José Fernández, uno de los cantantes más importantes de la música asturiana, celebra su centenario
06 oct 2022 . Actualizado a las 11:32 h.José Fernández, más conocido como el «Tordín de Frieres» celebra su centenario. El cantante de tonada festejó los 100 años junto a sus familiares cercanos. «Es una fecha especial», explica Javier Fernández, nieto del «Tordín de Frieres». «Él tenía como objetivo llegar a los 100 años y lo ha conseguido. Cuando decía que tenía 93 decía: ‘Me quedan 7 para los 100’», cuenta Fernández.
El «Tordín de Frieres» es una leyenda viva de la música folclórica asturiana, representante de la cultura en el resto de España e internacionalmente. La gran parte de su obra la dedicó a las costumbres, cultura y naturaleza de la región. Entre ellas destacan debido a su éxito la dedicada al equipo de fútbol Sporting de Gijón o la del pintor gijonés Nicanor Piñole, con quien guardó una estrecha amistad. A sus 100 años, cuenta su nieto, «lleva una vida tranquila. Es autónomo y está bien, como a muchos mayores la pandemia le afectó bastante», explica Fernández.
José Fernández nació el 4 de octubre de 1922 en el pueblo de La Perallonga (Langreo). Con 8 años se hace cargo de un mulo de su padre llamado El Tordín que siempre le acompañaba, por lo que se le puso ese mote. Con 14 años comenzó a trabajar en la mina y con 16 a cantar en las fiestas de los barrios y pueblos de la zona. Posteriormente se instaló con su mujer e hijas en Frierres y así quedó su apodo «El Tornín de Frieres».
Ganó muchos concursos regionales de canto en la década de los cuarenta y cincuenta. En 1961, fue elegido como el mejor cantante de la canción asturiana en un concurso de Radio Oviedo y junto con la Coral Polifónica Gijonesa representó a Asturias en Inglaterra.
Fernández puede presumir con orgullo de ser el primer cantante de tonada que cantó en televisión, realizando la grabación desde una mina donde los mineros le pidieron que cantase. Después, fue invitado a los estudios de Televisión Española. Su música traspasó las fronteras hasta Bélgica, donde actuó en numerosas ocasiones, cantó en el Club Belga Español y en el Gran Teatro Los Faroles de Bruselas y en el Palacio Real frente a los reyes de Bélgica.
Además de un gran cantante, es compositor y grabó más de una decena de discos con algunas de las discografías más importantes de la época. Su nieto destaca que «fue innovador con su música y su voz dándole una musicalidad especial a la tonada e incluyó nuevos instrumentos arriesgándose a grabar tonada, no sólo con la gaita, sino también acompañado de guitarra española». A sus 100 años, el «Tordín de Frieres» es toda una leyenda viva. «Es el último que queda de la época dorada del folklore asturiano y es un privilegio que siga todavía con nosotros. Estamos muy orgullosos de él», afirma su nieto.