y su sueño era venir a Asturias». Así, aunque Ana nunca había trabajado en hostelería porque siempre había estado dedicada a la agricultura cuando vivía en Toledo, no dudó en aceptar la oferta de trabajo que les hacían en Villayón para trabajar ella en el Hotel El Torneiro y él en el Albergue Oneta. Es más, tras haber estudiado jardinería y haberse sacado el certificado correspondiente, renunció a trabajar en el Ayuntamiento de Getafe.

 «Quiero calidad de vida»

«Me vengo porque quiero calidad de vida. Ahora estamos en un piso porque estaba todo ocupado, pero nuestro gran sueño es tener una casa con jardín. Queremos empadronarnos aquí y rehacer nuestra vida aquí», señala Ana Esteban, que no descarta emprender un negocio con Juanjo una vez hagan la mudanza de Madrid a Asturias porque «durante estos cuatro años anteriores hemos estado ahorrando para poder echar raíces». 

«Lo difícil no sé qué va a ser, porque venir para acá ha sido fácil», comenta Ana, que mira al futuro con «actitud positiva» al sentirse cómoda viviendo y trabajando en Villayón. En este sentido, agradece la ayuda que les han prestado desde la Fundación Edes; la implicación del Ayuntamiento, incluida la alcaldesa; y la buena acogida que han tenido por parte de los vecinos. Toda esa colaboración les ha facilitado mucho asentarse y sentirse cómodos en una zona que no conocían pero que ven factible para echar raíces.