Buscan los restos de tres desaparecidos del franquismo en una fosa en Piloña

E. G. B. REDACCION

ASTURIAS

Primeras excavaciones en la fosa de Piloña
Primeras excavaciones en la fosa de Piloña ARMH

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Democrática (ARHM) inicia las labores de búsqueda en una zona en la que se encontraron casquillos de Mauser en 2020

27 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Alfredo Velasco Rueda, carretero de profesión, era natural de Santa Eulalia de Cabranes, donde había nacido en 1884. Estaba casado con Consuelo Vega, también de Santa Eulalia. Tenían 12 hijos. Alfredo estaba afiliado a la UGT de Cabranes y, según los datos aportados por su familia, desapareció el 22 de noviembre de 1937. Tenía 53 años. Cuando le detuvieron, su hija cuenta que no sabían quiénes eran, que buscaron a su padre por toda la casa y que no lo encontraron porque estaba escondido con sus hermanos. Al final se entregó y se lo llevaron, junto con otras personas, a un presunto juicio a Infiesto. Alfredo Velasco es uno de los tres desaparecidos del franquismo cuyos restos busca la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) desde este lunes en una fosa común en el paraje de El Corralín en Infiesto, en la que también esperan localizar a Laureano Corrales Oro y Paciente Huerta Peón.

Alfredo Velasco Rueda, asesinado en 1937
Alfredo Velasco Rueda, asesinado en 1937 ARMH

Los tres fueron asesinados el 22 de noviembre de 1937. Quienes detuvieron a Alfredo Velasco no eran personas uniformadas, ni militares ni policías, sino que los encargados era un grupo de civiles que operaban con impunidad, entre ellos un vecino de un pueblo cercano. En una prospección realizada en 2020 junto al lugar en el que los testimonios sitúan la fosa se encontraron cinco casquillos de fusil Mauser, un cargador, clavos de hierro y una cuchara. Además, el detector daba «mucha señal» cerca de las ubicaciones exactas en las que se cree que pueden hallarse los restos de estos represaliados del franquismo.

Casquillos de fusil Mauser hallados en el entorno de la fosa de Piloña
Casquillos de fusil Mauser hallados en el entorno de la fosa de Piloña ARMH

A Laureano Corrales Oro le habían detenido y fusilado el mismo día que a Alfredo. También era de Santa Eulalia de Cabranes. Tenía 31 años y sus padres se llamaban José y Genoveva. En su certificado de defunción, expedido el 10 de agosto de 1941 -y por tanto fuera de plazo al haber sido asesinado el 22 de noviembre de 1937-, aparece la misma literatura que en el certificado de defunción de Alfredo Velasco Rueda: fallecido «a consecuencia de la lucha nacional contra el marxismo».

La ARHM cuenta en este caso con una fuente oral, el testimonio de Urbano Huerta Madiedo, que relataba que «el finado desapareció en Infiesto siendo represaliado por los franquistas». También se consultó el expediente completo de la Inscripción Fuera de Plazo del Acta de Defunción, que señala que Laureano falleció en Infiesto y que su cadáver fue enterrado en el cementerio de la localidad. «Se puede conjeturar sobre cómo es posible que a Alfredo lo fusilaran y lo dejaran tirado al lado de la carretera que va de Cabranes a Infiestu y a Laureano lo llevaran a fusilar y enterrar al cementerio de Infiestu. No obstante, es posible que dicho expediente esté falseado y que los restos de Laureano no estén en el cementerio de Infiestu, sino que estén junto a los de Alfredo, es decir, que el camión pararía para que estas personas fueran asesinadas a medio camino entre Cabranes e Infiestu», explican en la ARMH.

También aportan otro testimonio. «Un hijo de Alfredo, José Velasco Vega, tras conocer la noticia de la detención de su padre, recorrió 10 kilómetros caminando (la distancia desde Santa Eulalia de Cabranes a Infiesto) para recabar información sobre lo sucedido y llevarle algo de comida y abrigo. Aun así, José llegó antes y no había ni rastro del camión ni de los detenidos. Preguntó entonces a comerciantes que conocían a su padre, pero nadie había visto llegar ningún camión ni sabía nada de lo ocurrido. Según el propio hijo de Alfredo, los habrían hecho desaparecer a medio camino entre Santa Eulalia e Infiestu».

Este testimonio se completa con otras fuentes orales de personas del entorno que han señalado que fusilaron a alguien en la curva de la Trambarría, situada en Bargaéu (Piloña), en donde señalan que existe una fosa con uno o más cuerpos. Un tercero sería el de Paciente Huerta Peón, natural de Carabaño, en Cabranes. Según los testimonios orales recabados, los datos aportados por la familia y algunas «coincidencias llamativas», pudo haber sido asesinado y enterrado en un lugar muy próximo a Alfredo y Laureano. Entre esas coincidencias, desde a ARMH se apunta a que la familia siempre les ha comentado que a Alfredo y a Laureano los detienen junto a varias personas y que una es de Carabaño. Además, en los datos aportados por el Archivo Histórico Provincial de Asturias, Paciente aparece como natural de Carabaño y se sitúa el lugar de su muerte en Infiesto. Su nombre también aparece en la Causa General de Cabranes y Piloña,  en el mismo grupo que los otros dos desaparecidos, inscrito como Paciente, natural de Carabaño, paradero actual «fallecido», como también en el caso de Alfredo y Urbano.