La «fiebre del oro» revive en Navelgas

ASTURIAS

Alba, guía del Museo del Oro de Asturias (MOA) en Navelgas, en el taller de bateo de oro
Alba, guía del Museo del Oro de Asturias (MOA) en Navelgas, en el taller de bateo de oro YOLANDA GARCÍA

La ruta La Huella del Oro recorre desde los tiempos romanos hasta las explotaciones de los años 50

23 ago 2022 . Actualizado a las 09:17 h.

En el occidente de Asturias crece año a año el atractivo de su peculiar «fiebre del oro», con su propio Museo del Oro de Asturias en Navelgas (Tineo). Alli, Alba enseña al visitante la técnica del bateo bajo una típica panera asturiana, una experiencia emocionante y cautivadora, a la vez que extraordinariamente didáctica. La ruta La Huella del Oro comienza en el MOA, donde la guía habla de los «tres cinturones auríferos» existentes en toda esa franja asturiana y por qué hay «más facilidades para encontrarlo en el río que en otros lados», al estar cerca el filón. A su vez, describe la técnica que utilizaron hace unos 2.000 años los romanos, llegando a mover dos millones de metros cúbicos de tierra de una montaña que quedó como un valle espectacular, aunque tras una técnica agresiva, como fue el ruina montium o derrumbe de monte, a su vez empleada en Las Médulas. Además, unos 5.000 astures fueron utilizados para aquel trabajo, también cavando trincheras.

Miguel Ángel Pérez, geólogo que dirige la actividad Geobus por la zona
Miguel Ángel Pérez, geólogo que dirige la actividad Geobus por la zona YOLANDA GARCÍA

La fiebre del oro regresó en 1950, al explotarse de nuevo las minas, pero el proyecto fracasó y cerraron. Sin embargo, el oro permanecía y surgió la tradición local del bateo: «Nadie vive de ello pero antes era una segunda economía porque el oro valía para las prótesis dentales o pequeñas joyerías». El de Navelgas se vendía, por ejemplo, a dentistas de Luarca. Bateadores semiprofesionales de otros países como Finlandia lo enfocaron como deporte. Esta localidad astur celebra campeonatos desde 1999, que organiza la Asociación Barciaecus. Hay depósitos de otro tipo de formación en Salave (Tapia), Ibias y Los Oscos. El geólogo Miguel Ángel Pérez, que realiza recorridos por toda la zona, explica que «el oro puede venir de zonas magmáticas profundas o ser de origen secundario, al erosionarse la roca y transportarlo al río. Lo hace por episodios, unos con alta carga de oro y otros con menos. Puede explotarse con mina o superficialmente con el bateo».

Cuatro pepitas pequeñas de oro aparecidas en el proceso de bateo, método tradicional, con arena del río Navelgas
Cuatro pepitas pequeñas de oro aparecidas en el proceso de bateo, método tradicional, con arena del río Navelgas YOLANDA GARCÍA

Una experiencia ideal y única la de buscar las preciadas pepitas

Es pura emoción la experiencia de batear oro, gracias al Museo de Oro de Asturias y a la actividad Geobus que ofrece excursiones por el entorno, también por la cueva del Pímpano en Villayón y las cascadas de Oneta, en vía directa desde Navia o Luarca. Ante la batea donde se deposita arena del curso fluvial, la mirada solo se fija en encontrar las pepitas brillantes. Es un ejercicio totalmente zen, que requiere de la máxima concentración. Así lo decía el lugareño Enrique Sanfiz Fernández, considerado superviviente del oficio en los 80: «Para ser buen buscador de oro se necesita paciencia, vista y conocer el terreno». Este vecino de Tineo protagonizó programas de televisión, el mismo medio que divulga hoy un exitoso reality: Gold Rush.