Una investigación revela que la pigmentación oscura pudo proteger de la radiación a las ranas de Chornobyl

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Foto trabajo de campo en Chornobyl
Foto trabajo de campo en Chornobyl

El estudio del investigador de la Universidad de Oviedo Germán Orizaola constituye una de las primeras sugerencias de la existencia de respuestas adaptativas frente a la radiación en vertebrados

16 sep 2022 . Actualizado a las 12:44 h.

Un estudio desarrollado desde 2017 en la Zona de Exclusión de Chernóbil (Ucrania) por el investigador de la Universidad de Oviedo Germán Orizaola ha constatado que las ranas de esa zona presentan una pigmentación más oscura que las de áreas cercanas.

La coloración oscura, asociada a una mayor concentración de melanina, podría reducir el daño causado por la radiación en los organismos vivos, al disipar parte de esa radiación o disminuir la acción de radicales libres.

Este estudio constituye una de las primeras sugerencias de la existencia de respuestas adaptativas frente a la radiación en vertebrados, según ha informado este viernes la Universidad de Oviedo, que resalta que este trabajo, cofirmado por Pablo Burraco, actualmente investigador en la Estación Biológica de Doñana, acaba de ser publicado en la revista Evolutionary Applications.

Orizaola recuerda que el accidente en el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) el 26 de abril de 1986 generó la mayor liberación de sustancias radiactivas al medio ambiente de la historia.

«El impacto inicial del accidente sobre la naturaleza de la zona y sobre la población humana fue severo», comenta el investigador del departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, que indica que han pasado ya más de tres décadas desde el accidente y la zona se ha convertido en una reserva natural refugio de especies como el lobo o el oso pardo.

El estudio examinó entre 2017-2019 la coloración de 189 machos reproductores de la rana de San Antonio oriental (Hyla orientalis), tanto dentro como fuera de la zona de exclusión de Chornobyl (Ucrania), de esta especie que tiene una coloración típica verde brillante.

El trabajo se desarrolló en 12 localidades distribuidas a lo largo de un amplio gradiente de contaminación radiactiva, desde localidades con niveles más de cien veces superiores a lo habitual, hasta cuatro localidades fuera de la Zona de Exclusión y con niveles basales de radiación.

Los resultados mostraron que la coloración de los individuos examinados es significativamente más oscura dentro de la zona de exclusión de Chernóbil que en las localidades de fuera hasta llegar a encontrarse individuos completamente negros.

En concreto, se detectó una relación directa entre el color del dorso y la distancia a zonas de alta radiación en el momento del accidente, ya que los individuos más oscuros se encontraron en las zonas que experimentaron los niveles más altos de radiación en 1986, o cerca de ellas.

Por el contrario, no se encontró una relación entre la coloración de las ranas y la dosis de radiación absorbida en la actualidad por esos individuos y tampoco se detectó un aumento de los niveles de estrés oxidativo ni en las ranas más oscuras, ni en las que tenían unos mayores niveles de radiación absorbida.

Estos resultados sugieren que las diferencias en coloración no se deben a la exposición actual a radiación, y apuntan al efecto de la exposición histórica de estas poblaciones e indican que la coloración oscura de las ranas de Chernóbil podría ser consecuencia de un proceso de selección natural generado por la exposición inicial a niveles muy altos de radiación.

Los individuos con una coloración más oscura, es decir con mayores niveles de melanina, habrían sufrido un menor impacto de la radiación liberada por el accidente, por lo que esta mayor protección habría hecho que su frecuencia dentro de la población se viera aumentada, hasta los niveles detectados en la actualidad, informa Efe.