Elena Manresa: «Observar datos de los mismos individuos a lo largo del tiempo permite saber quién influye a quién y en qué medida»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Elena Manresa, premio Fundación Banc Sabadell de investigación económica
Elena Manresa, premio Fundación Banc Sabadell de investigación económica Banco Sabadell

La profesora de la Universidad de Nueva York recibe en Oviedo el premio Fundación Banco Sabadell de investigación económica

04 oct 2022 . Actualizado a las 18:22 h.

La profesora de la Universidad de Nueva York Elena Manresa recibe este martes el premio Fundación Banco Sabadell de investigación económica por su trabajo en el campo de la microeconometría y, en particular, por su contribución al análisis de los datos de panel y su aplicación al estudio de las interacciones sociales. 

-Le han concedido el premio por su trabajo en el campo de la microeconometría. ¿En qué consiste exactamente?

-Nosotros somos un tipo de economistas que estamos al servicio de los economistas que trabajan con datos para sacar conclusiones. El termino micro es muy específico y quiere decir que desarrollamos metodologías para utilizar los datos que sirven para analizar a individuos, consumidores o empresas.

- El jurado ha destacado su contribución al análisis de los datos de panel y su aplicación al estudio de las interacciones sociales. Ponga un ejemplo práctico.

-Es un trabajo que desarrollé al principio de mi carrera. Hay un gran consenso y todo el mundo está de acuerdo en que las interacciones sociales determinan tus decisiones. A quién conoces puede hacer que tengas una oferta de trabajo o influir en tus gustos. Todos quieren que sus niños vayan a clase con otros niños listos porque creemos que puede ser beneficioso. Lo que me planteé es que estas interacciones son cosas difíciles de medir. Por eso creé una metodología basada en los datos de panel. Consiste en observar datos de los mismos individuos a lo largo del tiempo para poder aprender de ahí quién influye a quién y en qué medida.

-El uso de bases de datos se ha extendido a prácticamente todos los ámbitos de la vida. Desde la medicina al deporte o a la economía. ¿Cómo ayuda el uso de estas herramientas a solucionar problemas sociales?

-Ahora el uso de las bases de datos no es solo académico. También las usa la industria con el objetivo de aprender los gustos del consumidor. Se intenta tener la historia de todo lo que ha comprado y qué anuncios ha explorado porque eso da mucha información y permite que las empresas puedan ofrecer productos personalizados. Esto beneficia al consumidor en el sentido de que le ofrecen lo que le interesa y busca.

Por otro lado, de forma más académica, tener acceso a datos de decisiones de los individuos es muy importante y nos ayuda a entender, por ejemplo, en qué medida son adecuadas las políticas que tenemos en marcha.

-Entre sus trabajos, ha analizado el origen de la desigualdad salarial usando datos de Suecia, un país con fama de ser igualitario. ¿A qué se deben esas diferencias?

-Escogimos Suecia porque era el país en el que podíamos tener los datos de todos los trabajadores y las empresas que pagan impuestos, que se supone que son todos. Es lo que se llama tener el universo de los trabajadores y empresas de un país y es algo riquísimo. Es cierto que es un país igualitario, con mucha cobertura social, pero aun así se observan disparidades en los salarios.

Hay varios motivos por los que la gente gana más o menos. El primero, porque tienen distintas habilidades y sus currículums son mejores o peores. Unos tienen más estudios, más experiencia… Pero incluso cuando miras gente con la misma educación, ves mucha disparidad. Ahí buscamos los motivos. ¿Por qué dos personas iguales sobre el papel reciben salarios distintos? Vimos que hay tres posibilidades. Una, que el mercado laboral valora habilidades que no están en el currículum pero se observan al trabajar, como, por ejemplo, la capacidad de liderazgo, y eso se premia. Es lo que se llama la heterogeneidad inobservable. Segundo, que trabajan en empresas diferentes. Unas son muy productivas y permiten salarios más altos a trabajadores similares. Tercero, la disparidad puede llegar por el hecho de que los mejores trabajadores trabajan para las mejores empresas, y esto hace que haya todavía más disparidad.

La conclusión es que la disparidad que observamos se debe principalmente a que los trabajadores, aunque sean parecidos, reciben salarios distintos porque tienen habilidades distintas que se pagan de forma distinta. Las empresas suelen pagar lo mismo o parecido para el trabajador tipo, y esto explica que los trabajadores tengan poder de negociación. Si soy bueno, para ir a tu empresa debes pagarme al menos lo mismo. Esto hace que se equiparen los salarios. Por último, observamos que los mejores suelen trabajar para las mejores empresas y esto explica las diferencias.

-También ha analizado los motivos que llevan a los estadounidenses a ahorrar. ¿A qué conclusión ha llegado?

-Desarrollamos una metodología para estimar de forma más precisa los motivos por los que ahorra la gente en Estados Unidos. Allí las pensiones públicas son muy bajas y las personas tienen que ahorrar por su cuenta. El otro factor es que hay un seguro médico pero ofrece pocas coberturas, por lo que también necesitan ahorrar para eso. Con estas variables, intentamos entender los motivos por los que ahorran. Si es debido a que la cobertura médica va a ser muy baja o si piensan que van a vivir muchos años y no quieren quedar sin dinero. Usamos los datos para entender los motivos de ese ahorro porque queremos entender si los programas de coberturas son adecuados o no. Si destinamos grandes cantidades a cubrir estos gastos y al final resulta demasiado y no lo necesitan, queremos saberlo, y al contrario también. Si esto genera desigualdad en la vejez, queremos abordarlo, y el uso de los datos permite hacerlo.

-¿Qué supone para su carrera recibir un premio de la relevancia de este del Sabadell?

-Honestamente, esto es algo que para mí tiene un valor enorme. Cuando uno es investigador siempre es una apuesta. Piensas que estás trabajando en algo relevante pero se tarda mucho en ver resultados, en producir las investigaciones y verlas florecer. Este premio es una manera de reconocer que lo que hago tiene valor. En segundo lugar, para mí es emotivo el hecho de que en esta edición el premio haya ido a parar a la econonometría, un campo que está al servicio del resto de los economistas que tienen afán de usar datos para sacar conclusiones. Nuestro campo no siempre se ha visto como algo central, y con este premio siento que se nos reconoce tanto a mí como mis colegas.