«Pinkwashing»: un frente inesperado para el Gobierno de Barbón

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Manifestación por el orgullo LGTBI en Oviedo
Manifestación por el orgullo LGTBI en Oviedo Natasha Martín

06 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Ley LGTBI sigue siendo un quebradero de cabeza para el Gobierno de Barbón. Toda una asignatura pendiente que se ha tornado ahora en un frente inesperado. Tras un periodo incomprensible  en el que Asturias se convirtió en la única comunidad sin legislación (junto a Castilla y León cogobernada por Vox), el reciente proyecto de ley presentado por el Principado está recibiendo un varapalo tras otro. Primero fue Xega y ahora se han unido colectivos como Llar Trans, Faciendo Camín, Colibrís en acción o los sindicatos UGT y CCOO. Todos ellos acusan al Ejecutivo regional de hacer un «pinkwashing de manual». En el activismo por los derechos LGTBI se entiende «pinkwashing» a las estrategias políticas o empresariales que apelan a la simpatía del colectivo con el objeto de ser percibidos como progresistas o tolerantes pero que en realidad esconden un vacío en el avance de los derechos; solo pretenden un beneficio propio. El lavado rosa no se traduce en mayores derechos: es una máscara. El colectivo suele aplicar este concepto a la derecha conservadora, así que se supone que Barbón sale muy mal parado.

Uno de los principales puntos negros que advierten es el trato que el proyecto de ley otorga al colectivo trans. Advierten que si el texto es aprobado tal y como está, puede darse la circunstancia de que una persona trans sea reconocida al otro lado de Pajares pero no en Asturias. «Nos arriesgamos a tener que coger uno de esos aviones que nos conectan con Europa para tener plenos derechos», subrayan.

Consideran que el texto no aspira siquiera a desarrollar todas las competencias que le atribuye la Ley Lgtbi estatal que se está debatiendo en el Congreso, ni las normativas y recomendaciones de la UE. «Ni siquiera garantiza los derechos ya reconocidos en otras Comunidades desde hace tiempo», lamentan indignados. Y añaden que el Gobierno asturiano ha reconocido que el proyecto es «meramente descriptivo» y que pretende blindar los derechos y prácticas ya existentes en Asturias «por lo que pueda venir», probablemente en referencia a las próximas elecciones. Esto último ha encendido aún más al colectivo, que podría plantearse movilizaciones.

«Esta actitud nos parece reprobable. Creemos que se debe gobernar y legislar con la misión, visión y valores de construir una Asturias mejor y no con el miedo y la amenaza; esta forma de actuar implica, además, el abandono de la defensa de las políticas sociales y de los derechos humanos, para sumir a la ciudadanía en la caverna». Los socialistas tienen un nuevo frente y este no se lo esperaban.