Atropella borracho a un ciclista en Madrid, se fuga a Asturias y acaba robando su propio coche

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

Un agente de la Guardia Civil de Tráfico en una foto de archivo.
Un agente de la Guardia Civil de Tráfico en una foto de archivo. FERNANDO VILLAR | EFE

La Guardia Civil comenzó la investigación tras observar los desperfectos en el vehículo el día del Descenso del Sella

11 oct 2022 . Actualizado a las 11:35 h.

Parece el argumento de una película pero es un caso real y ocurrió este verano. Y no en una jornada cualquiera, fue el día del Descenso del Sella, un factor determinante porque son las horas del año en las que más agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se concentran en Asturias. Todo comenzó a 500 kilómetros de distancia, en Madrid, con el atropello de un ciclista, y tras una serie de acontecimientos a cual más sorprendente, acabó con el acusado robando, presuntamente, su propio vehículo. Esta es la rocambolesca historia.

Según la información publicada por ABC, el pasado 6 de agosto, sábado, un ciclista fue atropellado en Hortaleza, Madrid, a las 7.00 horas. El deportista, de 42 años, resultó herido grave y quedó abandonado en la carretera. Circulaba por el carril bici, en una zona perfectamente señalizada, cuando se le echó encima un Volkswagen Golf, según explica un mando de la Policía Judicial de Tráfico de la Policía Municipal al periódico.

El conductor del vehículo, supuestamente un vecino de Fuenlabrada de 29 años, abandonó la zona del accidente sin socorrer al accidentado. Pero su destino estaba a casi 500 kilómetros. Concretamente, se dirigió a Ribadesella. Llevaba el capó semihundido y el parabrisas reventado. Esta circunstancia llamó la atención de los agentes, que un control rutinario de los que se realizan con motivo del Descenso del Sella, detuvieron el coche. Realizaron las pruebas de alcoholemia al conductor, que dio positivo. 0,48 y 0,51 miligramos por litro, el doble del máximo permitido, y eso que eran las 13.30 horas, 6 horas y media después del accidente.

El sospechoso puso excusas inverosímiles, como que los daños en el vehículo habían sido causados por un pájaro o que iba a Asturias de visita a ver su novia. Eso sí, no sabía ni dónde vivía ni había puesto ninguna dirección en el GPS.

Ante esta situación, el coche fue inmovilizado en el apeadero de Llovio y los agentes comenzaron la investigación. La siguiente sorpresa fue que, al día siguiente, el vehículo ya no estaba en el lugar en el que había sido requisado. El investigado, según consta en la información de ABC, aprovechó que no estaba detenido porque todavía no se había confirmado ningún delito para, presuntamente, llevarse el coche. Había llamado al seguro, que envió una grúa para llevarlo a un taller y puso un taxi para que el ahora acusado regresara a Madrid.

Paralelamente, los agentes comenzaron a ampliar el foco de la investigación. Primero se centró en Asturias, luego en las provincias cercanas y, finalmente, en Madrid. El coche estaba a nombre de un familiar del conductor con domicilio en Fuenlabrada, un dato que les permitió centrar los esfuerzos. Analizaron las cámaras de matrículas de la zona y los detectores registraron su presencia en la M-30, la A-1 y la carretera de circunvalación de Burgos

Una vez estudiadas estas imágenes, pudieron cerrar el círculo y concluir que el coche fue el del atropello de Hortaleza. El conductor fue llevado a declarar el 9 de septiembre, aunque no quiso hacerlo. Ahora se le imputa un delito de  lesiones imprudentes y abandono del lugar del siniestro.