La Junta General arropó la semana pasada el rector en su proyecto de trasladar la Escuela de Minas a Mieres, en el plan de reestructuración de los campus. El parlamento asturiano aprovechó para condenar los ataques del alcalde de Oviedo a la Universidad. Varios diputados se alarmaron por una ofensiva «sin precedentes» a la autonomía universitaria, un hecho insólito en la democracia en Asturias. Canteli lanzó hace unas semanas una propuesta particular de reordenación del campus de El Cristo que ya está en parte contemplada en el propio plan de Ignacio Villaverde, el rector. La iniciativa canteliana fue analizada en ciertos ámbitos con mucha desidia. Con la misma atención que recibiría el alcalde si propusiera públicamente la alineación que deber presentar el Real Oviedo en su próximo partido en el Tartiere.
El origen de este conflicto ya casi está olvidado porque el enredo ha degenerado en culebrón. Se trata de una serie de trabajadores públicos (profesores y catedráticos en este caso) que se niegan a abandonar su sede de trabajo y a ser trasladados a 18 kilómetros de distancia, a un edificio perfectamente adaptado a sus necesidades y a una villa que fue el epicentro de la minería en Asturias y España. ¿De cuántos trabajadores hablamos? En la actualidad dan clase 84 docentes, según datos de la Universidad de Oviedo. De ellos, únicamente 7 personas (el 8%) tienen el 100% de su dedicación docente y 22 (el 26%) tienen en este centro el porcentaje mayor de dedicación docente. Para casi la mitad de este profesorado (40 personas) la participación en titulaciones de la Escuela de Minas no supera el 20% de sus obligaciones docentes.
Son 84 profesores, pero disponen de 81 despachos. Habla bien este dato de la excelencia educativa. 81 despachos y un total de 81 alumnos. Porque ese es quizá un problema mucho más importante: el pavoroso declive en matriculaciones. En los últimos siete años, la Escuela ha pasado de tener 244 alumnos a solo 81. Es decir se ha desplomado a un tercio. Este curso solo han ingresado ocho nuevos alumnos en el primer curso frente a los 19 del año pasado o los 17 del anterior. El grado lo cursan en total 52 alumnos y el máster otros 29. En conjunto, 81 alumnos para 84 docentes, que cuentan con 81 despachos. Por cierto, los 81 alumnos disponen de 954 metros cuadrados en aulas para impartir teoría. Es decir en un edificio de 15.464 metros, la superficie dedicada a aulas de clase expositiva llega al 6%. Es una Escuela espaciosa y la sociedad asturiana debe estar orgullosa de ello: al fin y al cabo son los dueños reales. Para eso contribuyeron con sus impuestos.
Más datos. El ratio de alumnos por aula en Minas es de 13.4, mientras que en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación es de 77 y el de la Facultad de Ciencias alcanza los 62, según cifras de la Universidad de Oviedo. Porque la Escuela cuenta con la citada superficie de 15.400 metros cuadrados, casi la misma que si sumamos Profesorado (9.500) y Ciencias (7.600).
Esta ensalada de datos significativos puede servir para poner contexto a las aspiraciones de los docentes, a sus exigencias, a su presente y a los planes de las instituciones para su futuro. El culebrón seguirá ajeno a ello porque a Pitágoras lo estudian unos pocos.