«El informe policial opera con suma simplicidad y carece de rigor»: absuelto de conducción temeraria un conductor en Siero

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

RTPA

Un agente de la Policía Local, que no había asistido al lugar del siniestro, modificó el atestado inicial de sus compañeros y el acusado llegó a ser detenido. El SIPLA denuncia que ese agente es el actual jefe de la Policía Local en funciones

25 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de lo penal número 3 de Oviedo ha absuelto a un conductor que había sido acusado de conducción temeraria tras sufrir un accidente en el que se vieron implicados varios vehículos en Siero. También ha quedado libre de los delitos de lesiones por imprudencia grave. La jueza considera que el informe técnico policial, que fue elaborado por un agente que no estuvo en el lugar de los hechos y que modificó el atestado inicial elaborado por sus compañeros, «opera con suma simplicidad» y presenta «errores evidentes». El SIPLA denuncia que ese agente es el actual jefe de la Policía Local de Siero en funciones.

Según consta en la sentencia, que es firme y contra la que no cabe recurso, los hechos ocurrieron en mayo de 2020 en la carretera de acceso al Centro Comercial Azabache, a la altura de McDonald's. En esa zona, la velocidad está limitada a 20 kilómetros por hora. El acusado chocó con otro vehículo y, como consecuencia de este primer impacto, otros dos coches más se vieron implicados en el siniestro.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron dos policías locales de Siero, que fueron los que se encargaron de realizar el atestado. Según consta en la sentencia «comprobaron huellas y vestigios de la colisión, posicionamiento final de los turismos, estado de vía, señalizaciones...» y concluyeron «la imposibilidad de establecer, más allá de que efectivamente circulaba a una velocidad superior a 20 kilómetros por hora, que esa velocidad, aún excesiva para el trazado de la vía, alcanzase los límites de 100 kilómetros por hora que como elemento normativo (que se supere en más de 80 kilómetros por hora en vía interurbana la velocidad permitida) establece el legislador para calificar de manifiestamente temeraria una conducción y por tanto constitutiva de ilícito penal».

A pesar de este primer atestado, la sentencia recoge que otro agente de la Policía Local de Siero «quien no compareció in situ en el lugar del siniestro a la fecha del mismo, y que arrogándose unos conocimientos técnicos de los que dice carecen sus compañeros, instructores del atestado inicial, y respecto a los cuales llega a censurar su buen hacer en la confección del mismo, procede aplicar los Crash test RCAR que operan con base a las deformidades apreciadas en las carrocerías de los vehículos siniestrados para obtener la velocidad de impacto por vía de la simple suma de la acumulada vía absorción en cada impacto». La jueza considera que se trata de un «informe exiguo y no carente de errores evidentes en la reconstrucción del propio accidente». En este sentido, uno de los errores que cita explícitamente es que parte de «una posición de detención de todos los vehículos al tiempo de resultar colisionados por alcance, cuando lo cierto es que, en el momento del accidente, uno de los vehículos se encontraba circulando por el carril derecho y no detenido».

La jueza incide en los «errores de reconstrucción del accidente manifiestos en dicho informe» y recoge que «aplica una fórmula incorrecta que concluye igual estimación incorrecta de la velocidad de circulación y carece de absoluto rigor». «Es evidente a juicio de este órgano sentenciador que tal informe técnico policial opera con suma simplicidad y omite variables que sí deberían ser tenidas en cuenta, como es la masa de los vehículos desplazados, la energía cinética que se desplaza en el primer impacto, ya que es en él donde principalmente se absorbe tal velocidad dinámica...», recoge la sentencia, que detalla que «operando del modo expuesto en dicho informe, suma acumulativa por impacto, de resultar una colisión en cadena de 10 vehículos, se obtendría una velocidad de 1.500 kilómetros por hora, lo cual resulta de absoluto recibo».

La sentencia concluye, conforme a la valoración de prueba expuesta, que «más allá de concluir que se trata de un accidente de colisión por alcance en cadena, en el que resultan afectados tres vehículos y del que se derivan lesiones leves para los ocupantes de los mismos, al margen de lógicamente daños materiales, no puede pretender demonizarse la conducción realizada por el acusado, que efectivamente describe una velocidad inadecuada al tramo en que se produce el accidente». Por tanto, la jueza señala que «el caso no tiene encaje en un ilícito penal, más allá de la infracción administrativa en la que se haya podido incurrir».

El abogado del acusado

Daniel Alonso Prieto, abogado del acusado, explica que «la primera actuación de los agente es normal, lo que es surrealista es la ampliación del atestado, tal y como se explica en la sentencia, en la que quedan claras todas las irregularidades que se cometieron». Alonso recuerda que su defendido se enfrentaba a dos años de prisión, retirada de carné, una responsabilidad civil de 30.000 euros y que incluso llegó a ser detenido.

Una vez conocidas estas irregularidades, el acusado denunció en el juzgado al agente que modificó el atestado por presunta prevaricación y por detención ilegal. El juez, «cuya única diligencia fue tomar declaración», según Alonso, archivó el caso, motivo por el que decidieron recurrir a la Audiencia Provincial.

Escrito del agente que redactó el primer atestado

El subinspector que realizó el primer atestado remitió un escrito al Ayuntamiento de Siero en el que da a conocer los hechos. Asegura que en sus «más de 30 años de experiencia en el cuerpo policial, 15 de ellos como subinspector, es la primera vez que alguien modifica por completo un atestado policial sin estar en el lugar de los hechos, contradiciendo totalmente a la unidad instructora inicial».

El agente denuncia «las graves irregularidades» cometidas por el policía que amplió el atestado (que asegura que es el actual jefe en funciones de la Policía Local de Siero) y deja constancia del «acoso y hostigamiento que está sufriendo».

Por su parte, el SIPLA denuncia que «es muy grave que el máximo responsable de la Policía local, de manera imprudente, públicamente amenace y deje en entredicho el buen hacer de dos funcionarios policiales» y critica que las «graves irregularidades cometidas por el actual Jefe accidental de la Policía Local, hombre de confianza del alcalde, están siendo ignoradas y respaldadas por el alcalde y por el concejal delegado de Seguridad Ciudadana».