Los ricos crecen en Asturias pese a la leyenda del «infierno fiscal»

Juan M. Arribas

ASTURIAS

F. Sotomonte

El balance del impuesto de Patrimonio entre 2012 y 2020 revela que los contribuyentes de Asturias han aumentado y su riqueza media también

05 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los impuestos, y sobre todo la competencia fiscal entre las distintas comunidades, se han puesto en el centro del debate político al comienzo del otoño. El ejecutivo central ha anunciado un tributo a las grandes fortunas que cobrará para la hacienda común en aquellos territorios (como Madrid y de forma más reciente Andalucía) que desisten de recaudarlo con una bonificación prácticamente total. No es el caso de Asturias, donde el gobierno regional ha defendido no sólo mantener el tributo autonómico sino que se ha plantado entre las pocas regiones que no ha querido iniciar una escalada a la baja de impuestos. ¿Tiene realmente un efecto intenso en los cambios de residencia?

En las últimas horas la nueva matraca ha sido las consultas de los más afortunados que, aseguran, quieren cambiar su residencia fiscal a Portugal para eludir los impuestos en España. En el balance de un periodo reciente, casi una década, entre 2012 y 2020, lo cierto es que el registro de datos revela muy pocos cambios en el caso asturiano: ni se perdieron cotizantes de Patrimonio (de hecho aumentaron ligeramente) y tampoco se redujo el patrimonio medio.

En esta comparativa efectuada por el diario Cincodías se recoge que en 2012 había en Asturias 3.643 declarantes y ya en 2020 su número aumentó hasta los 3.656; en los ocho años transcurrido el patrimonio medio de los que pagan Patrimonio en Asturias -deben declarar quienes superan los 700.000 euros (excluida la vivienda habitual hasta 300.000 euros)- ronda los 2,5 millones de euros, con un aumento del 9,3% respecto al año 2012. En los datos que atañen al impuesto a los más ricos Asturias se encuentra en una posición intermedia, lo cierto es que en casi todos los territorios las variaciones en esos ocho años han sido similares, alguna excepciones singulares: Aragón de forma destacadísima ha visto aumentar el número de personas que declaran el tributo (un 166%) aunque la riqueza media de lo que allí se paga ha bajado. Suben mucho también Baleares (un 32%) y la Comunidad Valenciana (un 30%) todas ellas por encima de Madrid que es la única que no cobra el impuesto y por eso presume de ser un imán para las grandes fortunas. Madrid crece (un 25%) pero está en cuarto lugar; sí destaca de forma notable en el incremento del patrimonio medio de quienes dicen residir allí y es el que más ha aumentado del Estado, en 10 millones de euros de media por cada uno. Pero no es tampoco la comunidad donde más ha crecido la variación de patrimonio y donde reina, con un 45% inalcanzable para el resto, Galicia. Allí reside Amancio Ortega y al que el Ejecutivo regional le bonificará la mitad desde el año próximo.

Los datos más recientes de Asturias, de 2020, revelan que declaran el impuesto de Patrimonio 3.656 contribuyentes cuya fortuna suma  9.126.615.757 euros nada menos. ¿En qué se concreta toda esa fortuna? Una inmensa mayoría tiene su patrimonio en capital mobiliario, esto es, acciones principales y obligaciones, bonos y deuda pública. Cuentan también un importante porcentaje de los ricos asturianos con patrimonio mobiliario, mucho más urbano, de forma abrumadora, que naturaleza rústica (en fincas) ya que de este punto apenas de sobrepasa el millar. 

Sucesiones y empresas

Asturias carga interesadamente en este debate de los impuestos con la denominación de «infierno fiscal» por parte de quienes aborrecen los tributos y les achacan todo tipo de consecuencias apocalípticas. Pero así como el de Patrimonio no ha disminuido el número de ricos de Asturias otros impuestos padecen también oscuras leyendas. Es el caso de Sucesiones que, en el Principado, para herederos en línea directa sólo se abona a partir de legados que superen los 300.000 euros. Y es cierto que Asturias es la comunidad con un mayor porcentaje de renuncias a herencias, hasta el 25% de ellas en el primer semestre de este año según el balance del Consejo General del Notariado. Pero por ejemplo en Andalucía, ese porcentaje de renuncias no es mucho menor, un 19,7%, aunque allí sólo se paga el impuesto con herencias que pasan del millón de euros, ¿por qué se renuncia entonces? En la mayor parte de los casos porque la herencia conlleva aparejada una deuda superior al legado, por ejemplo, se recibe un piso con una hipoteca.

¿Se van las empresas de Asturias por los impuestos? Tampoco es cierto. La realidad es que la mayoría de tributos que atañen a las empresas son comunes en todos los territorios. De hecho, lo cierto es que desde hace varios ejercicios son más las empresas que cambian el domicilio de su sede desde otro territorio para instalarse en el Principado que las que se van. 

Según los datos recogidos en el informe publicado por el Grupo Cesce correspondiente al balance de 2021, Asturias encadena dos años consecutivos en los que la llegada de empresas supera a las salidas y está en el grupo de saldo positivo y con mejora en los últimos ejercicios: el Principado está, junto a Aragón, Galicia, Baleares y Madrid, en el grupo de cinco territorios que han mejorado su situación. Asturias tuvo un saldo positivo de cuatro empresas en 2020 y seis en 2021. En lo que va de 2022, el Principado suma también cinco compañías en el balance entre las que entran por las que salen. El informe recoge que por saldos totales de facturación, el Principado aparece en números positivos no sólo en la cifra de empresas que gana, sino en las ventas: con 447 millones de euros. De hecho, Asturias aparece en el grupo de comunidades que ha ganado en facturación por el movimiento de empresas y es la autonomía de la cornisa cantábrica con mayor volumen positivo.