El secreto de la mejor faba de Asturias: «Es superfina y hay que cocinarla con más cuidado»

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

De izquierda a derecha, el concejal Jesús Abad, Manuel Álvarez con su hija Lenna y el alcalde de Siero, Ángel García, en la plantación de la que sale la mejor faba de Asturias
De izquierda a derecha, el concejal Jesús Abad, Manuel Álvarez con su hija Lenna y el alcalde de Siero, Ángel García, en la plantación de la que sale la mejor faba de Asturias

Manuel Álvarez, uno de los tres productores englobados en la marca Vegarguelles, selecciona cuidadosamente desde hace 40 años las semillas «excelentes» de cada cosecha para mejorar la calidad de la legumbre

25 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Que Manuel Álvarez, productor englobado en la marca Vegarguelles, haya logrado este año ser el ganador del concurso a la mejor faba de Asturias no ha sido fruto de la casualidad, sino fruto de la paciencia y la dedicación que le han dedicado en su casa a la legumbre asturiana por antonomasia. En los años 80 comenzaron la plantación de la alubia de fabada y desde entonces «tenemos semilla propia, hace ya 40 años», señala.

El proceso ha sido guardar de un año para otro fabas «seleccionando cuidadosamente las mejores, las que son excelentes, para volver a sembrarlas al año siguiente», explica Manuel Álvarez, que añade que es importante recoger las vainas a tiempo y ponerlas en secaderos para, posteriormente, desgranarlas «y escoger de forma manual la mejor semilla». Es decir, «la que tiene mayor tamaño y no tiene manchas o desperfectos». Así, cuidando «la misma semilla desde hace 40 años», este productor ha logrado que se reconociera su faba como la mejor de Asturias en el concurso que tuvo lugar el pasado mes de abril durante la celebración de la Primer Flor de Grado. 

Pero, ¿qué particularidades tiene esta alubia que se produce en el pueblo sierense de Argüelles? ¿cuál es el secreto de la mejor faba de Asturias? Manuel Álvarez precisa que «la nuestra es una faba superfina» que «a la hora de cocinarla requiere más cuidado y atenderla bien». «Para tener una buena fabada, mi madre se levanta temprano y la pone a cocer lentamente para comerla a las dos», añade el productor, que recuerda «lo típico» de la alubia, «que tiene que haber estado más de 12 horas a remojo, a ser posible en agua mineral, y no del grifo, que contiene cloro», antes de cocinarla.

«La gente nos dice que en comparación con otras fabas, esta es una faba muy muy fina. Yo creo que se agradece que sea así porque la faba es de por sí un producto fuerte», considera Manuel Álvarez, quien hace unos días recibía en su plantación la visita del alcalde de Siero, Ángel García, y del concejal Jesús Abad, interesados en su producto y en el proyecto que pondrá en marcha en unas semanas.

Salto al mercado gourmet

Y es que la excelencia del producto y del plato que se suele cocinar en Asturias con él (faba y fabada) es tal que Manuel ha decidido dar el salto al mercado gourmet. «Entre octubre y noviembre empezaremos a comercializar conservas preparadas con nuestra propia faba, nuestra faba lista para comer», indica el mismo, que destaca que serán los primeros en ofrecer un producto de alta calidad tras un proceso completo de siembra, recolección, cocinado y preparado en conserva «para que sólo quede calentar en casa y disfrutar de una excepcional fabada». Para sacarla al mercado sólo le resta concluir los trámites de registro sanitario porque «tras hacer varias pruebas, ya dimos con la clave de la receta», manifiesta.

La comercialización de la fabada gourmet elaborada con las fabas de la plantación de Manuel Álvarez será a través de la tienda online de página web propia que están ultimando y también en varias tiendas de productos gourmet con las que ya ha llegado a acuerdos. «A la fabada hay que ponerla en el sitio que se merece porque es un plato gourmet», exalta.

Lo que deja claro es que la puesta en el mercado de fabada en conserva será en función de la cosecha de cada año, ya que garantiza que sólo utilizarán faba propia para elaborar el producto gourmet. Este año, por ejemplo, espera conseguir de su plantación, de algo más de una hectárea, unos 1.000 kilos de faba. «No va a ser una cosecha mala, pero tampoco buena, más bien se quedará en un término medio», comenta Manuel Álvarez, que apunta que ha sido un verano de mucho sol y altas temperaturas que acaba pasando factura a la faba aunque sea una planta resistente. «El caso es que al tratarse de una extensión grande de terreno, el riesgo no es viable, por lo que hay que hacer es el proceso artesano conocido como «sallar les fabes», que consiste en arrimarles tierra para aportarles humedad», expone el productor.